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Letra actual de la canción
Arauco <br />furia delgada, <br />copa de pólvora y sangre, <br />ciudadela envenenada <br />desgarrando su ropaje, <br />fiel madera maltratada <br />por la ráfaga y el beso <br />y las furias enterradas <br />de tus muertos. <br /> <br />Arauco <br />claro y solemne <br />bastión extremo de América, <br />libro de sólido polvo, <br />áspera flor salitrera, <br />turbio vaso de cenizas <br />que bebemos en vigilia <br />para hacer de tus caídos <br />otra espiga, <br />fundamental, <br />amorosa <br />y plena. <br /> <br />Al tiempo oscuro de las nevadas <br />vino el hierro, la cruz gamada <br />vino el fuego quemando a gritos <br />vino el mito con su emboscada <br />la emboscada con su presente <br />el presente con su hondonada <br />la hondonada de toda raza <br />el recuerdo que ardiente enlaza <br />más la soga que cae al cuello <br />y ese instante que era tan bello <br />y lo bello que fue lo fuerte <br />y lo fuerte que era lo mío <br />y lo mío que es tan de todos <br />y esta noche me ablanda el modo <br />de los pueblos y de su historia <br />que les triza la esquiva gloria <br />que les mata la luz en sueño <br />que les clava en mitad de empeño <br />que les priva de la memoria. <br /> <br />Tanto dolor goteando de tus piedras <br />tanto furor huraño desarmado <br />tanto rufián quebrándote los huesos <br />tanta paciencia frente a tanta muerte <br />tanto maldito arándote la espalda. <br /> <br />Madurarán llamándonos, <br />madurarán nombrándonos a diario, <br />hinchándose <br />como un velamen en que sopla el pueblo <br />su alada intuición, <br />su claridad. <br />fundamental, <br />amorosa <br />y plena. <br /> <br />Llega volteando el viento de los sauzales <br />la palabra agrieta los males <br />se anda un libro claro y sencillo <br />los amores arden caudales <br />el arado escribe su surco <br />vuela el hurco (...) el tiempo <br />y es acaso una primavera <br />la que encauza el reloj viviente <br />la que encrespa la tierra entera <br />la que estorba al indiferente <br />la que poda entre los raudales <br />poco a poco el dolor macizo <br />ha tardado el fin de la noche <br />se ha pegado en ella el hechizo <br />pero habiendo signos precisos <br />el anillo (...) tierra <br />y existiendo pruebas tenaces <br />ya sabemos que habrá una guerra <br />el tiempo antes de urgir las paces. <br /> <br />No brotarás, no brotarás, no brotarás <br />Arauco <br />como una rama <br />rota, dura, huraña <br />y llena de sangre y de rencor <br />golpeando otro. <br /> <br />Levántate, levántate, levántate <br />Arauco <br />con vieja mano <br />donde (...) <br />la pupila del fusil <br />mirando lejos.
Letra nueva de la canción
Arauco <br />furia delgada, <br />copa de pólvora y sangre, <br />ciudadela envenenada <br />desgarrando su ropaje, <br />fiel madera maltratada <br />por la ráfaga y el beso <br />y las furias enterradas <br />de tus muertos. <br /> <br />Arauco <br />claro y solemne <br />bastión extremo de América, <br />libro de sólido polvo, <br />áspera flor salitrera, <br />turbio vaso de cenizas <br />que bebemos en vigilia <br />para hacer de tus caídos <br />otra espiga, <br />fundamental, <br />amorosa <br />y plena. <br /> <br />Al tiempo oscuro de las nevadas <br />vino el hierro, la cruz gamada <br />vino el fuego quemando a gritos <br />vino el mito con su emboscada <br />la emboscada con su presente <br />el presente con su hondonada <br />la hondonada de toda raza <br />el recuerdo que ardiente enlaza <br />más la soga que cae al cuello <br />y ese instante que era tan bello <br />y lo bello que fue lo fuerte <br />y lo fuerte que era lo mío <br />y lo mío que es tan de todos <br />y esta noche me ablanda el modo <br />de los pueblos y de su historia <br />que les triza la esquiva gloria <br />que les mata la luz en sueño <br />que les clava en mitad de empeño <br />que les priva de la memoria. <br /> <br />Tanto dolor goteando de tus piedras <br />tanto furor huraño desarmado <br />tanto rufián quebrándote los huesos <br />tanta paciencia frente a tanta muerte <br />tanto maldito arándote la espalda. <br /> <br />Madurarán llamándonos, <br />madurarán nombrándonos a diario, <br />hinchándose <br />como un velamen en que sopla el pueblo <br />su alada intuición, <br />su claridad. <br />fundamental, <br />amorosa <br />y plena. <br /> <br />Llega volteando el viento de los sauzales <br />la palabra agrieta los males <br />se anda un libro claro y sencillo <br />los amores arden caudales <br />el arado escribe su surco <br />vuela el hurco (...) el tiempo <br />y es acaso una primavera <br />la que encauza el reloj viviente <br />la que encrespa la tierra entera <br />la que estorba al indiferente <br />la que poda entre los raudales <br />poco a poco el dolor macizo <br />ha tardado el fin de la noche <br />se ha pegado en ella el hechizo <br />pero habiendo signos precisos <br />el anillo (...) tierra <br />y existiendo pruebas tenaces <br />ya sabemos que habrá una guerra <br />el tiempo antes de urgir las paces. <br /> <br />No brotarás, no brotarás, no brotarás <br />Arauco <br />como una rama <br />rota, dura, huraña <br />y llena de sangre y de rencor <br />golpeando otro. <br /> <br />Levántate, levántate, levántate <br />Arauco <br />con vieja mano <br />donde (...) <br />la pupila del fusil <br />mirando lejos.
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