Corregir Letra Aguantando sin llorar de No Relax

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Letra actual de la canción
No eran esos buenos tiempos para ir a nacer,
No podía esperar ni un minuto más, pura vida llamaba.

Y ha nacido en el sitio equivocado, perdido
Y aunque nada entiende de vencidos
Pregunta porque a este mundo le tuvieron que traer.

Conforme con nada se durmió
Y no cuento ni las veces que exprimió su corazón.
Pero nada queda fuera que le haga despegar
Ni sentirse el rey del barrio como solía soñar.

Y hoy vuelve a recordar
Cuando él era más pequeño
Y todo era reír
Y correr vestido de indio o de vaquero
Y volver a casa codos arañados contra el cemento
Y aguantar si llorar.. el alcohol que resbala por su corazón.

Negra nube le persigue por su condición,
Otro día más igual que el de ayer, es imposible fugarse.

Y se clavan en la memoria ecos sin sentido
De un presente aún agradecido,
Si las penas se olvidaban solo con marcar un gol.

Y hoy no queda nada de ese ayer
Quemadas miles de horas en un mugriento taller
Donde jefes y encargados le intentaban controlar,
Viejos callos de la vida nunca dejan de sangrar.

Letra nueva de la canción
No eran esos buenos tiempos para ir a nacer,
No podía esperar ni un minuto más, pura vida llamaba.

Y ha nacido en el sitio equivocado, perdido
Y aunque nada entiende de vencidos
Pregunta porque a este mundo le tuvieron que traer.

Conforme con nada se durmió
Y no cuento ni las veces que exprimió su corazón.
Pero nada queda fuera que le haga despegar
Ni sentirse el rey del barrio como solía soñar.

Y hoy vuelve a recordar
Cuando él era más pequeño
Y todo era reír
Y correr vestido de indio o de vaquero
Y volver a casa codos arañados contra el cemento
Y aguantar si llorar.. el alcohol que resbala por su corazón.

Negra nube le persigue por su condición,
Otro día más igual que el de ayer, es imposible fugarse.

Y se clavan en la memoria ecos sin sentido
De un presente aún agradecido,
Si las penas se olvidaban solo con marcar un gol.

Y hoy no queda nada de ese ayer
Quemadas miles de horas en un mugriento taller
Donde jefes y encargados le intentaban controlar,
Viejos callos de la vida nunca dejan de sangrar.