Infecunda, senil catequesis
de la credulidad infrahumana
que en la vaga niebla del destino
depositas la ingenua confianza.
Convicción extraviada y hambrienta
que no crees ni en tu propia enseñanza
y buscando afianzar tu dominio
armonizas a un dios con tu causa...
El olvido es la mortaja que oculta
a quienes bebieron de tu iniquidad,
y de tu vino que lava las culpas
de quien se deja por él embriagar.
Y aunque muerdas con sagrada rabia
anida en tu pecho la necedad.
¿Dónde está tu fuego incorruptible?
¿Donde están tus reyes?
¿Dónde está tu espada insobornable
que supo acallar inocentes?
Genocida entidad que aun deliras
la utopía de tenerlo todo a tus pies,
aun siendo ciega, aun siento tan ciega,
lees tu destino en tu podrida piel.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comY aunque grites babeando alabanzas
es cada vez mas amarga tu miel.