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Letra actual de la canción
-Ya veo que somos los dos <br />astillas del mesmo palo: <br />yo paso por gaucho malo <br />y usté anda del mesmo modo; <br />y yo, pa acabarlo todo, <br />a los indios me refalo. <br /> <br />Pido perdón a mi Dios <br />que tantos bienes me hizo, <br />pero dende que es preciso <br />que viva entre los infeles, <br />yo seré cruel con los crueles: <br />ansi mi suerte lo quiso. <br /> <br />Dios formó lindas las flores, <br />delicadas como son; <br />le dió toda perfeción <br />y cuanto él era capaz, <br />pero al hombre le dió más <br />cuando le dio el corazón. <br /> <br />Le dió claridá a la luz, <br />juerza en su carrera al viento, <br />le dió vida y moviumiento <br />dende la águila al gusano; <br />pero más le dio al cristiano <br />al darle el entendimiento. <br /> <br />Y aunque a las aves les dió, <br />con otras cosas que inoro, <br />esos piquitos como oro <br />y un plumaje como tabla <br />le dió al hombre mas tesoro <br />al darle una lengua que habla. <br /> <br />Y dende que dio a las fieras <br />esa juria tan inmensa, <br />que no hay poder que las venza <br />ni nada que las asombre, <br />?que menos le daría al hombre <br />que el valor pa su defensa?. <br /> <br />Pero tantos bienes juntos <br />al darle, malicio yo <br />que en sus adentros pensó <br />que el hombre los precisaba <br />que los bienes igualaba <br />con las penas que le dió. <br /> <br />Y yo empujao por las mías <br />quiero salir de este infierno: <br />ya no soy pichón muy tierno <br />y sé manejar la lanza, <br />y hasta los indios no alcanza <br />la facultá de Gobierno <br /> <br />Yo sé que allá los caciques <br />amparan a los cristianos, <br />y que los tratan de <br />cuando se van por su gusto. <br />!A qué andar pasando sustos...! <br />alcemos el poncho y vamos. <br /> <br />En la cruzada hay peligros, <br />pero ni aun esto me aterra: <br />yo ruedo sobre la tierra <br />arrastrao por mi destino; <br />y si erramos el camino... <br />no es el primero que lo erra. <br /> <br />Si hemos de salvar o no, <br />de esto naides nos responde; <br />derecho ande el sol se esconde <br />tierra adentro hay que tirar; <br />algun día hemos de llegar... <br />despues sabremos a dónde. <br /> <br />No hemos de perder el rumbo: <br />los dos somos güena yunta. <br />el que es gaucho ve ande apunta <br />aunque inora ande se encuentra; <br />pa el lao en que el sol se dentra <br />pueblan los pastos la punta. <br /> <br />De hambre no pereceremos, <br />pues, sigún otros me han dicho, <br />en los campos se hallan bichos <br />de los que uno necesita... <br />gamas, matacos, mulitas <br />avestruces y quirquinchos. <br /> <br />Cuando se anda en el desierto <br />se come uno hasta las colas; <br />lo han cruzao mujeres solas <br />llegando al fin con salú, <br />y ha de ser gaucho el ñandú <br />que se escape de mis bolas. <br /> <br />Tampoco a la sé le temo; <br />yo la aguanto muy contento; <br />busco agua olfatiando el viento <br />y, dende que no soy manco, <br />ande hay duraznillo blanco <br />cavo, y la saco al momento. <br /> <br />Allá habrá siguridá <br />ya que aquí no la tenemos; <br />menos males pasaremos <br />y ha de haber grande alegría <br />el día que nos descolguemos <br />en alguna toldería. <br /> <br />Fabricaremos un toldo, <br />como lo hacen tantos otros, <br />con unos cueros de potro, <br />que sea sala y sea cocina. <br />!Tal vez no falte una china <br />que se apiade de nosotros! <br /> <br />Allá no hay que trabajar, <br />vive uno como un señor; <br />de cuando en cuando un malón, <br />y si de él sale con vida, <br />lo pasa echao panza arriba <br />mirando dar güelta el sol. <br /> <br />Y ya que a juerza de golpes <br />la suerte nos dejó a flus <br />puede que allá veamos luz <br />y se acaben nuestras penas: <br />todas las tierras son güenas; <br />vamosnós, amigo Cruz. <br /> <br />El que maneja las bolas, <br />el que sabe echar un pial <br />y sentarsele a un bagual <br />sin miedo de que lo baje, <br />entre los mesmos salvajes <br />no puede pasarlo mal. <br /> <br />El amor como la guerra <br />lo hace el criollo con canciones; <br />a mas de eso en los malones <br />podemos aviarnos de algo; <br />en fin amigo, yo salgo <br />de estas pelegrinaciones. <br /> <br />En este punto el cantor <br />buscó un porrón pa consuelo, <br />echó un trago como un cielo, <br />dando fin a su argumento; <br />y de un golpe el instrumento <br />lo hizo astillas contra el suelo. <br /> <br />-Ruempo -dijo-, la guitarra, <br />pa no volverme a tentar; <br />ninguno la ha de tocar, <br />por siguro tengaló; <br />pues naides ha de cantar <br />cuando este gaucho cantó. <br /> <br />Y daré fin a mis coplas <br />con aire de relación; <br />nunca falta un preguntón <br />más curioso que mujer, <br />y tal vez quiera saber <br />como jué la conclusión. <br /> <br />Cruz y Fierro de una estancia <br />una tropilla se arriaron; <br />por delante se la echaron <br />como criollos entendidos, <br />y pronto sin ser sentidos <br />por la frontera cruzaron. <br /> <br />Y cuando la habían pasao, <br />una madrugada clara <br />le dijo Cruz que mirara <br />las últimas poblaciones, <br />y a Fierro dos lagrimones <br />le rodaron por la cara. <br /> <br />Y siguendo el fiel del rumbo <br />se entraron en el desierto, <br />no sé si los habrán muerto <br />en alguna correría, <br />pero espero que algun día <br />sabré de ellos algo cierto. <br /> <br />Y ya con estas noticias <br />mi relacion acabé; <br />por ser ciertas las conté, <br />todas la desgracias dichas: <br />es un telar de desdichas <br />cada gaucho que usté ve. <br /> <br />Pero ponga su esperanza <br />en el dios que lo formó; <br />y aquí me despido yo <br />que he relatao a mi modo <br />males que conocen todos, <br />pero que naides contó.
Letra nueva de la canción
-Ya veo que somos los dos <br />astillas del mesmo palo: <br />yo paso por gaucho malo <br />y usté anda del mesmo modo; <br />y yo, pa acabarlo todo, <br />a los indios me refalo. <br /> <br />Pido perdón a mi Dios <br />que tantos bienes me hizo, <br />pero dende que es preciso <br />que viva entre los infeles, <br />yo seré cruel con los crueles: <br />ansi mi suerte lo quiso. <br /> <br />Dios formó lindas las flores, <br />delicadas como son; <br />le dió toda perfeción <br />y cuanto él era capaz, <br />pero al hombre le dió más <br />cuando le dio el corazón. <br /> <br />Le dió claridá a la luz, <br />juerza en su carrera al viento, <br />le dió vida y moviumiento <br />dende la águila al gusano; <br />pero más le dio al cristiano <br />al darle el entendimiento. <br /> <br />Y aunque a las aves les dió, <br />con otras cosas que inoro, <br />esos piquitos como oro <br />y un plumaje como tabla <br />le dió al hombre mas tesoro <br />al darle una lengua que habla. <br /> <br />Y dende que dio a las fieras <br />esa juria tan inmensa, <br />que no hay poder que las venza <br />ni nada que las asombre, <br />?que menos le daría al hombre <br />que el valor pa su defensa?. <br /> <br />Pero tantos bienes juntos <br />al darle, malicio yo <br />que en sus adentros pensó <br />que el hombre los precisaba <br />que los bienes igualaba <br />con las penas que le dió. <br /> <br />Y yo empujao por las mías <br />quiero salir de este infierno: <br />ya no soy pichón muy tierno <br />y sé manejar la lanza, <br />y hasta los indios no alcanza <br />la facultá de Gobierno <br /> <br />Yo sé que allá los caciques <br />amparan a los cristianos, <br />y que los tratan de <br />cuando se van por su gusto. <br />!A qué andar pasando sustos...! <br />alcemos el poncho y vamos. <br /> <br />En la cruzada hay peligros, <br />pero ni aun esto me aterra: <br />yo ruedo sobre la tierra <br />arrastrao por mi destino; <br />y si erramos el camino... <br />no es el primero que lo erra. <br /> <br />Si hemos de salvar o no, <br />de esto naides nos responde; <br />derecho ande el sol se esconde <br />tierra adentro hay que tirar; <br />algun día hemos de llegar... <br />despues sabremos a dónde. <br /> <br />No hemos de perder el rumbo: <br />los dos somos güena yunta. <br />el que es gaucho ve ande apunta <br />aunque inora ande se encuentra; <br />pa el lao en que el sol se dentra <br />pueblan los pastos la punta. <br /> <br />De hambre no pereceremos, <br />pues, sigún otros me han dicho, <br />en los campos se hallan bichos <br />de los que uno necesita... <br />gamas, matacos, mulitas <br />avestruces y quirquinchos. <br /> <br />Cuando se anda en el desierto <br />se come uno hasta las colas; <br />lo han cruzao mujeres solas <br />llegando al fin con salú, <br />y ha de ser gaucho el ñandú <br />que se escape de mis bolas. <br /> <br />Tampoco a la sé le temo; <br />yo la aguanto muy contento; <br />busco agua olfatiando el viento <br />y, dende que no soy manco, <br />ande hay duraznillo blanco <br />cavo, y la saco al momento. <br /> <br />Allá habrá siguridá <br />ya que aquí no la tenemos; <br />menos males pasaremos <br />y ha de haber grande alegría <br />el día que nos descolguemos <br />en alguna toldería. <br /> <br />Fabricaremos un toldo, <br />como lo hacen tantos otros, <br />con unos cueros de potro, <br />que sea sala y sea cocina. <br />!Tal vez no falte una china <br />que se apiade de nosotros! <br /> <br />Allá no hay que trabajar, <br />vive uno como un señor; <br />de cuando en cuando un malón, <br />y si de él sale con vida, <br />lo pasa echao panza arriba <br />mirando dar güelta el sol. <br /> <br />Y ya que a juerza de golpes <br />la suerte nos dejó a flus <br />puede que allá veamos luz <br />y se acaben nuestras penas: <br />todas las tierras son güenas; <br />vamosnós, amigo Cruz. <br /> <br />El que maneja las bolas, <br />el que sabe echar un pial <br />y sentarsele a un bagual <br />sin miedo de que lo baje, <br />entre los mesmos salvajes <br />no puede pasarlo mal. <br /> <br />El amor como la guerra <br />lo hace el criollo con canciones; <br />a mas de eso en los malones <br />podemos aviarnos de algo; <br />en fin amigo, yo salgo <br />de estas pelegrinaciones. <br /> <br />En este punto el cantor <br />buscó un porrón pa consuelo, <br />echó un trago como un cielo, <br />dando fin a su argumento; <br />y de un golpe el instrumento <br />lo hizo astillas contra el suelo. <br /> <br />-Ruempo -dijo-, la guitarra, <br />pa no volverme a tentar; <br />ninguno la ha de tocar, <br />por siguro tengaló; <br />pues naides ha de cantar <br />cuando este gaucho cantó. <br /> <br />Y daré fin a mis coplas <br />con aire de relación; <br />nunca falta un preguntón <br />más curioso que mujer, <br />y tal vez quiera saber <br />como jué la conclusión. <br /> <br />Cruz y Fierro de una estancia <br />una tropilla se arriaron; <br />por delante se la echaron <br />como criollos entendidos, <br />y pronto sin ser sentidos <br />por la frontera cruzaron. <br /> <br />Y cuando la habían pasao, <br />una madrugada clara <br />le dijo Cruz que mirara <br />las últimas poblaciones, <br />y a Fierro dos lagrimones <br />le rodaron por la cara. <br /> <br />Y siguendo el fiel del rumbo <br />se entraron en el desierto, <br />no sé si los habrán muerto <br />en alguna correría, <br />pero espero que algun día <br />sabré de ellos algo cierto. <br /> <br />Y ya con estas noticias <br />mi relacion acabé; <br />por ser ciertas las conté, <br />todas la desgracias dichas: <br />es un telar de desdichas <br />cada gaucho que usté ve. <br /> <br />Pero ponga su esperanza <br />en el dios que lo formó; <br />y aquí me despido yo <br />que he relatao a mi modo <br />males que conocen todos, <br />pero que naides contó.
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