(Salmo 139)
1. Señor, de mí tú sabes todo,
conoces bien mis pasos al andar.
Mi corazón es como un libro abierto,
mis más ocultos pensamientos sabes ya.
Tú me tejiste en lo secreto,
allí mis huesos viste tú crecer.
Escrito en tu libro todo estaba,
tus obras son maravillosas, bien lo sé.
Tu gran saber mis labios hoy alaban,
tus obras son sublimes, oh Jehová.
Si de tu rostro un día quiero irme,
¿adónde iré? No hay ningún lugar.
Si subo al cielo, allí te encuentras,
y en el Seol, allí también estás;
es para ti la noche como el día:
de tu presencia nunca me podré ocultar.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com(Véanse también Sal. 66:3; 94:19; Jer. 17:10.)