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Letra actual de la canción

Probablemente en su pueblo se les recordará <br />como cachorros de buenas personas, <br />que hurtaban flores para regalar a su mamá <br />y daban de comer a las palomas. <br /><br />Probablemente que todo eso debe ser verdad, <br />aunque es más turbio cómo y de qué manera <br />llegaron esos individuos a ser lo que son <br />ni a quién sirven cuando alzan las banderas. <br /><br />Hombres de paja que usan la colonia y el honor <br />para ocultar oscuras intenciones: <br />tienen doble vida, son sicarios del mal. <br />Entre esos tipos y yo hay algo personal. <br /><br />Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, <br />viajan de incógnito en autos blindados <br />a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, <br />a colgar en las escuelas su retrato. <br /><br />Se gastan más de lo que tienen en coleccionar <br />espías, listas negras y arsenales; <br />resulta bochornoso verles fanfarronear <br />a ver quién es el que la tiene más grande. <br /><br />Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz, <br />juegan con cosas que no tienen repuesto <br />y la culpa es del otro si algo les sale mal. <br />Entre esos tipos y yo hay algo personal. <br /><br />Y como quien en la cosa, nada tiene que perder. <br />Pulsan la alarma y rompen las promesas <br />y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer <br />nos ponen la pistola en la cabeza. <br /><br />Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar <br />van a cagar a casa de otra gente <br />y experimentan nuevos métodos de masacrar, <br />sofisticados y a la vez convincentes. <br /><br />No conocen ni a su padre cuando pierden el control, <br />ni recuerdan que en el mundo hay niños. <br />Nos niegan a todos el pan y la sal. <br />Entre esos tipos y yo hay algo personal. <br /><br />Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión <br />de declarar públicamente su empeño <br />en propiciar un diálogo de franca distensión <br />que les permita hallar un marco previo <br /><br />que garantice unas premisas mínimas <br />que faciliten crear los resortes <br />que impulsen un punto de partida sólido y capaz <br />de este a oeste y de sur a norte, <br /><br />donde establecer las bases de un tratado de amistad <br />que contribuya a poner los cimientos <br />de una plataforma donde edificar <br />un hermoso futuro de amor y paz.

Letra nueva de la canción

Probablemente en su pueblo se les recordará <br />como cachorros de buenas personas, <br />que hurtaban flores para regalar a su mamá <br />y daban de comer a las palomas. <br /><br />Probablemente que todo eso debe ser verdad, <br />aunque es más turbio cómo y de qué manera <br />llegaron esos individuos a ser lo que son <br />ni a quién sirven cuando alzan las banderas. <br /><br />Hombres de paja que usan la colonia y el honor <br />para ocultar oscuras intenciones: <br />tienen doble vida, son sicarios del mal. <br />Entre esos tipos y yo hay algo personal. <br /><br />Rodeados de protocolo, comitiva y seguridad, <br />viajan de incógnito en autos blindados <br />a sembrar calumnias, a mentir con naturalidad, <br />a colgar en las escuelas su retrato. <br /><br />Se gastan más de lo que tienen en coleccionar <br />espías, listas negras y arsenales; <br />resulta bochornoso verles fanfarronear <br />a ver quién es el que la tiene más grande. <br /><br />Se arman hasta los dientes en el nombre de la paz, <br />juegan con cosas que no tienen repuesto <br />y la culpa es del otro si algo les sale mal. <br />Entre esos tipos y yo hay algo personal. <br /><br />Y como quien en la cosa, nada tiene que perder. <br />Pulsan la alarma y rompen las promesas <br />y en nombre de quien no tienen el gusto de conocer <br />nos ponen la pistola en la cabeza. <br /><br />Se agarran de los pelos, pero para no ensuciar <br />van a cagar a casa de otra gente <br />y experimentan nuevos métodos de masacrar, <br />sofisticados y a la vez convincentes. <br /><br />No conocen ni a su padre cuando pierden el control, <br />ni recuerdan que en el mundo hay niños. <br />Nos niegan a todos el pan y la sal. <br />Entre esos tipos y yo hay algo personal. <br /><br />Pero, eso sí, los sicarios no pierden ocasión <br />de declarar públicamente su empeño <br />en propiciar un diálogo de franca distensión <br />que les permita hallar un marco previo <br /><br />que garantice unas premisas mínimas <br />que faciliten crear los resortes <br />que impulsen un punto de partida sólido y capaz <br />de este a oeste y de sur a norte, <br /><br />donde establecer las bases de un tratado de amistad <br />que contribuya a poner los cimientos <br />de una plataforma donde edificar <br />un hermoso futuro de amor y paz.