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Letra actual de la canción
EL CARRERO <br />(Poema) <br />Tito Fernández <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Cuando la máquina todavía no llegaba al campo <br />y la carreta y los bueyes eran la única forma de mover las cosas <br />de un lao p'al otro. <br /> <br />Apenas había un tractor, en otra hijuela, <br />por allá lejos, <br />y una trilladora de los gringos que servía p'a la trilla <br />de too lo que por ahi se sembraba. <br /> <br />Pero no me avergüenzo de eso. <br />Ni de mis patas duras, <br />ni del hambre de media tarde. <br />Ni del único pantalón decente que me ponía los Domingos <br />p'a parecerme un poco a la otra gente. <br /> <br />Yo conocí el olor de la coyunda <br />y el áspero filo del cáñamo sisal <br />cuando era el tiempo de los fardos. <br /> <br />Conozco el arao, el azadón. <br />Sé ponerle un garabato al más porfiao de los chanchos <br />y conozco tamién el cuchillón <br />y la importancia de un cuero de oveja <br />cuando el Invierno se nos venía encima. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico, <br />y el sol me pillaba, siempre, <br />en la mitad del camino <br />cuando se asomaba, medio dormío todavía, <br />a mirar, curioso, qué era lo que estaba pasando por allí. <br /> <br />Así llevé el trigo p'al molino <br />y los corderos p'a la Feria de Loncoche. <br /> <br />Así llevé al abuelo p'al doctor, p'allá p'al pueblo, <br />y a mi hermana mayor p'a que se matrimoniara <br />con un vecino que se había quedao viudo <br />y necesitaba una mujer p'a la casa y p'a sus cauros chicos. <br /> <br />Muchas veces me dormí debajo'e la carreta <br />después de haber soltao a los bueyes <br />p'a que tomaran agua <br />y pastaran un rato. <br /> <br />Yo no tenía apuro porque el camino era muy largo <br />y me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Entonces ¿P'a qué apurarse? <br /> <br />Desde ese tiempo que traigo <br />estas tremendas ganas de quedarme callao <br />cuando hablan esos que hablan tanto <br />y que dicen tan poco. <br /> <br />Nunca he conocío a un hombre <br />que hable mejor que el viento <br />o que cante más bonito que el río <br /> <br />Por eso es que parezco triste. <br /> <br />Por eso es que a veces parece que estoy medio enojao, <br />pero no estoy. <br /> <br />Es que estoy escuchando a ver si el viento me trae noticias <br />de mis viejos tiempos <br />cuando too parecía ser mejor. <br /> <br />Yo me acuerdo que me gustaba cantar, a todo pulmón, <br />parao en la punta de un cerro <br />p'a que el eco me cantara de nuevo <br />lo que yo ya había cantao. <br /> <br />Por eso es que si canto, <br />a veces soy un poco gritón. <br /> <br />Pero casi siempre ando cantando despacito <br />p'a no molestar, <br />porque todos están demasiado ocupados <br />en cosas importantes <br />y un grito, aunque sea cantado, <br />no ayuda mucho p'a esas cosas. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico <br />y es por eso que no sé quedarme quieto <br />y ando, de un lao p'al otro <br />acarriando cualquier cosa, aunque eso no sirva de mucho. <br /> <br />Ya no me quedan noventa años por vivir <br />y de repente nomás me puedo subir a la carreta, esa, <br />que se lleva a la gente p'a otro mundo. <br /> <br />Pero tampoco estoy seguro de eso <br />y a lo mejor no hay otro mundo <br />ni carreta que se lo lleve a uno p'allá. <br /> <br />La verdá es que no sé muchas cosas, <br />de esas que sabe la gente <br />pero me han hecho harto pocaza falta. <br /> <br />Es que yo vengo de un tiempo en que too <br />era casi regalao. <br /> <br />No había que comprar el agua <br />y la sal costaba muy poquito. <br /> <br />Los huevos los ponían las gallinas <br />y las gallinas salían de otros huevos <br />que habían sido puestos, antes, por otras gallinas <br />que nadie sabe cómo llegaron allí <br />porque nadie las vió venir de niuna parte. <br /> <br />Y había que enterrar unas pepas de manzana, nomás, <br />p'a que saliera todo un árbol. <br /> <br />A lo mejor las cosas feas las vivían los "grandes" <br />pero yo nunca supe. <br /> <br />Nunca vi cosas feas y me gustaba el tiempo <br />de acarrear madera <br />porque el viaje era largazo <br />y nos daban tortilla con manteca <br /> <br />Había mucho bosque <br />y uno tenía que andar como un día y medio <br />p'a llegar al aserradero. <br /> <br />La primera vez que vi el motor <br />casi me asusto de cierto, <br />pero después me acostumbré y me gustaba cuando <br />tocaba el pito p'a avisar que era la hora de parar la faena. <br /> <br />Ya juera porque se había acabao el día <br />o porque alguno se había "desgraciao" <br />con la sierra. <br /> <br />Ahí nos cargaban como treinta pulgás, <br />de puro tronco, <br />y había que llevarlas hasta el tren. <br /> <br />Y el tren pasaba por el pueblo que estaba re lejos <br />así es que había que andar otro día y medio <br />p'a llegar a la Estación. <br /> <br />Nunca me importaron la distancia ni el tiempo <br />porque todavía me quedaban <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Ahora estoy un poco enfermo. <br />Me cuesta hacer las cosas y tengo dolores <br />por toas partes y me canso. <br /> <br />Es que la ciudad lo va matando, a uno, de a poco <br />con su ruido, su afán de andar corriendo, <br />y la mugre que se le mete, a uno, en los pulmones <br />de puro respirar. <br /> <br />No debí haberme venío a la ciudad. <br />Debí haberme quedao allá en el campo <br />donde jué que nací. <br />Así es que too lo que me pasa es por culpa de mi tontera <br />y qué sé yo que más. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Cuando la máquina todavía no llegaba al campo <br />y la carreta y los bueyes eran la única forma de mover las cosas de un lao p'al otro. <br /> <br />A veces me agarra una pena juerte <br />y me doy vueltas y veo puros autos. <br /> <br />Yo no tenía amigos <br />porque no había más cauros chicos en la casa, <br />pero tenía un perro que andaba conmigo <br />p'a toas partes. <br /> <br />Cuando el camino era largo, se subía a la carreta <br />y se echaba, con la lengua ajuera, y me movía la cola <br />porque así hablaba él. <br />Se llamaba "perro" porque yo no sabía <br />que había que ponerle nombre. <br /> <br />Por eso los bueyes se llamaban bueyes <br />y la gente se llamaba gente <br />y el cielo se llamaba cielo. <br /> <br />Yo no me acuerdo como me llamaba <br />pero debo haberme llamado "gente" <br />como todos los demás. <br />Aunque si lo pienso mejor <br />a lo mejor me llamaba niño. <br /> <br />Qué sé yo. <br /> <br />Cuando se murió el agüelo y lo llevamos al cementerio <br />aprendí que la gente se muere, <br />y cuando nació la guagua de mi hermana <br />aprendí que uno nace. <br /> <br />Después aprendí que hay harto que hacer <br />entre una cosa y otra. <br /> <br />Por eso ahora me pregunto, a veces, <br />qué es lo que me falta por hacer. <br /> <br />Pero no encuentro la respuesta <br />porque no le puedo preguntar a río ni al viento. <br /> <br />El otro día vino un gorrión a pararse en mi ventana, <br />pero sabía menos que yo y se anduvo asustando <br />cuando me escuchó hablar como gorrión. <br /> <br />No debí haberme venío a la ciudad. <br />Debí haberme quedao allá en el campo <br />donde jué que nací. <br /> <br />Allá no había enfermedades, ni tos, <br />ni dolores de huesos. <br /> <br />A veces vienen algunas gentes a conversar conmigo <br />y me preguntan cosas. <br />Pero no les gusta lo que digo. <br />Quieren que diga otras cosas que yo no sé decir. <br /> <br />Entonces se van medio enojaos. <br />Es que nunca aprendí a contestar <br />porque nadie me preguntó, nunca, ninguna cosa. <br /> <br />En cambio el agüelo era sabio <br />porque cuando él era niño los niños hablaban <br />con el cóndor y con el puma <br />y el cóndor y el puma lo saben casi todo. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Pero además de ser carrero juí niño <br />así es que me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Pero además de ser carrero juí niño <br />así es que me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Pero además de ser carrero juí niño <br />así es que me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir.
Letra nueva de la canción
EL CARRERO <br />(Poema) <br />Tito Fernández <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Cuando la máquina todavía no llegaba al campo <br />y la carreta y los bueyes eran la única forma de mover las cosas <br />de un lao p'al otro. <br /> <br />Apenas había un tractor, en otra hijuela, <br />por allá lejos, <br />y una trilladora de los gringos que servía p'a la trilla <br />de too lo que por ahi se sembraba. <br /> <br />Pero no me avergüenzo de eso. <br />Ni de mis patas duras, <br />ni del hambre de media tarde. <br />Ni del único pantalón decente que me ponía los Domingos <br />p'a parecerme un poco a la otra gente. <br /> <br />Yo conocí el olor de la coyunda <br />y el áspero filo del cáñamo sisal <br />cuando era el tiempo de los fardos. <br /> <br />Conozco el arao, el azadón. <br />Sé ponerle un garabato al más porfiao de los chanchos <br />y conozco tamién el cuchillón <br />y la importancia de un cuero de oveja <br />cuando el Invierno se nos venía encima. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico, <br />y el sol me pillaba, siempre, <br />en la mitad del camino <br />cuando se asomaba, medio dormío todavía, <br />a mirar, curioso, qué era lo que estaba pasando por allí. <br /> <br />Así llevé el trigo p'al molino <br />y los corderos p'a la Feria de Loncoche. <br /> <br />Así llevé al abuelo p'al doctor, p'allá p'al pueblo, <br />y a mi hermana mayor p'a que se matrimoniara <br />con un vecino que se había quedao viudo <br />y necesitaba una mujer p'a la casa y p'a sus cauros chicos. <br /> <br />Muchas veces me dormí debajo'e la carreta <br />después de haber soltao a los bueyes <br />p'a que tomaran agua <br />y pastaran un rato. <br /> <br />Yo no tenía apuro porque el camino era muy largo <br />y me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Entonces ¿P'a qué apurarse? <br /> <br />Desde ese tiempo que traigo <br />estas tremendas ganas de quedarme callao <br />cuando hablan esos que hablan tanto <br />y que dicen tan poco. <br /> <br />Nunca he conocío a un hombre <br />que hable mejor que el viento <br />o que cante más bonito que el río <br /> <br />Por eso es que parezco triste. <br /> <br />Por eso es que a veces parece que estoy medio enojao, <br />pero no estoy. <br /> <br />Es que estoy escuchando a ver si el viento me trae noticias <br />de mis viejos tiempos <br />cuando too parecía ser mejor. <br /> <br />Yo me acuerdo que me gustaba cantar, a todo pulmón, <br />parao en la punta de un cerro <br />p'a que el eco me cantara de nuevo <br />lo que yo ya había cantao. <br /> <br />Por eso es que si canto, <br />a veces soy un poco gritón. <br /> <br />Pero casi siempre ando cantando despacito <br />p'a no molestar, <br />porque todos están demasiado ocupados <br />en cosas importantes <br />y un grito, aunque sea cantado, <br />no ayuda mucho p'a esas cosas. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico <br />y es por eso que no sé quedarme quieto <br />y ando, de un lao p'al otro <br />acarriando cualquier cosa, aunque eso no sirva de mucho. <br /> <br />Ya no me quedan noventa años por vivir <br />y de repente nomás me puedo subir a la carreta, esa, <br />que se lleva a la gente p'a otro mundo. <br /> <br />Pero tampoco estoy seguro de eso <br />y a lo mejor no hay otro mundo <br />ni carreta que se lo lleve a uno p'allá. <br /> <br />La verdá es que no sé muchas cosas, <br />de esas que sabe la gente <br />pero me han hecho harto pocaza falta. <br /> <br />Es que yo vengo de un tiempo en que too <br />era casi regalao. <br /> <br />No había que comprar el agua <br />y la sal costaba muy poquito. <br /> <br />Los huevos los ponían las gallinas <br />y las gallinas salían de otros huevos <br />que habían sido puestos, antes, por otras gallinas <br />que nadie sabe cómo llegaron allí <br />porque nadie las vió venir de niuna parte. <br /> <br />Y había que enterrar unas pepas de manzana, nomás, <br />p'a que saliera todo un árbol. <br /> <br />A lo mejor las cosas feas las vivían los "grandes" <br />pero yo nunca supe. <br /> <br />Nunca vi cosas feas y me gustaba el tiempo <br />de acarrear madera <br />porque el viaje era largazo <br />y nos daban tortilla con manteca <br /> <br />Había mucho bosque <br />y uno tenía que andar como un día y medio <br />p'a llegar al aserradero. <br /> <br />La primera vez que vi el motor <br />casi me asusto de cierto, <br />pero después me acostumbré y me gustaba cuando <br />tocaba el pito p'a avisar que era la hora de parar la faena. <br /> <br />Ya juera porque se había acabao el día <br />o porque alguno se había "desgraciao" <br />con la sierra. <br /> <br />Ahí nos cargaban como treinta pulgás, <br />de puro tronco, <br />y había que llevarlas hasta el tren. <br /> <br />Y el tren pasaba por el pueblo que estaba re lejos <br />así es que había que andar otro día y medio <br />p'a llegar a la Estación. <br /> <br />Nunca me importaron la distancia ni el tiempo <br />porque todavía me quedaban <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Ahora estoy un poco enfermo. <br />Me cuesta hacer las cosas y tengo dolores <br />por toas partes y me canso. <br /> <br />Es que la ciudad lo va matando, a uno, de a poco <br />con su ruido, su afán de andar corriendo, <br />y la mugre que se le mete, a uno, en los pulmones <br />de puro respirar. <br /> <br />No debí haberme venío a la ciudad. <br />Debí haberme quedao allá en el campo <br />donde jué que nací. <br />Así es que too lo que me pasa es por culpa de mi tontera <br />y qué sé yo que más. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Cuando la máquina todavía no llegaba al campo <br />y la carreta y los bueyes eran la única forma de mover las cosas de un lao p'al otro. <br /> <br />A veces me agarra una pena juerte <br />y me doy vueltas y veo puros autos. <br /> <br />Yo no tenía amigos <br />porque no había más cauros chicos en la casa, <br />pero tenía un perro que andaba conmigo <br />p'a toas partes. <br /> <br />Cuando el camino era largo, se subía a la carreta <br />y se echaba, con la lengua ajuera, y me movía la cola <br />porque así hablaba él. <br />Se llamaba "perro" porque yo no sabía <br />que había que ponerle nombre. <br /> <br />Por eso los bueyes se llamaban bueyes <br />y la gente se llamaba gente <br />y el cielo se llamaba cielo. <br /> <br />Yo no me acuerdo como me llamaba <br />pero debo haberme llamado "gente" <br />como todos los demás. <br />Aunque si lo pienso mejor <br />a lo mejor me llamaba niño. <br /> <br />Qué sé yo. <br /> <br />Cuando se murió el agüelo y lo llevamos al cementerio <br />aprendí que la gente se muere, <br />y cuando nació la guagua de mi hermana <br />aprendí que uno nace. <br /> <br />Después aprendí que hay harto que hacer <br />entre una cosa y otra. <br /> <br />Por eso ahora me pregunto, a veces, <br />qué es lo que me falta por hacer. <br /> <br />Pero no encuentro la respuesta <br />porque no le puedo preguntar a río ni al viento. <br /> <br />El otro día vino un gorrión a pararse en mi ventana, <br />pero sabía menos que yo y se anduvo asustando <br />cuando me escuchó hablar como gorrión. <br /> <br />No debí haberme venío a la ciudad. <br />Debí haberme quedao allá en el campo <br />donde jué que nací. <br /> <br />Allá no había enfermedades, ni tos, <br />ni dolores de huesos. <br /> <br />A veces vienen algunas gentes a conversar conmigo <br />y me preguntan cosas. <br />Pero no les gusta lo que digo. <br />Quieren que diga otras cosas que yo no sé decir. <br /> <br />Entonces se van medio enojaos. <br />Es que nunca aprendí a contestar <br />porque nadie me preguntó, nunca, ninguna cosa. <br /> <br />En cambio el agüelo era sabio <br />porque cuando él era niño los niños hablaban <br />con el cóndor y con el puma <br />y el cóndor y el puma lo saben casi todo. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Pero además de ser carrero juí niño <br />así es que me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Pero además de ser carrero juí niño <br />así es que me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir. <br /> <br />Yo juí "carrero" cuando era cauro chico. <br />Pero además de ser carrero juí niño <br />así es que me quedaban, todavía, <br />como noventa años por vivir.
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