El fuego empieza a arder,
se está gestando en mi piel
un hueco espeso en la sangre,
sobrenatural placer.
En tus ojos negros, la necesidad
de un conjuro pasional
y una mandrágora inmortal
seduciendo la eternidad.
Mirada oculta,
sensaciones obscuras,
intenciones profundas que me arrastran sin control.
Una libélula, una flor
van amarrados a un listón
y en un oráculo de amor
hay un filtro y una ilusion.
La sangre de una rosa será
mi alma, mi fragilidad
y en ti la luna llena beberé
y eternamente te amaré.
Ángeles y demonios, líbidos y tibios
entre oraciones y ocultas pasiones
las ánimas purificando están nuestra condena.
Ahora vámonos hacia lo inmortal
a la extinción de una estrella fugaz
a fundirnos con la magia universal, amor espiritual.
Las velas revelando la razón,
paranormales actos de obsesión
un deseo arde en la premonición
de un sueño etéreo de liberación.
Suplicando en el umbral perdon,
desafiando el temor y el dolor
desdoblándonos cerca del sol
perdón divino alumbrandonos.
Evaporas mi aliento, poco a poco en un beso
deteniendo el tiempo y embrujando al corazón.
Hay un solencio celestial,
la paz emana mi vitalidad
luces y sombras correteando están
en un paraísio de serenidad.
Incienso para la protección
Las almas limpias y una bendición
concluyendo esta evocación
estre un rosario estamos tu y yo.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comÁngeles y demonios, líbidos y tibios
entre oraciones y ocultas pasiones
las ánimas purificando están nuestra condena.
Ahora vámonos hacia lo inmortal
a la extinción de una estrella fugaz
a fundirnos con la magia universal, amor espiritual.