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Letra actual de la canción
Yo no sé qué tantos meses <br />esta vida me duró; <br />a veces nos obligó <br />la miseria a comer potro: <br />me había acompañao con otros <br />tan desgraciaos como yo <br /> <br />Mas para qué platicar <br />sobre esos males, canejos ? <br />nace el gaucho y se hace viejo, <br />sin que mejore su suerte, <br />hasta que por ahi la muerte <br />sale a cobrarle el pellejo <br /> <br />Pero como no hay desgracia <br />que no acabe alguna vez, <br />me aconteció que después <br />de sufrir tanto rigor, <br />un amigo, por favor, <br />me compuso con el Juez. <br /> <br />Le alvertiré que en mi pago <br />ya no va quedando un criollo: <br />se los ha tragao el hoyo, <br />o juido o muerto en la guerra; <br />porque, amigo, en esta tierra <br />nunca se acaba el embrollo. <br /> <br />Colijo que jué por eso <br />que me llamó el Juez un día, <br />y me dijo que quería <br />hacerme a su lao venir, <br />y que dentrase a servir <br />de soldao de polecía. <br /> <br />Y me largó una proclama <br />tratandome de valiente; <br />que yo era un hombre decente, <br />y que dende aquel momento <br />me nombraba de sargento <br />pa que mandara la gente. <br /> <br />Ansí estuve en la partida, <br />pero ?qué había de mandar? <br />anoche al irlo a tomar <br />vide güena coyontura, <br />y a mí no me gusta andar <br />con la lata a la cintura. <br />.............................. <br /> <br />Ya conoce, pues, quién soy; <br />tenga confianza conmigo: <br />Cruz le dio mano de amigo, <br />y no lo ha de abandonar; <br />juntos podemos buscar <br />pa los dos un mesmo abrigo. <br /> <br />Andaremos de matreros <br />si es preciso pa salvar; <br />nunca nos ha de faltar <br />ni un güen pingo pa juir, <br />ni un pajal ande dormir, <br />ni un matambre que ensartar. <br /> <br />Y cuando sin trapo alguno <br />nos haiga el tiempo dejao, <br />yo le pediré emprestao <br />el cuero a cualquiera lobo, <br />y hago un poncho, si lo sobo, <br />mejor que poncho engomao. <br /> <br />Para mí la cola es pecho <br />y el espinazo es cadera <br />hago mi nido ande quiera <br />y de lo que encuentro como; <br />me echo tierra sobre el lomo <br />y me apeo en cualquier tranquera. <br /> <br />Y dejo rodar la bola, <br />que algún día se ha de parar... <br />tiene el gaucho que aguantar <br />hasta que lo trague el hoyo, <br />o hasta que venga algún criollo <br />en esta tierra a mandar. <br /> <br />Lo miran al pobre gaucho <br />como carne de cogote: <br />lo tratan al estricote <br />y si ansí las cosas andan, <br />porque quieren los que mandan, <br />aguantemos los azotes. <br /> <br />!Pucha! si usté los oyera, <br />como yo en una ocasión <br />tuita la conversación <br />que con otro tuvo el Juez; <br />le asiguro que esa vez <br />se me achicó el corazon. <br /> <br />Hablaban de hacerse ricos <br />con campos en la fronteras, <br />de sacarla más ajuera, <br />donde habia campos baldidos <br />y llevar de los partidos <br />gente que la defendiera. <br /> <br />Todos se güelven proyetos <br />de colonias y carriles, <br />y tirar la plata a miles <br />en los gringos enganchaos, <br />mientras al pobre soldao <br />le pelan la cucha... !ah, viles! <br /> <br />Pero si siguen las cosas <br />como van hasta el presente, <br />puede ser que redepente <br />veamos el campo disierto, <br />y blanquiando solamente <br />los güesos de los que han muerto. <br /> <br />Hace mucho que sufrimos <br />la suerte reculativa <br />trabaja el gaucho y no arriba <br />porque a lo mejor del caso, <br />lo levantan de un sogazo <br />sin dejarle ni saliva. <br /> <br />De los males que sufrimos <br />hablan mucho los puebleros, <br />pero hacen como los teros <br />para esconder sus niditos: <br />en un lao pegan los gritos <br />y en otro tienen los güevos. <br /> <br />Y se hacen los que no aciertan <br />a dar con la coyontura: <br />Mientras al gaucho lo apura <br />con rigor la autoridá, <br />ellos a la enfermedá <br />le están errando la cura.
Letra nueva de la canción
Yo no sé qué tantos meses <br />esta vida me duró; <br />a veces nos obligó <br />la miseria a comer potro: <br />me había acompañao con otros <br />tan desgraciaos como yo <br /> <br />Mas para qué platicar <br />sobre esos males, canejos ? <br />nace el gaucho y se hace viejo, <br />sin que mejore su suerte, <br />hasta que por ahi la muerte <br />sale a cobrarle el pellejo <br /> <br />Pero como no hay desgracia <br />que no acabe alguna vez, <br />me aconteció que después <br />de sufrir tanto rigor, <br />un amigo, por favor, <br />me compuso con el Juez. <br /> <br />Le alvertiré que en mi pago <br />ya no va quedando un criollo: <br />se los ha tragao el hoyo, <br />o juido o muerto en la guerra; <br />porque, amigo, en esta tierra <br />nunca se acaba el embrollo. <br /> <br />Colijo que jué por eso <br />que me llamó el Juez un día, <br />y me dijo que quería <br />hacerme a su lao venir, <br />y que dentrase a servir <br />de soldao de polecía. <br /> <br />Y me largó una proclama <br />tratandome de valiente; <br />que yo era un hombre decente, <br />y que dende aquel momento <br />me nombraba de sargento <br />pa que mandara la gente. <br /> <br />Ansí estuve en la partida, <br />pero ?qué había de mandar? <br />anoche al irlo a tomar <br />vide güena coyontura, <br />y a mí no me gusta andar <br />con la lata a la cintura. <br />.............................. <br /> <br />Ya conoce, pues, quién soy; <br />tenga confianza conmigo: <br />Cruz le dio mano de amigo, <br />y no lo ha de abandonar; <br />juntos podemos buscar <br />pa los dos un mesmo abrigo. <br /> <br />Andaremos de matreros <br />si es preciso pa salvar; <br />nunca nos ha de faltar <br />ni un güen pingo pa juir, <br />ni un pajal ande dormir, <br />ni un matambre que ensartar. <br /> <br />Y cuando sin trapo alguno <br />nos haiga el tiempo dejao, <br />yo le pediré emprestao <br />el cuero a cualquiera lobo, <br />y hago un poncho, si lo sobo, <br />mejor que poncho engomao. <br /> <br />Para mí la cola es pecho <br />y el espinazo es cadera <br />hago mi nido ande quiera <br />y de lo que encuentro como; <br />me echo tierra sobre el lomo <br />y me apeo en cualquier tranquera. <br /> <br />Y dejo rodar la bola, <br />que algún día se ha de parar... <br />tiene el gaucho que aguantar <br />hasta que lo trague el hoyo, <br />o hasta que venga algún criollo <br />en esta tierra a mandar. <br /> <br />Lo miran al pobre gaucho <br />como carne de cogote: <br />lo tratan al estricote <br />y si ansí las cosas andan, <br />porque quieren los que mandan, <br />aguantemos los azotes. <br /> <br />!Pucha! si usté los oyera, <br />como yo en una ocasión <br />tuita la conversación <br />que con otro tuvo el Juez; <br />le asiguro que esa vez <br />se me achicó el corazon. <br /> <br />Hablaban de hacerse ricos <br />con campos en la fronteras, <br />de sacarla más ajuera, <br />donde habia campos baldidos <br />y llevar de los partidos <br />gente que la defendiera. <br /> <br />Todos se güelven proyetos <br />de colonias y carriles, <br />y tirar la plata a miles <br />en los gringos enganchaos, <br />mientras al pobre soldao <br />le pelan la cucha... !ah, viles! <br /> <br />Pero si siguen las cosas <br />como van hasta el presente, <br />puede ser que redepente <br />veamos el campo disierto, <br />y blanquiando solamente <br />los güesos de los que han muerto. <br /> <br />Hace mucho que sufrimos <br />la suerte reculativa <br />trabaja el gaucho y no arriba <br />porque a lo mejor del caso, <br />lo levantan de un sogazo <br />sin dejarle ni saliva. <br /> <br />De los males que sufrimos <br />hablan mucho los puebleros, <br />pero hacen como los teros <br />para esconder sus niditos: <br />en un lao pegan los gritos <br />y en otro tienen los güevos. <br /> <br />Y se hacen los que no aciertan <br />a dar con la coyontura: <br />Mientras al gaucho lo apura <br />con rigor la autoridá, <br />ellos a la enfermedá <br />le están errando la cura.
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