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Letra actual de la canción
¡Ay, Calixto! ¡Ay, Calixto: <br />sin tabaco y sin parné, <br />ay Calixto, ay Calixto, <br />por culpa de una mujer! <br /> <br />Aquí donde usted me ve, <br />descangayado, fané <br />y sin afeitar, <br />yo era un hijo de papá <br />de casa bien. <br />Lucía como un "gentelman" <br />ternos de "tweed" <br />a medida, <br />fular, <br />chofer, <br />pedigrí, <br />"savoir faire", <br />mujer <br />querida, <br />elegancia natural <br />y el acta de diputado <br />más votado <br />del Partido Popular. <br /> <br />El caso es que mi señora <br />un seis de junio <br />alumbró <br />un Conde de Algora <br />junior <br />al que pusimos "Calixto, <br />tal que su progenitor". <br />Y como para nacer <br />de noble cuna, <br />crecer, <br />ser de la tuna <br />y casarse <br />no hay que pasarse <br />de listo <br />hasta Calixto, <br />que en cuanto <br />a encanto <br />viril <br />tenía tanto <br />"sex-appeal" <br />como Manolo "el del bombo" <br />tras el quilombo <br />sorpresa <br />que son las bodas <br />de moda, <br />volvió de luna de miel <br />con un pastel <br />de frambuesa <br />que te miraba <br />y cortaba <br />el hipo <br />y la mayonesa <br />con ese tipo: <br />su vacunita <br />en el brazo, <br />dieciocho añitos <br />y esos malditos <br />ojazos <br />de gata <br />en celo <br />y aquella mata <br />de pelo <br />como una hoguera <br />y unas pestañas <br />con telarañas <br />de terciopelo <br />y esas caderas <br />que estaban hechas para pecar <br />por las escaleras, <br />para enseñarle el pajar, <br />para esperar en la era, <br />para mancharle el vestido, <br />para cantarle al oído: <br />"reloj no marques las horas" <br />para quitarse el sombrero. <br />Caballero, qué señora. <br />Caballero, qué señora. <br />Caballero: ¡qué señora...! <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay, Calixto: <br />quién te ha visto y quién te ve! <br />¡Ay Calixto, ay Calixto, <br />por culpa de una mujer! <br /> <br />Para colmo mi Calixto <br />por lo visto <br />no le sobraba <br />afición <br />como varón: <br />toreaba <br />fuera de cacho, <br />no se apretaba <br />los machos, <br />ni se gustaba, <br />ni se cruzaba, <br />ni paraba, <br />ni mandaba, <br />ni templaba, <br />ni remataba <br />faena <br />y no le daba <br />a su nena <br />la alegría <br />macarena <br />que el cuerpo de esa morena <br />sin alma necesitaba. <br /> <br />Conque una noche <br />que no quisimos ir retrasando más <br />pasó lo que sabíamos <br />que iba a pasar... <br /> <br />Dejando el coche, <br />camina que te camina, <br />más que felices <br />tirándole a las perdices <br />sin carabina, <br />yo pensé: "... Y ¿por qué no?". <br />Y ella, muerta <br />de risa, <br />dejando abierta la veda <br />de su camisa <br />de seda: <br />"¡Date prisa, <br />(me apuro) <br />que queda <br />sólo un botón...!". <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay, Calixto: <br />quién te ha visto y quién te ve! <br />¡Ay, Calixto: qué conflicto, <br />por culpa de una mujer! <br /> <br />Lo violento <br />fue que, en pleno <br />ayuntamiento <br />carnal, <br />llegó el bueno <br />de Calixto <br />con los ojos como faros <br />y, al vernos con tal <br />descaro <br />de cúbito <br />horizontal <br />pasarnos al grupo mixto, <br />armó la de Dios es Cristo <br />antes de echarse a llorar <br />y terminar <br />con su vida de un disparo <br />mortal de necesidad. <br /> <br />Me hubiera dado <br />lo mismo <br />arrastrar el sambenito <br />de un sótano <br />en el abismo <br />si el cuerpazo del delito <br />de la chiquilla <br />que sale en mis pesadillas <br />de enamorado <br />hubiera estado <br />a mi lado. <br /> <br />Pero apenas enterrado <br />y caliente <br />aún el cadáver <br />del marido, <br />cerró el pasado <br />con llave, <br />buscó un pendiente <br />perdido <br />por los bolsillos <br />de mi chaqueta, <br />guardó el cepillo <br />de dientes <br />en su maleta <br />witon <br />y se libró de mi asedio <br />poniendo tierra por medio <br />entre su tedio y mi fuego, <br />entre mi siempre y su luego, <br />entre su ego y mi yo. <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay, Calixto: <br />quién te ha visto y quién te ve! <br />¡Tú, que eras tan listo <br />cuando te hablaban de usted! <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay Calixto, <br />la sonrisa del PP: <br />te echaron del grupo mixto, <br />te quitaron el carné! <br /> <br />Rodé como el peor de los trotamundos <br />por un submundo <br />de yonquis y de busconas <br />hasta que, <br />un siglo después, <br />cuando las olimpiadas de Barcelona, <br />en la estación del metro de Urquinaona <br />choqué con una persona <br />y se le cayó un pendiente <br />que yo conocía muy bien. <br />Se lo alcancé torpemente <br />y cuando ella, indiferente, <br />dijo "Thank you", <br />la miré... <br />Y sí, seguía siendo tan bella <br />que sólo podía ser ella: <br />la mujer <br />que yo quería, <br />por la que me consumía, <br />a la que tanto busqué... <br />Y, sin embargo, aquel día <br />-no me pregunten por qué- <br />ni siquiera la llamé. <br />Puede parecerles tonto <br />pero, de pronto, <br />no la vi tan diferente, <br />confundida con la gente <br />que, impaciente, <br />en el andén <br />una mañana cualquiera <br />de un lunes de primavera <br />estaba esperando el tren, <br />estaba esperando el tren...
Letra nueva de la canción
¡Ay, Calixto! ¡Ay, Calixto: <br />sin tabaco y sin parné, <br />ay Calixto, ay Calixto, <br />por culpa de una mujer! <br /> <br />Aquí donde usted me ve, <br />descangayado, fané <br />y sin afeitar, <br />yo era un hijo de papá <br />de casa bien. <br />Lucía como un "gentelman" <br />ternos de "tweed" <br />a medida, <br />fular, <br />chofer, <br />pedigrí, <br />"savoir faire", <br />mujer <br />querida, <br />elegancia natural <br />y el acta de diputado <br />más votado <br />del Partido Popular. <br /> <br />El caso es que mi señora <br />un seis de junio <br />alumbró <br />un Conde de Algora <br />junior <br />al que pusimos "Calixto, <br />tal que su progenitor". <br />Y como para nacer <br />de noble cuna, <br />crecer, <br />ser de la tuna <br />y casarse <br />no hay que pasarse <br />de listo <br />hasta Calixto, <br />que en cuanto <br />a encanto <br />viril <br />tenía tanto <br />"sex-appeal" <br />como Manolo "el del bombo" <br />tras el quilombo <br />sorpresa <br />que son las bodas <br />de moda, <br />volvió de luna de miel <br />con un pastel <br />de frambuesa <br />que te miraba <br />y cortaba <br />el hipo <br />y la mayonesa <br />con ese tipo: <br />su vacunita <br />en el brazo, <br />dieciocho añitos <br />y esos malditos <br />ojazos <br />de gata <br />en celo <br />y aquella mata <br />de pelo <br />como una hoguera <br />y unas pestañas <br />con telarañas <br />de terciopelo <br />y esas caderas <br />que estaban hechas para pecar <br />por las escaleras, <br />para enseñarle el pajar, <br />para esperar en la era, <br />para mancharle el vestido, <br />para cantarle al oído: <br />"reloj no marques las horas" <br />para quitarse el sombrero. <br />Caballero, qué señora. <br />Caballero, qué señora. <br />Caballero: ¡qué señora...! <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay, Calixto: <br />quién te ha visto y quién te ve! <br />¡Ay Calixto, ay Calixto, <br />por culpa de una mujer! <br /> <br />Para colmo mi Calixto <br />por lo visto <br />no le sobraba <br />afición <br />como varón: <br />toreaba <br />fuera de cacho, <br />no se apretaba <br />los machos, <br />ni se gustaba, <br />ni se cruzaba, <br />ni paraba, <br />ni mandaba, <br />ni templaba, <br />ni remataba <br />faena <br />y no le daba <br />a su nena <br />la alegría <br />macarena <br />que el cuerpo de esa morena <br />sin alma necesitaba. <br /> <br />Conque una noche <br />que no quisimos ir retrasando más <br />pasó lo que sabíamos <br />que iba a pasar... <br /> <br />Dejando el coche, <br />camina que te camina, <br />más que felices <br />tirándole a las perdices <br />sin carabina, <br />yo pensé: "... Y ¿por qué no?". <br />Y ella, muerta <br />de risa, <br />dejando abierta la veda <br />de su camisa <br />de seda: <br />"¡Date prisa, <br />(me apuro) <br />que queda <br />sólo un botón...!". <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay, Calixto: <br />quién te ha visto y quién te ve! <br />¡Ay, Calixto: qué conflicto, <br />por culpa de una mujer! <br /> <br />Lo violento <br />fue que, en pleno <br />ayuntamiento <br />carnal, <br />llegó el bueno <br />de Calixto <br />con los ojos como faros <br />y, al vernos con tal <br />descaro <br />de cúbito <br />horizontal <br />pasarnos al grupo mixto, <br />armó la de Dios es Cristo <br />antes de echarse a llorar <br />y terminar <br />con su vida de un disparo <br />mortal de necesidad. <br /> <br />Me hubiera dado <br />lo mismo <br />arrastrar el sambenito <br />de un sótano <br />en el abismo <br />si el cuerpazo del delito <br />de la chiquilla <br />que sale en mis pesadillas <br />de enamorado <br />hubiera estado <br />a mi lado. <br /> <br />Pero apenas enterrado <br />y caliente <br />aún el cadáver <br />del marido, <br />cerró el pasado <br />con llave, <br />buscó un pendiente <br />perdido <br />por los bolsillos <br />de mi chaqueta, <br />guardó el cepillo <br />de dientes <br />en su maleta <br />witon <br />y se libró de mi asedio <br />poniendo tierra por medio <br />entre su tedio y mi fuego, <br />entre mi siempre y su luego, <br />entre su ego y mi yo. <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay, Calixto: <br />quién te ha visto y quién te ve! <br />¡Tú, que eras tan listo <br />cuando te hablaban de usted! <br /> <br />¡Ay, Calixto, ay Calixto, <br />la sonrisa del PP: <br />te echaron del grupo mixto, <br />te quitaron el carné! <br /> <br />Rodé como el peor de los trotamundos <br />por un submundo <br />de yonquis y de busconas <br />hasta que, <br />un siglo después, <br />cuando las olimpiadas de Barcelona, <br />en la estación del metro de Urquinaona <br />choqué con una persona <br />y se le cayó un pendiente <br />que yo conocía muy bien. <br />Se lo alcancé torpemente <br />y cuando ella, indiferente, <br />dijo "Thank you", <br />la miré... <br />Y sí, seguía siendo tan bella <br />que sólo podía ser ella: <br />la mujer <br />que yo quería, <br />por la que me consumía, <br />a la que tanto busqué... <br />Y, sin embargo, aquel día <br />-no me pregunten por qué- <br />ni siquiera la llamé. <br />Puede parecerles tonto <br />pero, de pronto, <br />no la vi tan diferente, <br />confundida con la gente <br />que, impaciente, <br />en el andén <br />una mañana cualquiera <br />de un lunes de primavera <br />estaba esperando el tren, <br />estaba esperando el tren...
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