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Letra actual de la canción
Clavado en su tapado de hormigón <br />lo hallaron en una demolición <br />Sus uñas eran como de Carey <br />Su boca parecía fumando <br /> <br />En medio de esa horrible situación <br />un hobrero chicano exclamó <br />¡Dios mío que pedazo de porción! <br />¡Es como un fabuloso andamio! <br /> <br />Era el de Tittarelli el gran ampón <br />Aquel de los casinos en el broncs <br />Su fama no fue una cuestión de ley <br />fue relativa a su tamaño <br /> <br />El Italiano era un gran señor <br />Siempre dispuesto a hacerte el favor <br />Con aires de gran lord y ese olor <br />tan de napolitano. <br /> <br />Y las viejas, en el broncsciento de New York, <br />aún suspiran por el habano del ampón. <br />El cilindro, que tantas noches provocó <br />mil sudores y algún que otro embrión. <br /> <br />Que complicado fue lo de Eliot Ness <br />tratando de apresar a ese gran pez <br />Se dice que Eliot hasta se vistió <br />de loca bataclana a veces. <br /> <br />Las malas lenguas dicen que no fue <br />que lo hizo para cumplir con la ley. <br />Se cuenta que una noche se lo vió <br />yirando por nueva jersey <br /> <br />Que Tittarelli un día lo siguió <br />súbitamente se le apareció <br />le pegó una trompada en el mentón <br />y el otro se escapó llorando <br /> <br />Y el mismo Eliot fue quien ordenó <br />que al ganster lo cubriera el hormigón, <br />al ver que el Italiano despreció <br />tanta carta de amor <br /> <br />Y las viejas, en el broncsciento de New York, <br />aún suspiran por el habano del ampón. <br />El cilindro, que tantas noches provocó <br />mil sudores y algún que otro embrión.
Letra nueva de la canción
Clavado en su tapado de hormigón <br />lo hallaron en una demolición <br />Sus uñas eran como de Carey <br />Su boca parecía fumando <br /> <br />En medio de esa horrible situación <br />un hobrero chicano exclamó <br />¡Dios mío que pedazo de porción! <br />¡Es como un fabuloso andamio! <br /> <br />Era el de Tittarelli el gran ampón <br />Aquel de los casinos en el broncs <br />Su fama no fue una cuestión de ley <br />fue relativa a su tamaño <br /> <br />El Italiano era un gran señor <br />Siempre dispuesto a hacerte el favor <br />Con aires de gran lord y ese olor <br />tan de napolitano. <br /> <br />Y las viejas, en el broncsciento de New York, <br />aún suspiran por el habano del ampón. <br />El cilindro, que tantas noches provocó <br />mil sudores y algún que otro embrión. <br /> <br />Que complicado fue lo de Eliot Ness <br />tratando de apresar a ese gran pez <br />Se dice que Eliot hasta se vistió <br />de loca bataclana a veces. <br /> <br />Las malas lenguas dicen que no fue <br />que lo hizo para cumplir con la ley. <br />Se cuenta que una noche se lo vió <br />yirando por nueva jersey <br /> <br />Que Tittarelli un día lo siguió <br />súbitamente se le apareció <br />le pegó una trompada en el mentón <br />y el otro se escapó llorando <br /> <br />Y el mismo Eliot fue quien ordenó <br />que al ganster lo cubriera el hormigón, <br />al ver que el Italiano despreció <br />tanta carta de amor <br /> <br />Y las viejas, en el broncsciento de New York, <br />aún suspiran por el habano del ampón. <br />El cilindro, que tantas noches provocó <br />mil sudores y algún que otro embrión.
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