Se van formando los días del calendario,
son treinta fusiles apuntando al año,
huyendo un noviembre que viste el carmín de tus labios.
El eco retumba dentro de mi castillo,
tu sonrisa me calma para apretar el gatillo,
hoy voy a quema ropa para que no sufran más las horas.
Que tu piel con mi piel hoy combinan también,
no hace falta más que dos cómplices para para el deber.
Que el hambre no se va acabar,
cuando yo duerma en tu regazo.
Que mis dedos en tus paisajes,
cayendo en picada son aves de paso.
Y viajaremos a un lugar,
donde tu casa son mis brazos.
Donde florecen con miradas,
dos pares de labios buscando el ocaso.
Que el mundo entero va a parar,
en el segundo en que mi boca se hunda de nuevo en tu piel.
Me faltan canciones para tus tacones,
que marcan el paso de mi amanecer.
Toma mi mano y recarga nuestra locura,
si nos sigue le envidia nos damos a la fuga.
Que cuando estoy contigo el mundo se va haciendo mi amigo.
Miro tus ojos y no temo a la venganza,
nuestro amor inclinado da fe de la balanza.
A besos y a mordidas vamos navegando la vida.
Que tu piel con mi piel hoy combinan también,
no hace falta más que dos cómplices para para el deber.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comQue el hambre no se va acabar,
cuando yo duerma en tu regazo.
Que mis dedos en tus paisajes,
cayendo en picada son aves de paso.
Y viajaremos a un lugar,
donde tu casa son mis brazos.
Donde florecen con miradas,
dos pares de labios buscando el ocaso.
Que el mundo entero va a parar,
en el segundo en que mi boca se hunda de nuevo en tu piel.
Me faltan canciones para tus tacones,
que marcan el paso de mi amanecer.
fuente: musica.com