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Letra actual de la canción
-Amigazo, pa sufrir <br />an nacido los varones; <br />estas son las ocasiones <br />de mostrarse un hombre juerte, <br />hasta que venga la muerte <br />y lo agarre a coscorrones. <br /> <br />El andar tan despilchao <br />ningun mérito me quita; <br />sin ser un alma bendita <br />me duelo del mal ajeno: <br />soy un pastel con relleno <br />que parece torta frita. <br /> <br />Tampoco me faltan males <br />y desgracias, le prevengo; <br />también mis desdichas tengo, <br />aunque esto poco me aflige: <br />yo se hacerme el chango rengo <br />cuando la cosa lo esige. <br /> <br />Y con algunos ardiles <br />voy viviendo, aunque rotoso; <br />a veces me hago el sarnoso <br />y no tengo ni un granito, <br />pero al chifle voy ganoso <br />como panzón al maíz frito. <br /> <br />A mí no me matan penas <br />mientras tenga el cuero sano; <br />venga el sol en el verano <br />y la escarcha en el invierno <br />por qué afligirse el cristiano? <br /> <br />Hagámosle cara fiera <br />a los males, compañero, <br />porque el zorro más matrero <br />suele cair como un chorlito; <br />viene por un corderito <br />y en la estaca deja el cuero. <br /> <br />Hoy tenemos que sufrir <br />males que no tienen nombre, <br />pero esto a nadies lo asombre <br />porque ansina es el pastel, <br />y tiene que dar el hombre <br />mas güeltas que un carretel. <br /> <br />Yo nunca me he de entregar <br />a los brazos de la muerte; <br />arrastro mi triste suerte <br />paso a paso y como pueda, <br />que donde el débil se queda <br />se suele escapar el juerte. <br /> <br />Y ricuerde cada cual <br />lo que cada cual sufrió, <br />que lo que es, amigo, yo, <br />hago ansí la cuenta mía: <br />ya lo pasado pasó; <br />mañana sera otro dia. <br /> <br />Yo también tuve una pilcha <br />que me enllenó el corazón, <br />y si en aquella ocasión <br />alguien me hubiera buscao, <br />siguro que me había hallao <br />más prendido que un botón. <br /> <br />En la güeya del querer <br />no hay animal que se pierda... <br />las mujeres no son lerdas, <br />y todo gaucho es dotor <br />si pa cantarle al amor <br />tiene que templar las cuerdas. <br /> <br />!Quien es de una alma tan dura <br />que no quiera una mujer! <br />lo alivia en su padecer: <br />si no sale calavera <br />es la mejor compañera <br />que el hombre puede tener. <br /> <br />Si es güena, no lo abandona <br />cuando lo ve desgraciao, <br />lo asiste con su cuidao, <br />y con afán cariñoso, <br />y usté tal vez ni un rebozo <br />ni una pollera le ha dao. <br /> <br />!Grandemente lo pasaba <br />con aquella prenda mía, <br />viviendo con alegría <br />como la mosca en la miel! <br />!amigo, qué tiempo aquél! <br />!la pucha, que la quería! <br /> <br />Era la águila que a un árbol <br />dende las nubes bajó; <br />era mas linda que el alba <br />cuando va rayando el sol; <br />era la flor deliciosa <br />que entre el trebolar creció. <br /> <br />Pero, amigo, el Comendante <br />que mandaba la milicia, <br />como que no desperdicia <br />se fué refalando a casa; <br />yo le conocí en la traza <br />que el hombre traiba malicia. <br /> <br />El me daba voz de amigo, <br />pero no le tenía fe; <br />era el jefe, y ya se ve, <br />no podía competir yo; <br />en mi rancho se pegó <br />lo mesmo que un saguaipé. <br /> <br />A poco andar, conocí <br />que ya me había desbancao, <br />y el siempre muy entonao, <br />aunque sin darme ni un cobre, <br />me tenía de lao a lao <br />como encomienda de pobre. <br /> <br />A cada rato, de chasque <br />me hacía dir a gran distancia; <br />ya me mandaba a una estancia, <br />ya al pueblo, ya a la frontera; <br />pero él en la comendancia <br />no ponía los pies siquiera. <br /> <br />Es triste a no poder más <br />el hombre en su padecer, <br />si no tiene una mujer <br />que lo ampare y lo consuele: <br />mas pa que otro se la pele <br />lo mejor es no tener. <br /> <br />No me gusta que otro gallo <br />le cacaree a mi gallina; <br />yo andaba ya con la espina, <br />hasta que en una ocasión <br />lo pille junto al jogón <br />abrazándome a la china. <br /> <br />Tenía el viejito una cara <br />de ternero mal lamido, <br />y al verle tan atrevido <br />le dije:-!Que le aproveche!... <br />que había sido pa el amor <br />como gaucho pa la leche. <br /> <br />Peló la espalda y se vino <br />como a quererme ensartar, <br />pero yo sin tutubiar <br />le volví al punto a decir: <br />-!Cuidado!, no te vas a per...tigo; <br />poné cuarta pa salir. <br /> <br />Un puntazo me largó, <br />pero el cuerpo le saqué, <br />y en cuanto se lo quité, <br />para no matar un viejo, <br />con cuidado, medio de lejos <br />un palazo le asenté. <br /> <br />Y como nunca al que manda <br />le falta algún adulón, <br />uno que en esa ocasión <br />se encontraba allí presente, <br />vino apretando los dientes <br />como perrito mamón. <br /> <br />Me hizo un tiro de revuélver <br />que el hombre creyó siguro; <br />era confiado y le juro <br />que cerquita se arrimaba, <br />pero, siempre en un apuro <br />se desentumen mis tabas. <br /> <br />El me siguió menudiando <br />mas sin poderme acertar, <br />y yo, déle culebriar, <br />hasta que al fin le dentré <br />y ahi no más lo despaché <br />sin dejarlo resollar. <br /> <br />Dentré a campiar en seguida <br />al viejito enamorao... <br />el pobre se había ganao <br />en un noque de lejía. <br />!Quién sabe cómo estaría <br />del susto que había llevao! <br /> <br />!Es zonzo el cristiano macho <br />cuando el amor lo domina! <br />el la miraba a la indina, <br />y una cosa tan jedionda <br />sentí yo, que ni en la fonda <br />he visto tal jedentina <br /> <br />Y le dije:-Pa su agüela <br />han de ser esas perdices. <br />Yo me tapé las narices, <br />y me salí esternudando, <br />y el viejo quedó olfatiando <br />como chico con lumbrices. <br /> <br />Cuando la mula recula, <br />señal que quiere cociar, <br />ansí se suele portar <br />aunque ella lo disimula; <br />recula como la mula <br />la mujer, para olvidar. <br /> <br />Alcé mis ponchos y mis prendas <br />y me largué a padecer <br />por culpa de una mujer <br />que quiso engañar a dos; <br />al rancho le dije adiós, <br />para nunca más vover. <br /> <br />Las mujeres, dende entonces, conocí a todas en una; <br />ya no he de probar fortuna <br />con carta tan conocida: <br />mujer y perra parida, <br />!No se me acerca ninguna!.
Letra nueva de la canción
-Amigazo, pa sufrir <br />an nacido los varones; <br />estas son las ocasiones <br />de mostrarse un hombre juerte, <br />hasta que venga la muerte <br />y lo agarre a coscorrones. <br /> <br />El andar tan despilchao <br />ningun mérito me quita; <br />sin ser un alma bendita <br />me duelo del mal ajeno: <br />soy un pastel con relleno <br />que parece torta frita. <br /> <br />Tampoco me faltan males <br />y desgracias, le prevengo; <br />también mis desdichas tengo, <br />aunque esto poco me aflige: <br />yo se hacerme el chango rengo <br />cuando la cosa lo esige. <br /> <br />Y con algunos ardiles <br />voy viviendo, aunque rotoso; <br />a veces me hago el sarnoso <br />y no tengo ni un granito, <br />pero al chifle voy ganoso <br />como panzón al maíz frito. <br /> <br />A mí no me matan penas <br />mientras tenga el cuero sano; <br />venga el sol en el verano <br />y la escarcha en el invierno <br />por qué afligirse el cristiano? <br /> <br />Hagámosle cara fiera <br />a los males, compañero, <br />porque el zorro más matrero <br />suele cair como un chorlito; <br />viene por un corderito <br />y en la estaca deja el cuero. <br /> <br />Hoy tenemos que sufrir <br />males que no tienen nombre, <br />pero esto a nadies lo asombre <br />porque ansina es el pastel, <br />y tiene que dar el hombre <br />mas güeltas que un carretel. <br /> <br />Yo nunca me he de entregar <br />a los brazos de la muerte; <br />arrastro mi triste suerte <br />paso a paso y como pueda, <br />que donde el débil se queda <br />se suele escapar el juerte. <br /> <br />Y ricuerde cada cual <br />lo que cada cual sufrió, <br />que lo que es, amigo, yo, <br />hago ansí la cuenta mía: <br />ya lo pasado pasó; <br />mañana sera otro dia. <br /> <br />Yo también tuve una pilcha <br />que me enllenó el corazón, <br />y si en aquella ocasión <br />alguien me hubiera buscao, <br />siguro que me había hallao <br />más prendido que un botón. <br /> <br />En la güeya del querer <br />no hay animal que se pierda... <br />las mujeres no son lerdas, <br />y todo gaucho es dotor <br />si pa cantarle al amor <br />tiene que templar las cuerdas. <br /> <br />!Quien es de una alma tan dura <br />que no quiera una mujer! <br />lo alivia en su padecer: <br />si no sale calavera <br />es la mejor compañera <br />que el hombre puede tener. <br /> <br />Si es güena, no lo abandona <br />cuando lo ve desgraciao, <br />lo asiste con su cuidao, <br />y con afán cariñoso, <br />y usté tal vez ni un rebozo <br />ni una pollera le ha dao. <br /> <br />!Grandemente lo pasaba <br />con aquella prenda mía, <br />viviendo con alegría <br />como la mosca en la miel! <br />!amigo, qué tiempo aquél! <br />!la pucha, que la quería! <br /> <br />Era la águila que a un árbol <br />dende las nubes bajó; <br />era mas linda que el alba <br />cuando va rayando el sol; <br />era la flor deliciosa <br />que entre el trebolar creció. <br /> <br />Pero, amigo, el Comendante <br />que mandaba la milicia, <br />como que no desperdicia <br />se fué refalando a casa; <br />yo le conocí en la traza <br />que el hombre traiba malicia. <br /> <br />El me daba voz de amigo, <br />pero no le tenía fe; <br />era el jefe, y ya se ve, <br />no podía competir yo; <br />en mi rancho se pegó <br />lo mesmo que un saguaipé. <br /> <br />A poco andar, conocí <br />que ya me había desbancao, <br />y el siempre muy entonao, <br />aunque sin darme ni un cobre, <br />me tenía de lao a lao <br />como encomienda de pobre. <br /> <br />A cada rato, de chasque <br />me hacía dir a gran distancia; <br />ya me mandaba a una estancia, <br />ya al pueblo, ya a la frontera; <br />pero él en la comendancia <br />no ponía los pies siquiera. <br /> <br />Es triste a no poder más <br />el hombre en su padecer, <br />si no tiene una mujer <br />que lo ampare y lo consuele: <br />mas pa que otro se la pele <br />lo mejor es no tener. <br /> <br />No me gusta que otro gallo <br />le cacaree a mi gallina; <br />yo andaba ya con la espina, <br />hasta que en una ocasión <br />lo pille junto al jogón <br />abrazándome a la china. <br /> <br />Tenía el viejito una cara <br />de ternero mal lamido, <br />y al verle tan atrevido <br />le dije:-!Que le aproveche!... <br />que había sido pa el amor <br />como gaucho pa la leche. <br /> <br />Peló la espalda y se vino <br />como a quererme ensartar, <br />pero yo sin tutubiar <br />le volví al punto a decir: <br />-!Cuidado!, no te vas a per...tigo; <br />poné cuarta pa salir. <br /> <br />Un puntazo me largó, <br />pero el cuerpo le saqué, <br />y en cuanto se lo quité, <br />para no matar un viejo, <br />con cuidado, medio de lejos <br />un palazo le asenté. <br /> <br />Y como nunca al que manda <br />le falta algún adulón, <br />uno que en esa ocasión <br />se encontraba allí presente, <br />vino apretando los dientes <br />como perrito mamón. <br /> <br />Me hizo un tiro de revuélver <br />que el hombre creyó siguro; <br />era confiado y le juro <br />que cerquita se arrimaba, <br />pero, siempre en un apuro <br />se desentumen mis tabas. <br /> <br />El me siguió menudiando <br />mas sin poderme acertar, <br />y yo, déle culebriar, <br />hasta que al fin le dentré <br />y ahi no más lo despaché <br />sin dejarlo resollar. <br /> <br />Dentré a campiar en seguida <br />al viejito enamorao... <br />el pobre se había ganao <br />en un noque de lejía. <br />!Quién sabe cómo estaría <br />del susto que había llevao! <br /> <br />!Es zonzo el cristiano macho <br />cuando el amor lo domina! <br />el la miraba a la indina, <br />y una cosa tan jedionda <br />sentí yo, que ni en la fonda <br />he visto tal jedentina <br /> <br />Y le dije:-Pa su agüela <br />han de ser esas perdices. <br />Yo me tapé las narices, <br />y me salí esternudando, <br />y el viejo quedó olfatiando <br />como chico con lumbrices. <br /> <br />Cuando la mula recula, <br />señal que quiere cociar, <br />ansí se suele portar <br />aunque ella lo disimula; <br />recula como la mula <br />la mujer, para olvidar. <br /> <br />Alcé mis ponchos y mis prendas <br />y me largué a padecer <br />por culpa de una mujer <br />que quiso engañar a dos; <br />al rancho le dije adiós, <br />para nunca más vover. <br /> <br />Las mujeres, dende entonces, conocí a todas en una; <br />ya no he de probar fortuna <br />con carta tan conocida: <br />mujer y perra parida, <br />!No se me acerca ninguna!.
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