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Letra actual de la canción
Mirabas hacia el final de la barra <br />a una rubia platino, delgada, <br />con un vestido ceñido que fumaba <br />un Ducados. "¿Qué hago?", preguntabas. <br />"Dile cualquier cosa, <br />si esta noche no duermes en casa, te debo una copa". <br /> <br />Amagaste decidido con ir, <br />"Pero bueno chaval, ¿cómo es que te entran las dudas?" <br />"¿Sabes qué te digo? Paso de la rubia. <br />Esta noche me quedo a tu lado, <br />quiero estar contigo. <br />Jefe, póngale lo que pida aquí al amigo". <br /> <br />Madrid era una hoguera y nosotros incendiarios, <br />aullando a la noche como lobos solitarios. <br />Madrid era un infierno y nosotros el diablo, <br />corre o nuestro tridente te habrá atravesado. <br /> <br />Cuando aquel portero de discoteca <br />decidió al verme que yo no era <br />apto para entrar a su local hortera <br />le dije: "¿Ves a mi colega? <br />Estuvo en prisión <br />porque a un tipo como tú por menos se cargó". <br /> <br />Pero el portero, ni con esas. <br />Riéndonos nos fuimos al bar de enfrente, <br />a emborracharnos, a maldecir mujeres. <br />"¿Sabes,? no estaría nada mal, <br />pasados diez años, <br />en este mismo garito encontrarnos". <br /> <br />Y el trato se cerró. "A esta misma hora". "Aquí estaré yo". <br />Brindamos con cerveza y amaneció. <br />Fue corta la despedida. "¡Cuídate!" "¡Hasta la vista!". <br />"Recuerda, dentro de diez años tienes una cita". <br /> <br />Y el tiempo pasó tan deprisa, <br />acabada la carrera te perdí la pista. <br />No volví a saber nada de tu vida, <br />un día un tipo me dijo que te había visto <br />seduciendo en la barra de un bar <br />a una mujer fatal. <br /> <br />Yo mientras, aguantando el tipo. <br />De vez en cuando me dejan tocar en algún sitio. <br />Desde que te fuiste ya nada es lo mismo. <br />De entonces no me queda nada, <br />sólo pequeñas batallas <br />que antes creía ganadas, que perderé mañana. <br /> <br />Madrid era una hoguera y nosotros incendiarios, <br />aullando a la noche como lobos solitarios. <br />Madrid era un infierno y nosotros el diablo, <br />corre o nuestro tridente te habrá atravesado. <br /> <br />A los diez años, puntualmente, <br />en aquel bar yo te espero impaciente. <br />No ha cambiado tanto allí enfrente, <br />un portero como aquel de entonces, <br />hoy les niega el paso <br />a una pareja de amigos, parecen borrachos. <br /> <br />Pasan las horas mientras te espero, <br />golpean mi cabeza miles de recuerdos. <br />Pasan las horas y tú no apareces, <br />el tiempo todas las batallas vence. <br /> <br />Pasan las horas y de ti no queda nada, <br />sólo una rubia que me mira al pie de la barra. <br />Pasan las horas, decido marcharme y tú no viniste, <br />quizá le diga algo a la rubia antes de irme. <br /> <br />Antes de irme.
Letra nueva de la canción
Mirabas hacia el final de la barra <br />a una rubia platino, delgada, <br />con un vestido ceñido que fumaba <br />un Ducados. "¿Qué hago?", preguntabas. <br />"Dile cualquier cosa, <br />si esta noche no duermes en casa, te debo una copa". <br /> <br />Amagaste decidido con ir, <br />"Pero bueno chaval, ¿cómo es que te entran las dudas?" <br />"¿Sabes qué te digo? Paso de la rubia. <br />Esta noche me quedo a tu lado, <br />quiero estar contigo. <br />Jefe, póngale lo que pida aquí al amigo". <br /> <br />Madrid era una hoguera y nosotros incendiarios, <br />aullando a la noche como lobos solitarios. <br />Madrid era un infierno y nosotros el diablo, <br />corre o nuestro tridente te habrá atravesado. <br /> <br />Cuando aquel portero de discoteca <br />decidió al verme que yo no era <br />apto para entrar a su local hortera <br />le dije: "¿Ves a mi colega? <br />Estuvo en prisión <br />porque a un tipo como tú por menos se cargó". <br /> <br />Pero el portero, ni con esas. <br />Riéndonos nos fuimos al bar de enfrente, <br />a emborracharnos, a maldecir mujeres. <br />"¿Sabes,? no estaría nada mal, <br />pasados diez años, <br />en este mismo garito encontrarnos". <br /> <br />Y el trato se cerró. "A esta misma hora". "Aquí estaré yo". <br />Brindamos con cerveza y amaneció. <br />Fue corta la despedida. "¡Cuídate!" "¡Hasta la vista!". <br />"Recuerda, dentro de diez años tienes una cita". <br /> <br />Y el tiempo pasó tan deprisa, <br />acabada la carrera te perdí la pista. <br />No volví a saber nada de tu vida, <br />un día un tipo me dijo que te había visto <br />seduciendo en la barra de un bar <br />a una mujer fatal. <br /> <br />Yo mientras, aguantando el tipo. <br />De vez en cuando me dejan tocar en algún sitio. <br />Desde que te fuiste ya nada es lo mismo. <br />De entonces no me queda nada, <br />sólo pequeñas batallas <br />que antes creía ganadas, que perderé mañana. <br /> <br />Madrid era una hoguera y nosotros incendiarios, <br />aullando a la noche como lobos solitarios. <br />Madrid era un infierno y nosotros el diablo, <br />corre o nuestro tridente te habrá atravesado. <br /> <br />A los diez años, puntualmente, <br />en aquel bar yo te espero impaciente. <br />No ha cambiado tanto allí enfrente, <br />un portero como aquel de entonces, <br />hoy les niega el paso <br />a una pareja de amigos, parecen borrachos. <br /> <br />Pasan las horas mientras te espero, <br />golpean mi cabeza miles de recuerdos. <br />Pasan las horas y tú no apareces, <br />el tiempo todas las batallas vence. <br /> <br />Pasan las horas y de ti no queda nada, <br />sólo una rubia que me mira al pie de la barra. <br />Pasan las horas, decido marcharme y tú no viniste, <br />quizá le diga algo a la rubia antes de irme. <br /> <br />Antes de irme.
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