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Letra actual de la canción
Cuando caiga la tarde, lo verás salir <br />arrastrando de casa el calor del hogar. <br />Cortará alguna flor, besará a su mujer, <br />perseguirá la estela de un comenta fugaz. <br />Y en la calle lo verás abrir la flor de su secreto. <br />Y empezará a soñar. <br />Quizá vaya al billar a mirar hombres y posturitas. <br />Quizá invente una cita <br />con un Adonis para él. <br /> <br />Ningún hombre lo amó. <br />A nadie reveló su pasión y los juegos, <br />el deseo clandestino. <br />No hubo cartas de amor, <br />no hubo día del orgullo. <br />No le devolverán los veranos perdidos. <br />Y Cernuda lo ve suspirar, triste, desde el Parnaso. <br />San Sebastián asaetado reza por tus pecados, <br />llora por ti, no olvida <br />al que sufre en silencio <br />a su oveja perdida. <br /> <br />Miran al cielo y piden un deseo: <br />contigo la noche más bella. <br />Amores imposibles <br />que escriben en canciones <br />el trazo de una estrella. <br />Cartas que nunca se envían. <br />Botellas que brillan <br />en el mar del olvido. <br />Nunca dejes de buscarme <br />la excusa más cobarde <br />es culpar al destino. <br /> <br />Cuando salga de clase, lo volverá a encontrar <br />en el lado salvaje, tras el humo del hash. <br />Él, dulce calavera. Él, corsario de barrio. <br />Ella, dulce muñeca. Ella, seria y formal. <br />Él no escucha el rumor de sus alas si pasa a su lado. <br />Pobre Blancanieves, <br />nuestro príncipe prefiere a la madrastra, <br />a la mala del cuento. <br />Él será la manzana <br />donde duerme el veneno. <br /> <br />Ella soñará un verso que él nunca escuchará. <br />Él no trepará sus trenzas una noche de invierno. <br />Ella soñará un viaje y no habrá despedidas. <br />Ni canciones de amor, ni Capuleto y Montesco. <br />Crecerán y en la espuma del tiempo <br />se deshacen sus sueños. <br />No quedará ni un recuerdo, <br />ni en la noche un lamento. <br />Quizá una leve herida <br />que lavará el olvido <br />o el agua de la clepsidra. <br /> <br />Miran al cielo y piden un deseo: <br />contigo la noche más bella. <br />Amores imposibles <br />que escriben en canciones <br />el trazo de una estrella. <br />Cartas que nunca se envían. <br />Botellas que brillan <br />en el mar del olvido. <br />Nunca dejes de buscarme. <br />La excusa más cobarde <br />es culpar al destino. <br /> <br />Caminando hacia el sur, tomando la autopista, <br />han abierto un garito, muy cerquita del pueblo, <br />donde huríes desnudas venidas de cien mundos <br />celebran cada noche catorce de febrero. <br />Y en la aldea un hombre suspira si el neón se ilumina. <br />No tuvo Eva este Adán, <br />no hubo asiento de atrás, <br />ni caricias, ni cartas perfumadas, <br />no hubo cita en el parque. <br />No hubo chicas de Plan. <br /> <br />Cuando caiga la noche lo verás entrar <br />como cada domingo aseado y puntual. <br />La encontrará en la barra, como a un delfín varado <br />que ha perdido su estrella, que un día expulsó el mar. <br />Ella escucha y él, enamorado, desnuda sus miedos. <br />Entre el ruido, benjamines de champán <br />y otros delfines cobrando su rescate <br />a náufragos perdidos <br />sueña raptar a su amante. <br /> <br />Miran al cielo y piden un deseo: <br />contigo la noche más bella...
Letra nueva de la canción
Cuando caiga la tarde, lo verás salir <br />arrastrando de casa el calor del hogar. <br />Cortará alguna flor, besará a su mujer, <br />perseguirá la estela de un comenta fugaz. <br />Y en la calle lo verás abrir la flor de su secreto. <br />Y empezará a soñar. <br />Quizá vaya al billar a mirar hombres y posturitas. <br />Quizá invente una cita <br />con un Adonis para él. <br /> <br />Ningún hombre lo amó. <br />A nadie reveló su pasión y los juegos, <br />el deseo clandestino. <br />No hubo cartas de amor, <br />no hubo día del orgullo. <br />No le devolverán los veranos perdidos. <br />Y Cernuda lo ve suspirar, triste, desde el Parnaso. <br />San Sebastián asaetado reza por tus pecados, <br />llora por ti, no olvida <br />al que sufre en silencio <br />a su oveja perdida. <br /> <br />Miran al cielo y piden un deseo: <br />contigo la noche más bella. <br />Amores imposibles <br />que escriben en canciones <br />el trazo de una estrella. <br />Cartas que nunca se envían. <br />Botellas que brillan <br />en el mar del olvido. <br />Nunca dejes de buscarme <br />la excusa más cobarde <br />es culpar al destino. <br /> <br />Cuando salga de clase, lo volverá a encontrar <br />en el lado salvaje, tras el humo del hash. <br />Él, dulce calavera. Él, corsario de barrio. <br />Ella, dulce muñeca. Ella, seria y formal. <br />Él no escucha el rumor de sus alas si pasa a su lado. <br />Pobre Blancanieves, <br />nuestro príncipe prefiere a la madrastra, <br />a la mala del cuento. <br />Él será la manzana <br />donde duerme el veneno. <br /> <br />Ella soñará un verso que él nunca escuchará. <br />Él no trepará sus trenzas una noche de invierno. <br />Ella soñará un viaje y no habrá despedidas. <br />Ni canciones de amor, ni Capuleto y Montesco. <br />Crecerán y en la espuma del tiempo <br />se deshacen sus sueños. <br />No quedará ni un recuerdo, <br />ni en la noche un lamento. <br />Quizá una leve herida <br />que lavará el olvido <br />o el agua de la clepsidra. <br /> <br />Miran al cielo y piden un deseo: <br />contigo la noche más bella. <br />Amores imposibles <br />que escriben en canciones <br />el trazo de una estrella. <br />Cartas que nunca se envían. <br />Botellas que brillan <br />en el mar del olvido. <br />Nunca dejes de buscarme. <br />La excusa más cobarde <br />es culpar al destino. <br /> <br />Caminando hacia el sur, tomando la autopista, <br />han abierto un garito, muy cerquita del pueblo, <br />donde huríes desnudas venidas de cien mundos <br />celebran cada noche catorce de febrero. <br />Y en la aldea un hombre suspira si el neón se ilumina. <br />No tuvo Eva este Adán, <br />no hubo asiento de atrás, <br />ni caricias, ni cartas perfumadas, <br />no hubo cita en el parque. <br />No hubo chicas de Plan. <br /> <br />Cuando caiga la noche lo verás entrar <br />como cada domingo aseado y puntual. <br />La encontrará en la barra, como a un delfín varado <br />que ha perdido su estrella, que un día expulsó el mar. <br />Ella escucha y él, enamorado, desnuda sus miedos. <br />Entre el ruido, benjamines de champán <br />y otros delfines cobrando su rescate <br />a náufragos perdidos <br />sueña raptar a su amante. <br /> <br />Miran al cielo y piden un deseo: <br />contigo la noche más bella...
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