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Letra actual de la canción
La borrachera del tango - La brisa - La cabeza del italiano - La canción de Buenos Aires - La canción del ukelele - La cartita - La casita está triste - La catedrática - La cautiva - La chacarera - La china fiera - La choyana - La cieguita - La copa del olvido - La cordobesa - La criolla - La cumparsita (Si supieras) - La cuyanita - La cuyanita - La divina dama - La enmascarada - La entrerriana - La garçonnière - La gayola - La gloria del Aguila - La he visto con otro - La hija de japonesita - La huella - La madrugada - La maleva - La mañanita - La mariposa - La mariposa - La mascotita - La mentirosa - La milonga - La mina del Ford - La muchacha (La muchacha del arrabal) - La muchacha del circo - La novia ausente - La pastelera - La pastora - La pena del payador - La percanta está triste - La provinciana - La pueblerita - La reina del tango - La reja - La salteñita - La Sulamita - La tacuarita - La tristeza del bulín - La tropilla - La tupungatina - La última copa - La última ronda - La uruguayita Lucía - La violeta - La violetera - La Virgen del Perdón - La Vuelta de Rocha - La yegüecita - Langosta - Largue a esa mujica - Las campanas - Las flores de tu balcón - Las madreselvas - Lechuza - ¡Leguisamo solo! - Lejana tierra mía - Linda provincianita - Llegué a ladrón por amarte - Llévame carretero - Llora corazón - Llora hermano - Lloró como una mujer - Lo han visto con otra - Lo que fui - Lo que fuiste - Lobo de mar (Mar bravío) - Loca - Los indios - Los ojazos de mi negra - Los ojos de mi moza - Los rosales se han secao <br />--------------------------------------------------------------------------------<br /> <br />La borrachera del tango<br />E. P. Maroni y A. R. Avilés <br />La milonga te ha mareado<br />con sus locas tentaciones,<br />tu moral ha claudicado<br />entre champán e ilusiones.<br /><br />De aquel hombre que antes fuiste<br />ni la huella queda ya,<br />sos un joven, y estas viejo,<br />sos una hoja que se va.<br /><br />Tu suave mano sedosa y blanca<br />jamás luchando se encalleció,<br />ni ha sido nunca la mano franca<br />del hombre pobre que trabajo.<br /><br />Y cuantas veces tu alma de hinojos<br />ira a la madre que te adoro,<br />perdón!...temblando dirán tus ojos<br />por la amargura que ella lloro.<br /><br />Muchos andan por la vida,<br />como vos en este ambiente<br />sos una barca perdida<br />llevada por la corriente<br /><br />Y si un día arrepentido<br />queres pensar en tu ayer<br />la barca loca se ha hundido<br />y es imposible volver.<br /><br />Deja esa vida, no seas cobarde,<br />cambia de vida, se mas varón<br />la borrachera del tango brujo,<br />se te ha metido en el corazón.<br /><br />Tal vez mañana cuando estés triste,<br />sientas nostalgias del viejo hogar<br />y cuando sepas que ya no existe<br />con cuantas penas vas a llorar.<br /><br />La brisa <br />J. A. Caruso y F. Canaro <br /><br />Era una tarde, corría una brisa<br />muy cálida y suave por la rosaleda.<br />Cerca del lago, leyendo poesías<br />estabas oculta entre la arboleda.<br />Turbé el silencio con mis pisadas,<br />hubo un suspiro y dos miradas.<br />Era una tarde, corría una brisa<br />muy cálida y suave por el rosedal.<br />Y nos volvimos a ver<br />en aquel mismo lugar<br />y grabado en un rosal<br />queda un nombre de mujer<br />como un recuerdo imborrable<br />de horas vividas y de ilusión.<br />Mientras, la tarde moría<br />y el sol nos enviaba su beso de amor.<br />Y así una triste tarde,<br />al banco lo avizoro,<br />estabas tú sentada<br />siempre esperándome,<br />he vuelto muchas veces<br />teniendo la esperanza<br />de ver si te veía<br />más nunca te encontré.<br />Que lindo hubiera sido<br />vivir nuestros amores<br />vivirlos y el precurso <br />hacer de aquel lugar.<br />Hoy yo, pa' que le cante<br />solo queda el recuerdo <br />de un amor muerto,<br />de nuestro rosedal.<br />Allá en el banco que<br />en el misterio de la rosaleda<br />mi alma de frío y de amor se estremece.<br />Hay un recuerdo en esa calma<br />por eso sufre tanto mi alma<br />Allá en el banco <br />que nos conocimos<br />voy todas las tardes <br />en el rosedal.<br />Y nos volvimos a ver en aquel mismo lugar<br />y grabado en un rosal <br />está un nombre de mujer<br />como un recuerdo imborrable<br />de horas vividas, de ilusión.<br />Mientras, la tarde moría<br />y el sol nos enviaba un beso de amor<br />Y así una triste tarde<br />al banco lo avizoro<br />estabas tú sentada<br />siempre esperándome,<br />he vuelto muchas veces<br />teniendo la esperanza<br />de ver si te veía,<br />más, nunca te encontré.<br /><br />La cabeza del italiano <br />F. Bastardi y A. Scatasso<br /><br />Muchachos a reír,<br />muchachos a gozar,<br />que yo quiero cantar<br />la dicha de vivir.<br />Aquí junto a mi amor<br />que yo no venero,<br />me río de dolor<br />del mundo entero.<br /><br />Así juntito a mí,<br />como lo manda Dios,<br />vos mi Rodolfo sos<br />y yo tu Mimí.<br />Y mi alma infantil<br />que es toda tuya,<br />alegra tu bulín estudiantil.<br /><br />Acordate que a veces<br />la mar de veces,<br />con un cacho de pan y diez<br />de queso...<br />tenias que estudiar <br />y eran mis besos<br />que hacían completar<br />nuestro sostén.<br /><br />Y acordate esa vez<br />que me trajiste<br />envuelta en un papel<br />y muy ufano,<br />la cabeza frappe<br />del italiano<br />que un tiro se pego en el<br />almacén.<br /><br />Muchachos a reír,<br />muchachos a gozar,<br />que yo quiero cantar<br />la dicha de vivir.<br />Aquí junto a mi amor<br />que yo no venero,<br />me río de dolor<br />del mundo entero.<br /><br />La canción de Buenos Aires<br />F. Bastardi y A. Scatasso<br /><br />Buenos Aires, cuando lejos me vi<br />sólo hallaba consuelo<br />en las notas de un tango dulzón<br />que lloraba el bandoneón.<br />Buenos Aires, suspirando por ti<br />bajo el sol de otro cielo,<br />cuánto lloró mi corazón<br />escuchando tu nostálgica canción.<br /><br />Canción maleva, canción de Buenos Aires,<br />hay algo en tus entrañas que vive y que perdura.<br />Canción maleva, lamento de amargura,<br />sonrisa de esperanza, sollozo de pasión.<br />Ese es el tango canción de Buenos Aires,<br />nacido en el suburbio que hoy reina en todo el mundo.<br />Este es el tango que llevo muy profundo<br />clavado en lo más hondo del criollo corazón.<br /><br />Buenos Aires donde el tango nació,<br />tierra mía querida.<br />Yo quisiera poderte ofrendar<br />todo el alma en mi cantar<br />y le pido a mi destino el favor<br />de que al fin de mi vida<br />oiga el llorar del bandoneón<br />entonando tu nostálgica canción.<br /><br />La canción del ukelele<br />A. Avilés y C. Dober<br /><br />Yo te oí tocar el ukelele .<br />Y en tus blancas manos de marfil,<br />parecía que tuviera un alma<br />y que pudiera llorar y reír.<br />Como lloran los que tienen penas<br />y en silencio las deben sufrir.<br />Y oyes en el ukelele<br />una canción triste de dolor;<br />es mi corazón que en ella adora<br />y que sufre por la pena de un amor.<br />Vuelve hacia mi tus ojos<br />y que pueda tus labios besar,<br />mientras se oye muy lejos y suave<br />una canción triste que llora al pasar.<br />Muchas veces parece que el viento<br />hacia mis oídos él me trae<br />las dulces voces del instrumento,<br />que en sus blancas manos conocí.<br />Y mi corazón palpita ansiosa<br />desde aquella tarde que te oí<br />y oye en el ukelele<br />una canción triste de dolor<br />es mi corazón que en ella adora<br />y que sufre por la pena del amor<br />Vuelve hacia mi tus ojos<br />y que pueda tus labios besar,<br />mientras que oye muy lejos y suave<br />una canción triste que llora al pasar.<br /><br />La cartita<br />G. Coria Peñalosa y J. de Dios Filiberto<br /><br />La cartita que humilde te escribo<br />tus horas felices no quiere turbar,<br />sólo quiere contarte mi angustia,<br />mis hondas nostalgias, mi triste penar...<br />Tú no sabes las horas amargas<br />que por tu abandono pasando estoy,<br />mi cartita te dice que sufro,<br />que tu mártir sólo soy.<br /><br />Mi cartita tal vez te recuerde<br />las dulces ternuras de nuestro ayer,<br />mi cartita tal vez te reproche<br />por qué has muerto mi querer...<br />con mi humilde cartita te paso<br />ceñidas y envueltas en negro crespón,<br />tu retrato, tus risas, tus cartas,<br />y junto con toda mi muerta ilusión.<br /><br />Si tú supieras como está de triste,<br />desde que te fuiste, mi corazón,<br />y así me pagas lo que te he querido,<br />dándome al olvido sin compasión.<br />Tú no sabes las horas amargas<br />que por tu abandono pasando estoy,<br />mi cartita te dice que sufro,<br />que tu mártir sólo soy.<br /><br />Mi cartita tal vez te recuerde<br />las dulces ternuras de nuestro ayer,<br />mi cartita tal vez te reproche<br />por qué has muerto mi querer...<br />Al cerrar esta triste cartita,<br />corriendo a mi lado mi madre llegó,<br />Y aunque quise ocultarle mi pena,<br />yo sé que mi madre llorando me vio.<br /><br />La casita está triste<br />J. De Grandis y L. Bernstein<br /><br />Los chicos no juegan, la casa está triste,<br />la gente camina en puntas de pie.<br />El alma de ella en todo subsiste,<br />el alma tan buena de la que se fue.<br />Sollozos furtivos, suspiros y quejas<br />se oyen muy suaves cual leve rumor<br />de los que han quedado. Se postran las viejas<br />y elevan plegarias a Nuestro Señor.<br /><br />Un hombre murmura: "¡Qué mala es la vida!<br />¡Tan buena, tan bella, por todos querida,<br />dejar en tristezas sumido a su hogar!".<br />La gente la extraña -¡si era tan buena!-,<br />con todos charlaba, con todos se dio;<br />por eso en su muerte se ve tan serena,<br />¿será que su almita al cielo voló?<br /><br />Despunta la aurora y mecen las brisas,<br />las plantas, las flores que tanto cuidó,<br />y añoran sus riegos, sus dulces sonrisas<br />y tiernos cuidados que en vida les dio.<br />Se asoma un nenito, rosado, sonriente;<br />pregunta a su padre: "¿Mamá dónde está?".<br />Y al ver el cadáver, le dice doliente:<br />"¡Papito, yo quiero dormir con mamá!".<br /><br />La catedrática <br />F. Martino<br /><br />Aunque hay mucha mishiadura<br />yo manyo un gran movimiento<br />hay que ver en las carreras,<br />el afano y las palmeras,<br />el afano y las palmeras<br />y de donde sale el vento.<br /><br />Con catedráticos de ojo,<br />que abundan como la yapa<br />con el programa en la mano,<br />a todo pobre cristiano,<br />a todo pobre cristiano,<br />le dicen, tengo una papa.<br /><br />Es ir a cobrar la plata,<br />le juro por mi salud,<br />es llenarse hasta las botas<br />porque es una refijota,<br />porque es una refijota,<br />que la traigo del stud.<br /><br />Juéguele fuerte señor,<br />mire que es una papusa,<br />mire que es una papusa,<br />y con el mayor descaro<br />lo hacen entrar por el aro,<br />lo hacen entrar por el aro<br />Dios te libre, que carpusa.<br /><br />El mismo jockey me dijo,<br />andá sin miedo a jugar,<br />que se las voy a dar seca<br />y Mingo es la gran muñeca<br />y Mingo es la gran muñeca,<br />hay que creer o reventar.<br /><br />Con Domingo Torterolo,<br />soy camarada y demás,<br />soy camarada y demás<br />y si al fin se la pilla,<br />lo arrastra a la ventanilla,<br />lo arrastra a la ventanilla,<br />hecho el juego, no va más.<br /><br />Largaron, venimos bien,<br />ahora verán que papita<br />y aunque sea una macana,<br />y en el que el caballo afana,<br />y en el que el caballo afana,<br />y el pato se armó de guita.<br /><br />Y al largarse la carrera,<br />el caballo viene mal,<br />el caballo viene mal,<br />el rana sale piantando,<br />y el gil se queda esperando,<br />y el gil se queda esperando,<br />la atropellada final.<br /><br />La cautiva <br />P. Numa Córdoba y C. V. Geroni Flores<br /><br />Yo sé que te tienen cautiva<br />y que no te puedo ahora yo librar.<br />Pero sé llegará algún día<br />y a tu prisión mi amor he de escalar.<br />Porque mi alma se apena<br />al ver que sufres de ansiada libertad,<br />y entonces verás, mi cautiva<br />todo lo que puede el que ama de verdad.<br />Ya verás la luz del sol<br />¿Y una gran día su primor?<br />pues anhelo con porfía<br />verte alegre como el día <br />y bella como una flor.<br />Yo te quiero con amor,<br />para mi sos mi dulce bien.<br />De la guarida del que extraño<br />te ve brillar con fuerza y con tesón.<br />Serás de mi dulce albedrío<br />la dueña más pura de mi corazón,<br />la flor de mi alma inquieta<br />ofrendaré con santa devoción<br />verás como a tu fiel regazo<br />mi mente agreste reprime su furor,<br />quiero ser contigo bueno<br />para que no olvides nunca tu cantor.<br />Siempre te adoro con pasión, mi bien;<br />por que sos hogar, mi fe y mi amor de verdad.<br />Linda como blanca flor de azahar<br />y te amaré con ansia y con pasión, mi bien<br />porque sos mi ilusión.<br />Yo sé que te tienen cautiva<br />y que no te puedo ahora yo librar.<br />Pero sé que algún día<br />y a tu prisión mi amor he de escalar.<br />Porque mi alma se apena<br />al ver que sufres de ansiada libertad,<br />y entonces verás, mi cautiva<br />todo lo que puede el que ama de verdad.<br /><br />La chacarera<br />J. Maglio y J. Caruso<br /><br />Chacarera, chacarera,<br />chacarera buena moza,<br />siempre pasas por el agua<br />pero nadie se te moja.<br />Chacarera, chacarera,<br />no me hagas más sufrir,<br />todos duermen en tu cama<br />yo también quiero dormir.<br /><br />La Chacarera, la chacarera,<br />la chacarera tiene una cosa<br />que ella guarda con gran cuidado,<br />porque es chiquita y muy sabrosa.<br />La chacarera tan linda y graciosa<br />que viene y que pasa, me mira y se va,<br />la chacarera de linda boquita<br />que yo se la pido y no me la da.<br /><br />La chacarera se va<br />siempre sutil,<br />siempre gentil<br />y simpática,<br />la chacarera ya va<br />como una flor,<br />llena de amor,<br />Enigmática.<br />La pobre chacarerita<br />no se sabe resistir,<br />cuando le piden un beso<br />enseguida ella contesta que sí.<br /><br />Chacarera, chacarera,<br />chacarera de mi amor,<br />si yo te pido una cosa<br />no me contestes que no.<br />Chacarera, chacarera<br />no me hagas más sufrir<br />todos duermen en tu cama,<br />yo también quiero dormir.<br />Chacarerita, chacarerita,<br />Chacarerita me tenés loco;<br />Chacarerita, chacarerita,<br />Chacarerita, quiéreme un poco<br />Chacarerita tan linda y graciosa.<br /><br />La china fiera<br />J. Razzano y C. Gardel<br /><br />Dice que mi china es fiera<br />y se parece al carpincho ,<br />que su voz es un relincho<br />y su boca una tranquera,<br />!y su boca una tranquera¡<br />Que es una prienda cualquiera<br />del mismo valor que el toro<br />que tiene al andar saber<br />igual al de mi potranca<br />que es brisaña y media manca<br />yo sin embargo la quiero.<br />Que sus ojos son candiles,<br />ingrata, cuasi apagaos<br />y andan como desertaos<br />su pareja de cuadriles ,<br />!su pareja de cuadriles¡<br />Y que lo tocante <br />más espuma da el puchero<br />que tiene manchao el cuero<br />que es guaseta y nariguda<br />vieja bajita y tan panzuda.<br />Yo sin embargo la quiero.<br />Es una vieja chancleta,<br />haragana y comadrona<br />gacha siempre y pesadona<br />lo mesmo que la carreta;<br />!lo mesmo que la carreta¡<br />Que es una ? coqueta <br />y su cabeza un caldero<br />que es un loro barranquero<br />que más sabe hacer milagros<br />Que tiene cara de bagre;<br />yo sin embargo la quiero.<br />Dicen que por lo arrastrada<br />se parece a la culebra<br />y que de gusto se quiebra<br />lo mesmo que marejada,<br />!lo mesmo que marejada¡<br />Que es una china encerrada<br />que es más fijona que el tero <br />que suelta como el pampero<br />la rienda de aflojo<br />que sepa que muy canejo .<br />Yo sin embargo la quiero.<br /><br />La Choyana<br />R. Ruiz y A. H. Acuña<br /><br />Bailecito que me gusta,<br />el baile la chacarera ,<br />para decirle a la niña<br />jugando pero en de veras.<br />Antenoche tuve un sueño<br />que me hacé decía de risa<br />soñé que te levantabas<br />al alba para ir a misa.<br />Dice que de susto muere<br />aquel que visiones ve,<br />de ver una lagartija<br />no sé si me moriré<br />Corre, corre chacarera<br />no te aflija mi dolor<br />mira que yo voy muriendo<br />por la causa de tu amor.<br />Las mujeres son el diablo<br />sobrinas del gran demonio<br />nosotros los varoncitos<br />hijitos de San Antonio.<br />Las mujeres son el diablo<br />parientas del alacrán<br />cuando ven a un hombre pobre<br />alzan las cola y se van.<br />La mujer que quiere a dos<br />no es tonta si no entendida<br />si una vela se le apaga<br />la otra le queda encendida.<br />Corre, corre chacarera<br />así nomás ha de ser<br />lo importante es tener gusto<br />a la hora de parecer.<br /><br />La cieguita<br />Keppler Lais y Ramuncho<br /><br />A pesar del mucho tiempo<br />desde entonces transcurrido,<br />aún mi pecho conmovido<br />se recuerda con dolor<br />de aquel día que, en paseo,<br />vino a un banco una cieguita<br />y a su lado una viejita<br />que era su guía y su amor.<br />Y observé que la chiquita<br />de ojos grandes y vacíos<br />escuchaba el griterío<br />de otras nenas al saltar,<br />y la oí que amargamente<br />en un son que era de queja<br />preguntábale a la vieja:<br />¿Por qué yo no he de jugar?<br />Y a punto fijo no sé<br />si el dolor que sentí<br />fue escuchando la voz de la nena.<br />O fue que cuando miré<br />a su vieja advertí<br />que lloraba en silencio su pena.<br />¡Ay, cieguita!,<br />dije yo con gran pesar,<br />ven conmigo, pobrecita,<br />le di un beso y la cieguita<br />tuvo ya con quien jugar.<br />Y fue así que diariamente<br />al llegar con su viejita<br />me buscaba la cieguita<br />con tantísimo interés.<br />¡Qué feliz era la pobre<br />cuando junto a mi llegaba<br />y con sus mimos lograba<br />que jugásemos los tres!...<br />Pero un día, bien me acuerdo,<br />no fue más que la viejita<br />que me dijo: La cieguita<br />está a punto de expirar...<br />Fui corriendo hasta su cuna,<br />la cieguita se moría,<br />y al morirse me decía:<br />¿Con quién vas ahora a jugar?<br />Y a punto fijo no sé<br />si el dolor que sentí<br />fue escuchando el adiós de la nena.<br />O fue que cuando miré<br />a su vieja advertí<br />que lloraba en silencio su pena.<br />¿Ay, cieguita!,<br />yo no te podré olvidar;<br />pues me acuerdo de mi hijita<br />que también era cieguita<br />y no podía jugar...<br /><br />La copa del olvido<br />A. Vacarezza y E. Delfino<br /><br />¡Mozo, traiga otra copa!<br />y sírvase de algo el que quiera tomar,<br />que ando muy solo y estoy muy triste<br />desde que supe la cruel verdad.<br /><br />¡Mozo, traiga otra copa!<br />que anoche, juntos, los vi a los dos,<br />quise vengarme, matarla quise,<br />pero un impulso me sereno.<br /><br />Salí a la calle desconcertado,<br />sin saber como hasta aquí llegue<br />a preguntarle a los hombres sabios,<br />a preguntarles que debo hacer.<br /><br />"Olvide, amigo" - dirán algunos,<br />pero olvidarla no puede ser<br />y si la mato, vivir sin ella,<br />vivir sin ella nunca podré.<br /><br />¡Mozo traiga otra copa!<br />y sírvase de algo el que quiera tomar,<br />quiero alegrarme con este vino<br />pa ver si el vino me hace olvidar.<br /><br />En vano busco en otras mujeres<br />dulces caricias para olvidar<br />y recordando que no me quiere<br />el sentimiento me hace llorar.<br /><br />¡Mozo traiga otra copa!<br />y sírvase de algo el que quiera tomar.<br /><br />La Cordobesa<br />C. Tapia<br /><br />Esta es la zamba linda mi vida, <br />Que cantan los cordobeses,<br />Que cuando siente las niñas, mi vida,<br />Siempre la piden dos veces.<br /><br />(Tarareando)<br /><br />China decime así, decime así,<br />Te quiero a ti. (Bis)<br /><br />Preguntale al sacamuelas mi vida,<br />Cuál es el mayor dolor. (Bis)<br />Si al que le sacan la muela mi vida,<br />O al que padece de amor.<br /><br />La criolla<br />A. Le Pera y C. Gardel<br /><br />Vos sos la criolla más hermosa,<br />la que ha dado a las pampas argentinas<br />todo el fuego de su amor.<br />Vos sos la criolla legendaria de un pasado.<br />que ha dejado en nuestras almas<br />un recuerdo alentador,<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />Yo soy un pobre peregrino sin consuelo<br />que contempla marchitada para siempre su ilusión;<br />el que canta eternamente bajo el cielo<br />esperando que le pagues algún día su pasión.<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />Vos sos el alma de la raza<br />que se estampa en las clásicas guitarras<br />y en el dulce pericón;<br />vos sos la criolla más hermosa de la pampa<br />que ha llenado de esperanza<br />mi doliente corazón.<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />Vos sos el alma de esta raza bendecida<br />donde cantan los zorzales<br />y gorjea al ruiseñor;<br />vos sos la dulce serenata adormecida<br />que al son de cien guitarras<br />cantara un buen cantor.<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />La cumparsita (Si supieras)<br />G. Matos Rodríguez, P. Contursi y E. P. Maroni<br /><br />Si supieras<br />que aún dentro de mi alma<br />conservo aquel cariño<br />que tuve para ti...!<br />Quién sabe, si supieras<br />que nunca te he olvidado...!<br />volviendo a tu pasado<br />te acordarás de mí...<br /><br />Los amigos ya no vienen<br />ni siquiera a visitarme;<br />nadie quiere consolarme<br />en mi aflicción;<br />desde el día que te fuiste<br />siento angustias en mi pecho;<br />decí, percanta, qué has hecho<br />de mi pobre corazón!<br /><br />Sin embargo<br />yo siempre te recuerdo<br />con el cariño santo<br />que tuve para ti;<br />y estás dentro de mi alma,<br />pedazo de mi vida,<br />en la ilusión querida<br />que nunca olvidaré.<br /><br />Al cotorro abandonado<br />ya ni el sol de la mañana<br />asoma por la ventana,<br />como cuando estabas vos...<br />y aquel perrito compañero<br />que por tu ausencia no comía<br />al verme solo, el otro día,<br />también me dejó.<br /><br />La cuyanita <br />J. Luque Lobo y J. Maglio (Pacho)<br /><br />Cuyanita de San Juan me haces pensar<br />cuando pasas sin mirar cruel y falaz.<br />No me negues tu querer, linda mujer,<br />Graciosa pebeta de San Juan.<br /><br />No me negues tu querer,<br />no me digas, ay! que no,<br />yo tu Pierrot he de ser<br />y tú serás mi Ninón.<br />Tuyo es mi amor y mi ser,<br />tuyo mi leal corazón.<br /><br />Y tuya siempre ha de ser<br />mi más honda pasión.<br />Ay! Cuyana de San Juan.<br />Decime, Porota, decime que si<br />que yo mucha dicha de amor te daré<br />que nunca tus ojos lloraran por mí<br />Ay! Me basta tu querer,<br />cuyana, de ojazos nimbados de sol<br />de labios tan rojos como un arrebol<br />de dulce sonrisa, de pálida tez.<br /><br />Cuyanita de San Juan.<br />No puedo más con esta loca pasión,<br />que siento acá.<br />No me hagas más llorar,<br />con tal dolor,<br />divina pebeta de San Juan.<br /><br />La cuyanita <br />C. Tapia<br /><br />Yo quisiera quererte,<br />pero tú me has de olvidar.<br />Para eso es mejor no verte;<br />tu presencia has de pagar.<br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />Para eso es mejor no verte;<br />tu presencia has de pagar.<br />La distancia nos separa<br />para un momento llegó<br />no sea que terminara<br />ese tiempo su dolor.<br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />No sea que terminara<br />con el tiempo sin dolor.<br />Y si la suerte quisiera,<br />que te volviese a querer<br />a la suerte le pidiera <br />que te matase mujer.<br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />A la suerte le pidiera <br />que te matase mujer.<br /><br />La divina dama <br />E. Cadícamo y N. Shilkret<br /><br />Oye, divina dama,<br />mi corazón, latir;<br />oye, divina dama,<br />las notas de mi sufrir.<br />En la ventana florida<br />de tu gracia angelical,<br />dejo la rima perdida<br />de mi altivo madrigal;<br />eres tan dulce y tan bella<br />y tan sentimental,<br />que de mis versos<br />robo una estrella<br />y hago tu adorno triunfal.<br /><br />Oye, divina dama,<br />mi corazón latir;<br />oye, divina dama,<br />las notas de mi sufrir.<br />En mi lunario te sueña<br />el sol querido de mi amor,<br />y mi lirismo diseña<br />un paisaje de dolor,<br />y es que al pensar si dejaras<br />de aceptar mi adoración,<br />¡qué triste el mundo<br />sin tu sonrisa!<br />¡No mates mi corazón!<br /><br />La enmascarada<br />F. García Jiménez y P. Bernardo<br /><br />Cuando quise, en la vida,<br />confiado, sólo una vez,<br />la mujer de mis sueños<br />fue traidora después...<br />Aquellas manos tan cálidas<br />ocultaban el puñal<br />que mató, cuando apenas germinó,<br />mi fe sentimental.<br /><br />Hoy he encontrado a la impía<br />en un baile, enmascarada;<br />la delató su mirada<br />y una farsa combiné.<br />Fingí no reconocerla,<br />fui galante y ocurrente,<br />y luego, en palabra ardiente,<br />honda pasión declaré.<br />Al creer conquistada<br />mi amorosa locura,<br />de su triunfo segura<br />su antifaz se sacó.<br />Al mirarle los ojos<br />recordé emocionado<br />la traición del pasado<br />y le dije con rencor...<br /><br />"Para qué me has mostrado<br />tu cara sin antifaz,<br />si de hacerme tu esclavo<br />no es tu cara capaz...<br />En ella, risas o lágrimas,<br />no dicen nunca verdad.<br />Si sabré que tu imagen viva y fiel<br />también es antifaz!..."<br /><br />La entrerriana<br />Gobbi<br /><br />Hermosa entrerriana de los ojos negros<br />y de talle esbelto como la palmera.<br />Son tus labios rojos, cual la flor de ceibo<br />y como azabache es tu cabellera.<br /><br />Tú eres entrerriana la flor perfumada,<br />la dorada imagen de viva expresión.<br />Eres el encanto de la paisanada.<br />Eres de Entre Ríos la veneración.<br />Eres el encanto de la paisanada.<br />Eres de Entre Ríos la veneración.<br /><br />Fuiste tu entrerriana la que libertaste<br />a tu hermosa patria del aquel opresor.<br />Fuiste tú entrerriana la que despojaste,<br />de aquellas cadenas que eran el terror.<br /><br />Por eso el recuerdo de tu valentía<br />vibra en mi vigüela y en mi corazón.<br />Porque tú eres ninfa de la patria mía.<br />Eres sol radiante de su pabellón.<br />Porque tú eres ninfa de la patria mía.<br />Eres sol radiante de su pabellón.<br /><br />Sol resplandeciente del suelo entrerriano,<br />mujer adorada, Estrella del Sur.<br />Criolla que venero con placer ufano,<br />hada que encantaste mi pobre laúd.<br /><br />Por eso te canto, oh, criolla divina,<br />entrerriana hermosa, mujer ideal.<br />Gloria de Entre Ríos, patricia argentina,<br />de las madres criollas más tradicional.<br />Gloria de Entre Ríos, patricia argentina,<br />de las madres criollas más tradicional.<br /><br />La Garçonieère <br />F. Canaro y J. Caruso<br /><br />Vengan todos a oír esta milonga...<br />la milonga de nuestra juventud.<br />Vengan todos muchachos que yo invito, <br />y diviértanse pues, a mi salud.<br />Beban mucho, no importa que se gaste, <br />tengo plata y la quiero derrochar,<br />pues la vida es tan corta y es preciso<br />alegrarla con tango y con champán...<br /><br />¡Que no turbe nuestra fiesta, ni una pena ni un dolor!<br />Y vivamos la alegría, en esta noche de amor,<br />y con las copas bien llenas, acompáñenme a beber,<br />dos cosas hay en la vida: el champán y la mujer.<br /><br />¡Qué me importa si es falsa esta alegría!<br />necesito mi alma emborrachar, <br />y es por eso que amigos, esta noche,<br />una orgía de amor les quiero dar<br /><br />¡Apuremos de un sorbo nuestras vidas,<br />que mañana muy tarde ya será!<br />Pues la vida es tan frágil mis amigos,<br />como es frágil la copa de champán.<br /><br />¡Sigan muchachos la farra, no se cansen de bailar!<br />¡Tomen nomás cuanto quieran, que yo lo voy a pagar!!<br />¡Toda la plata que tengo en milongas gastaré,<br />porque mañana quien sabe, quien sabe lo que seré!!<br /><br />La gayola<br />A. Tagini y R. Tuegols<br /><br />No te asustes ni me huyas,<br />no he venido pa' vengarme;<br />si mañana, justamente,<br />ya me voy pa' no volver...<br />He venido a despedirme<br />y el gustazo quiero darme<br />de mirarte frente a frente<br />y en tus ojos campanearme,<br />silencioso, largamente,<br />como me miraba ayer.<br /><br />He venido pa' que juntos<br />recordemos el pasado<br />como dos buenos amigos<br />que hace rato no se ven,<br />acordarme de aquel tiempo<br />en que yo era un hombre honrado,<br />y el cariño de mi vieja<br />era un poncho que había echado<br />sobre mi alma noble y buena<br />contra el frío del desdén.<br /><br />Una noche, la huesuda<br />me vistió el alma de duelo:<br />a mi buena madrecita<br />la llamó a su lado Dios;<br />y en mis sueños parecía<br />que la pobre, desde el cielo,<br />me decía que eras buena,<br />que confiara siempre en vos.<br /><br />Pero me jugaste sucio<br />y, sediento de venganza,<br />mi cuchillo, en un mal rato<br />lo envainé en un corazón,<br />y más tarde, ya sereno,<br />muerta mi única esperanza,<br />unas lágrimas rebeldes<br />las sequé en un bodegón.<br /><br />Me encerraron muchos años<br />en la sórdida gayola<br />y una tarde me largaron<br />pa' mi bien o pa' mi mal...<br />fui vagando por las calles<br />y rodé como una bola,<br />pa' comer un plato'e sopa<br />¡cuántas veces hice cola!<br />Las auroras me encontraron<br />atorrando en un umbral.<br /><br />Hoy ya no me queda nada,<br />ni un refugio, estoy tan pobre;<br />solamente vine a verte<br />pa' dejarte mi perdón.<br />Te lo juro, estoy contento<br />que la dicha a vos te sobre.<br />Voy al campo a laburarla<br />pa' juntar algunos cobres,<br />pa' que no me falten flores<br />cuando esté dentro' el cajón.<br /><br />La gloria del águila<br />Nieto de Molina y Guillemat<br /><br />El rey del aire, tendió sus alas<br />y fue radiando como el sol que al mundo baña,<br />con la proeza de cuatro hispanos,<br />que son un timbre más de gloria para España.<br /><br />Salió el "Plus Ultra" con raudo vuelo,<br />mirando al cielo rumbo a la ciudad del Plata.<br />El orbe entero se ha estremecido<br />el entusiasmo en todas partes se desata.<br /><br />Desde Palos, el águila vuela<br />y a Colón, con su gran carabela,<br />nos recuerda con tal emoción<br />la hazaña que agita todo el corazón.<br /><br />Franco y Durán, Ruiz de Alda, los geniales,<br />los tres Con rada, son inmortales,<br />los españoles van con razón cantando<br />al ver al galardón de su nación.<br /><br />Y cantarán con todas las naciones<br />entrelazando los corazones,<br />y en tal clamor surge un tango argentino<br />que dice a España, Madre Patria de mi amor.<br /><br />Cruzó Las Palmas y Porto Praia,<br />glorioso llega en Fernando de Noronha,<br />prosigue el vuelo y en Pernambuco<br />ya con su raid al mundo da impresión más honda.<br /><br />En Río de Janeiro, Montevideo<br />suenan campanas pregonando la victoria<br />y en Buenos Aires, la hija querida,<br />al fin se cubren ahí los valientes ya de gloria.<br /><br />Dos países en un noble lazo,<br />con el alma se dan un abrazo.<br />Es la madre que va a visitar los hijos<br />que viven en otro hogar.<br /><br />Franco y Durán, Ruiz de Alda, los geniales,<br />los tres con Rada, son inmortales,<br />los españoles van con razón cantando<br />al ver al galardón de su nación.<br /><br />Y cantarán con todas las naciones<br />entrelazando los corazones,<br />y en tal clamor surge un tango argentino<br />que dice a España, Madre Patria de mi amor.<br /><br />La he visto con otro<br />P. Contursi y A. Scatasso<br /><br />La he visto con otro<br />pasearse del brazo.<br />Mis ojos lloraban<br />de pena y dolor.<br />En cambio en su cara,<br />sus negros ojazos<br />reían contentos<br />de dicha y amor.<br /><br />Recuerdo que en mis brazos<br />llorando me decía,<br />será pa' siempre tuya<br />mi vida y mi pasión.<br />Jugo con mis amores,<br />la ingrata me fingía,<br />dejándome enlutado<br />mi pobre corazón.<br /><br />Hay noches que solo<br />me quedo en el cuarto<br />rogando a la virgen<br />me la haga olvidar,<br />y al verla con otro<br />pasar por mi lado<br />en vez de matarla<br />me pongo a llorar.<br /><br />La hija de la japonesita<br />De La Vega, de Maroni y R. Montés<br /><br />Una geisha del yosiwara<br />sacerdotisa del dios Amor<br />dice a todos que está maldita<br />porque ha nacido de la traición,<br />y aunque príncipe el padre fue,<br />en el fango debe vivir,<br />y la geisha huérfana y triste<br />llora ante Buda, diciendo así:<br /><br />Buda,<br />ya que sufrir me ves...<br />Buda,<br />protégeme, señor...<br />Mira<br />que la pobre musmé<br />nacida en la orfandad<br />se muere de dolor.<br /><br />Y la geisha jamás olvida<br />la historia triste de una pasión<br />que a la madre robó la vida,<br />esclavizada por el amor;<br />y llorando sin fe ni hogar,<br />destrozando su corazón,<br />por doquiera se oye el lamento<br />triste y amargo de su canción:<br /><br />Buda, ya que sufrir me ves...<br />Buda, protégeme, señor...<br />Mira que la pobre musmé<br />nacida en la orfandad<br />se muere de dolor.<br /><br />Todo es calma en el yosiwara<br />donde hizo nido el amor fatal...<br />como sombra cruza la geisha,<br />lleva en la mano fino puñal;<br />su nirvana la hace morir,<br />rasga el vientre sin compasión,<br />y agoniza la princesita<br />rogando a Buda con triste voz:<br /><br />Buda, ya que sufrir me ves...<br />Buda, recíbeme, señor...<br />Mira que la pobre musmé<br />nacida en la orfandad<br />se muere de dolor.<br /><br /><br />ojala les guste, salud. crimella
Letra nueva de la canción
La borrachera del tango - La brisa - La cabeza del italiano - La canción de Buenos Aires - La canción del ukelele - La cartita - La casita está triste - La catedrática - La cautiva - La chacarera - La china fiera - La choyana - La cieguita - La copa del olvido - La cordobesa - La criolla - La cumparsita (Si supieras) - La cuyanita - La cuyanita - La divina dama - La enmascarada - La entrerriana - La garçonnière - La gayola - La gloria del Aguila - La he visto con otro - La hija de japonesita - La huella - La madrugada - La maleva - La mañanita - La mariposa - La mariposa - La mascotita - La mentirosa - La milonga - La mina del Ford - La muchacha (La muchacha del arrabal) - La muchacha del circo - La novia ausente - La pastelera - La pastora - La pena del payador - La percanta está triste - La provinciana - La pueblerita - La reina del tango - La reja - La salteñita - La Sulamita - La tacuarita - La tristeza del bulín - La tropilla - La tupungatina - La última copa - La última ronda - La uruguayita Lucía - La violeta - La violetera - La Virgen del Perdón - La Vuelta de Rocha - La yegüecita - Langosta - Largue a esa mujica - Las campanas - Las flores de tu balcón - Las madreselvas - Lechuza - ¡Leguisamo solo! - Lejana tierra mía - Linda provincianita - Llegué a ladrón por amarte - Llévame carretero - Llora corazón - Llora hermano - Lloró como una mujer - Lo han visto con otra - Lo que fui - Lo que fuiste - Lobo de mar (Mar bravío) - Loca - Los indios - Los ojazos de mi negra - Los ojos de mi moza - Los rosales se han secao <br />--------------------------------------------------------------------------------<br /> <br />La borrachera del tango<br />E. P. Maroni y A. R. Avilés <br />La milonga te ha mareado<br />con sus locas tentaciones,<br />tu moral ha claudicado<br />entre champán e ilusiones.<br /><br />De aquel hombre que antes fuiste<br />ni la huella queda ya,<br />sos un joven, y estas viejo,<br />sos una hoja que se va.<br /><br />Tu suave mano sedosa y blanca<br />jamás luchando se encalleció,<br />ni ha sido nunca la mano franca<br />del hombre pobre que trabajo.<br /><br />Y cuantas veces tu alma de hinojos<br />ira a la madre que te adoro,<br />perdón!...temblando dirán tus ojos<br />por la amargura que ella lloro.<br /><br />Muchos andan por la vida,<br />como vos en este ambiente<br />sos una barca perdida<br />llevada por la corriente<br /><br />Y si un día arrepentido<br />queres pensar en tu ayer<br />la barca loca se ha hundido<br />y es imposible volver.<br /><br />Deja esa vida, no seas cobarde,<br />cambia de vida, se mas varón<br />la borrachera del tango brujo,<br />se te ha metido en el corazón.<br /><br />Tal vez mañana cuando estés triste,<br />sientas nostalgias del viejo hogar<br />y cuando sepas que ya no existe<br />con cuantas penas vas a llorar.<br /><br />La brisa <br />J. A. Caruso y F. Canaro <br /><br />Era una tarde, corría una brisa<br />muy cálida y suave por la rosaleda.<br />Cerca del lago, leyendo poesías<br />estabas oculta entre la arboleda.<br />Turbé el silencio con mis pisadas,<br />hubo un suspiro y dos miradas.<br />Era una tarde, corría una brisa<br />muy cálida y suave por el rosedal.<br />Y nos volvimos a ver<br />en aquel mismo lugar<br />y grabado en un rosal<br />queda un nombre de mujer<br />como un recuerdo imborrable<br />de horas vividas y de ilusión.<br />Mientras, la tarde moría<br />y el sol nos enviaba su beso de amor.<br />Y así una triste tarde,<br />al banco lo avizoro,<br />estabas tú sentada<br />siempre esperándome,<br />he vuelto muchas veces<br />teniendo la esperanza<br />de ver si te veía<br />más nunca te encontré.<br />Que lindo hubiera sido<br />vivir nuestros amores<br />vivirlos y el precurso <br />hacer de aquel lugar.<br />Hoy yo, pa' que le cante<br />solo queda el recuerdo <br />de un amor muerto,<br />de nuestro rosedal.<br />Allá en el banco que<br />en el misterio de la rosaleda<br />mi alma de frío y de amor se estremece.<br />Hay un recuerdo en esa calma<br />por eso sufre tanto mi alma<br />Allá en el banco <br />que nos conocimos<br />voy todas las tardes <br />en el rosedal.<br />Y nos volvimos a ver en aquel mismo lugar<br />y grabado en un rosal <br />está un nombre de mujer<br />como un recuerdo imborrable<br />de horas vividas, de ilusión.<br />Mientras, la tarde moría<br />y el sol nos enviaba un beso de amor<br />Y así una triste tarde<br />al banco lo avizoro<br />estabas tú sentada<br />siempre esperándome,<br />he vuelto muchas veces<br />teniendo la esperanza<br />de ver si te veía,<br />más, nunca te encontré.<br /><br />La cabeza del italiano <br />F. Bastardi y A. Scatasso<br /><br />Muchachos a reír,<br />muchachos a gozar,<br />que yo quiero cantar<br />la dicha de vivir.<br />Aquí junto a mi amor<br />que yo no venero,<br />me río de dolor<br />del mundo entero.<br /><br />Así juntito a mí,<br />como lo manda Dios,<br />vos mi Rodolfo sos<br />y yo tu Mimí.<br />Y mi alma infantil<br />que es toda tuya,<br />alegra tu bulín estudiantil.<br /><br />Acordate que a veces<br />la mar de veces,<br />con un cacho de pan y diez<br />de queso...<br />tenias que estudiar <br />y eran mis besos<br />que hacían completar<br />nuestro sostén.<br /><br />Y acordate esa vez<br />que me trajiste<br />envuelta en un papel<br />y muy ufano,<br />la cabeza frappe<br />del italiano<br />que un tiro se pego en el<br />almacén.<br /><br />Muchachos a reír,<br />muchachos a gozar,<br />que yo quiero cantar<br />la dicha de vivir.<br />Aquí junto a mi amor<br />que yo no venero,<br />me río de dolor<br />del mundo entero.<br /><br />La canción de Buenos Aires<br />F. Bastardi y A. Scatasso<br /><br />Buenos Aires, cuando lejos me vi<br />sólo hallaba consuelo<br />en las notas de un tango dulzón<br />que lloraba el bandoneón.<br />Buenos Aires, suspirando por ti<br />bajo el sol de otro cielo,<br />cuánto lloró mi corazón<br />escuchando tu nostálgica canción.<br /><br />Canción maleva, canción de Buenos Aires,<br />hay algo en tus entrañas que vive y que perdura.<br />Canción maleva, lamento de amargura,<br />sonrisa de esperanza, sollozo de pasión.<br />Ese es el tango canción de Buenos Aires,<br />nacido en el suburbio que hoy reina en todo el mundo.<br />Este es el tango que llevo muy profundo<br />clavado en lo más hondo del criollo corazón.<br /><br />Buenos Aires donde el tango nació,<br />tierra mía querida.<br />Yo quisiera poderte ofrendar<br />todo el alma en mi cantar<br />y le pido a mi destino el favor<br />de que al fin de mi vida<br />oiga el llorar del bandoneón<br />entonando tu nostálgica canción.<br /><br />La canción del ukelele<br />A. Avilés y C. Dober<br /><br />Yo te oí tocar el ukelele .<br />Y en tus blancas manos de marfil,<br />parecía que tuviera un alma<br />y que pudiera llorar y reír.<br />Como lloran los que tienen penas<br />y en silencio las deben sufrir.<br />Y oyes en el ukelele<br />una canción triste de dolor;<br />es mi corazón que en ella adora<br />y que sufre por la pena de un amor.<br />Vuelve hacia mi tus ojos<br />y que pueda tus labios besar,<br />mientras se oye muy lejos y suave<br />una canción triste que llora al pasar.<br />Muchas veces parece que el viento<br />hacia mis oídos él me trae<br />las dulces voces del instrumento,<br />que en sus blancas manos conocí.<br />Y mi corazón palpita ansiosa<br />desde aquella tarde que te oí<br />y oye en el ukelele<br />una canción triste de dolor<br />es mi corazón que en ella adora<br />y que sufre por la pena del amor<br />Vuelve hacia mi tus ojos<br />y que pueda tus labios besar,<br />mientras que oye muy lejos y suave<br />una canción triste que llora al pasar.<br /><br />La cartita<br />G. Coria Peñalosa y J. de Dios Filiberto<br /><br />La cartita que humilde te escribo<br />tus horas felices no quiere turbar,<br />sólo quiere contarte mi angustia,<br />mis hondas nostalgias, mi triste penar...<br />Tú no sabes las horas amargas<br />que por tu abandono pasando estoy,<br />mi cartita te dice que sufro,<br />que tu mártir sólo soy.<br /><br />Mi cartita tal vez te recuerde<br />las dulces ternuras de nuestro ayer,<br />mi cartita tal vez te reproche<br />por qué has muerto mi querer...<br />con mi humilde cartita te paso<br />ceñidas y envueltas en negro crespón,<br />tu retrato, tus risas, tus cartas,<br />y junto con toda mi muerta ilusión.<br /><br />Si tú supieras como está de triste,<br />desde que te fuiste, mi corazón,<br />y así me pagas lo que te he querido,<br />dándome al olvido sin compasión.<br />Tú no sabes las horas amargas<br />que por tu abandono pasando estoy,<br />mi cartita te dice que sufro,<br />que tu mártir sólo soy.<br /><br />Mi cartita tal vez te recuerde<br />las dulces ternuras de nuestro ayer,<br />mi cartita tal vez te reproche<br />por qué has muerto mi querer...<br />Al cerrar esta triste cartita,<br />corriendo a mi lado mi madre llegó,<br />Y aunque quise ocultarle mi pena,<br />yo sé que mi madre llorando me vio.<br /><br />La casita está triste<br />J. De Grandis y L. Bernstein<br /><br />Los chicos no juegan, la casa está triste,<br />la gente camina en puntas de pie.<br />El alma de ella en todo subsiste,<br />el alma tan buena de la que se fue.<br />Sollozos furtivos, suspiros y quejas<br />se oyen muy suaves cual leve rumor<br />de los que han quedado. Se postran las viejas<br />y elevan plegarias a Nuestro Señor.<br /><br />Un hombre murmura: "¡Qué mala es la vida!<br />¡Tan buena, tan bella, por todos querida,<br />dejar en tristezas sumido a su hogar!".<br />La gente la extraña -¡si era tan buena!-,<br />con todos charlaba, con todos se dio;<br />por eso en su muerte se ve tan serena,<br />¿será que su almita al cielo voló?<br /><br />Despunta la aurora y mecen las brisas,<br />las plantas, las flores que tanto cuidó,<br />y añoran sus riegos, sus dulces sonrisas<br />y tiernos cuidados que en vida les dio.<br />Se asoma un nenito, rosado, sonriente;<br />pregunta a su padre: "¿Mamá dónde está?".<br />Y al ver el cadáver, le dice doliente:<br />"¡Papito, yo quiero dormir con mamá!".<br /><br />La catedrática <br />F. Martino<br /><br />Aunque hay mucha mishiadura<br />yo manyo un gran movimiento<br />hay que ver en las carreras,<br />el afano y las palmeras,<br />el afano y las palmeras<br />y de donde sale el vento.<br /><br />Con catedráticos de ojo,<br />que abundan como la yapa<br />con el programa en la mano,<br />a todo pobre cristiano,<br />a todo pobre cristiano,<br />le dicen, tengo una papa.<br /><br />Es ir a cobrar la plata,<br />le juro por mi salud,<br />es llenarse hasta las botas<br />porque es una refijota,<br />porque es una refijota,<br />que la traigo del stud.<br /><br />Juéguele fuerte señor,<br />mire que es una papusa,<br />mire que es una papusa,<br />y con el mayor descaro<br />lo hacen entrar por el aro,<br />lo hacen entrar por el aro<br />Dios te libre, que carpusa.<br /><br />El mismo jockey me dijo,<br />andá sin miedo a jugar,<br />que se las voy a dar seca<br />y Mingo es la gran muñeca<br />y Mingo es la gran muñeca,<br />hay que creer o reventar.<br /><br />Con Domingo Torterolo,<br />soy camarada y demás,<br />soy camarada y demás<br />y si al fin se la pilla,<br />lo arrastra a la ventanilla,<br />lo arrastra a la ventanilla,<br />hecho el juego, no va más.<br /><br />Largaron, venimos bien,<br />ahora verán que papita<br />y aunque sea una macana,<br />y en el que el caballo afana,<br />y en el que el caballo afana,<br />y el pato se armó de guita.<br /><br />Y al largarse la carrera,<br />el caballo viene mal,<br />el caballo viene mal,<br />el rana sale piantando,<br />y el gil se queda esperando,<br />y el gil se queda esperando,<br />la atropellada final.<br /><br />La cautiva <br />P. Numa Córdoba y C. V. Geroni Flores<br /><br />Yo sé que te tienen cautiva<br />y que no te puedo ahora yo librar.<br />Pero sé llegará algún día<br />y a tu prisión mi amor he de escalar.<br />Porque mi alma se apena<br />al ver que sufres de ansiada libertad,<br />y entonces verás, mi cautiva<br />todo lo que puede el que ama de verdad.<br />Ya verás la luz del sol<br />¿Y una gran día su primor?<br />pues anhelo con porfía<br />verte alegre como el día <br />y bella como una flor.<br />Yo te quiero con amor,<br />para mi sos mi dulce bien.<br />De la guarida del que extraño<br />te ve brillar con fuerza y con tesón.<br />Serás de mi dulce albedrío<br />la dueña más pura de mi corazón,<br />la flor de mi alma inquieta<br />ofrendaré con santa devoción<br />verás como a tu fiel regazo<br />mi mente agreste reprime su furor,<br />quiero ser contigo bueno<br />para que no olvides nunca tu cantor.<br />Siempre te adoro con pasión, mi bien;<br />por que sos hogar, mi fe y mi amor de verdad.<br />Linda como blanca flor de azahar<br />y te amaré con ansia y con pasión, mi bien<br />porque sos mi ilusión.<br />Yo sé que te tienen cautiva<br />y que no te puedo ahora yo librar.<br />Pero sé que algún día<br />y a tu prisión mi amor he de escalar.<br />Porque mi alma se apena<br />al ver que sufres de ansiada libertad,<br />y entonces verás, mi cautiva<br />todo lo que puede el que ama de verdad.<br /><br />La chacarera<br />J. Maglio y J. Caruso<br /><br />Chacarera, chacarera,<br />chacarera buena moza,<br />siempre pasas por el agua<br />pero nadie se te moja.<br />Chacarera, chacarera,<br />no me hagas más sufrir,<br />todos duermen en tu cama<br />yo también quiero dormir.<br /><br />La Chacarera, la chacarera,<br />la chacarera tiene una cosa<br />que ella guarda con gran cuidado,<br />porque es chiquita y muy sabrosa.<br />La chacarera tan linda y graciosa<br />que viene y que pasa, me mira y se va,<br />la chacarera de linda boquita<br />que yo se la pido y no me la da.<br /><br />La chacarera se va<br />siempre sutil,<br />siempre gentil<br />y simpática,<br />la chacarera ya va<br />como una flor,<br />llena de amor,<br />Enigmática.<br />La pobre chacarerita<br />no se sabe resistir,<br />cuando le piden un beso<br />enseguida ella contesta que sí.<br /><br />Chacarera, chacarera,<br />chacarera de mi amor,<br />si yo te pido una cosa<br />no me contestes que no.<br />Chacarera, chacarera<br />no me hagas más sufrir<br />todos duermen en tu cama,<br />yo también quiero dormir.<br />Chacarerita, chacarerita,<br />Chacarerita me tenés loco;<br />Chacarerita, chacarerita,<br />Chacarerita, quiéreme un poco<br />Chacarerita tan linda y graciosa.<br /><br />La china fiera<br />J. Razzano y C. Gardel<br /><br />Dice que mi china es fiera<br />y se parece al carpincho ,<br />que su voz es un relincho<br />y su boca una tranquera,<br />!y su boca una tranquera¡<br />Que es una prienda cualquiera<br />del mismo valor que el toro<br />que tiene al andar saber<br />igual al de mi potranca<br />que es brisaña y media manca<br />yo sin embargo la quiero.<br />Que sus ojos son candiles,<br />ingrata, cuasi apagaos<br />y andan como desertaos<br />su pareja de cuadriles ,<br />!su pareja de cuadriles¡<br />Y que lo tocante <br />más espuma da el puchero<br />que tiene manchao el cuero<br />que es guaseta y nariguda<br />vieja bajita y tan panzuda.<br />Yo sin embargo la quiero.<br />Es una vieja chancleta,<br />haragana y comadrona<br />gacha siempre y pesadona<br />lo mesmo que la carreta;<br />!lo mesmo que la carreta¡<br />Que es una ? coqueta <br />y su cabeza un caldero<br />que es un loro barranquero<br />que más sabe hacer milagros<br />Que tiene cara de bagre;<br />yo sin embargo la quiero.<br />Dicen que por lo arrastrada<br />se parece a la culebra<br />y que de gusto se quiebra<br />lo mesmo que marejada,<br />!lo mesmo que marejada¡<br />Que es una china encerrada<br />que es más fijona que el tero <br />que suelta como el pampero<br />la rienda de aflojo<br />que sepa que muy canejo .<br />Yo sin embargo la quiero.<br /><br />La Choyana<br />R. Ruiz y A. H. Acuña<br /><br />Bailecito que me gusta,<br />el baile la chacarera ,<br />para decirle a la niña<br />jugando pero en de veras.<br />Antenoche tuve un sueño<br />que me hacé decía de risa<br />soñé que te levantabas<br />al alba para ir a misa.<br />Dice que de susto muere<br />aquel que visiones ve,<br />de ver una lagartija<br />no sé si me moriré<br />Corre, corre chacarera<br />no te aflija mi dolor<br />mira que yo voy muriendo<br />por la causa de tu amor.<br />Las mujeres son el diablo<br />sobrinas del gran demonio<br />nosotros los varoncitos<br />hijitos de San Antonio.<br />Las mujeres son el diablo<br />parientas del alacrán<br />cuando ven a un hombre pobre<br />alzan las cola y se van.<br />La mujer que quiere a dos<br />no es tonta si no entendida<br />si una vela se le apaga<br />la otra le queda encendida.<br />Corre, corre chacarera<br />así nomás ha de ser<br />lo importante es tener gusto<br />a la hora de parecer.<br /><br />La cieguita<br />Keppler Lais y Ramuncho<br /><br />A pesar del mucho tiempo<br />desde entonces transcurrido,<br />aún mi pecho conmovido<br />se recuerda con dolor<br />de aquel día que, en paseo,<br />vino a un banco una cieguita<br />y a su lado una viejita<br />que era su guía y su amor.<br />Y observé que la chiquita<br />de ojos grandes y vacíos<br />escuchaba el griterío<br />de otras nenas al saltar,<br />y la oí que amargamente<br />en un son que era de queja<br />preguntábale a la vieja:<br />¿Por qué yo no he de jugar?<br />Y a punto fijo no sé<br />si el dolor que sentí<br />fue escuchando la voz de la nena.<br />O fue que cuando miré<br />a su vieja advertí<br />que lloraba en silencio su pena.<br />¡Ay, cieguita!,<br />dije yo con gran pesar,<br />ven conmigo, pobrecita,<br />le di un beso y la cieguita<br />tuvo ya con quien jugar.<br />Y fue así que diariamente<br />al llegar con su viejita<br />me buscaba la cieguita<br />con tantísimo interés.<br />¡Qué feliz era la pobre<br />cuando junto a mi llegaba<br />y con sus mimos lograba<br />que jugásemos los tres!...<br />Pero un día, bien me acuerdo,<br />no fue más que la viejita<br />que me dijo: La cieguita<br />está a punto de expirar...<br />Fui corriendo hasta su cuna,<br />la cieguita se moría,<br />y al morirse me decía:<br />¿Con quién vas ahora a jugar?<br />Y a punto fijo no sé<br />si el dolor que sentí<br />fue escuchando el adiós de la nena.<br />O fue que cuando miré<br />a su vieja advertí<br />que lloraba en silencio su pena.<br />¿Ay, cieguita!,<br />yo no te podré olvidar;<br />pues me acuerdo de mi hijita<br />que también era cieguita<br />y no podía jugar...<br /><br />La copa del olvido<br />A. Vacarezza y E. Delfino<br /><br />¡Mozo, traiga otra copa!<br />y sírvase de algo el que quiera tomar,<br />que ando muy solo y estoy muy triste<br />desde que supe la cruel verdad.<br /><br />¡Mozo, traiga otra copa!<br />que anoche, juntos, los vi a los dos,<br />quise vengarme, matarla quise,<br />pero un impulso me sereno.<br /><br />Salí a la calle desconcertado,<br />sin saber como hasta aquí llegue<br />a preguntarle a los hombres sabios,<br />a preguntarles que debo hacer.<br /><br />"Olvide, amigo" - dirán algunos,<br />pero olvidarla no puede ser<br />y si la mato, vivir sin ella,<br />vivir sin ella nunca podré.<br /><br />¡Mozo traiga otra copa!<br />y sírvase de algo el que quiera tomar,<br />quiero alegrarme con este vino<br />pa ver si el vino me hace olvidar.<br /><br />En vano busco en otras mujeres<br />dulces caricias para olvidar<br />y recordando que no me quiere<br />el sentimiento me hace llorar.<br /><br />¡Mozo traiga otra copa!<br />y sírvase de algo el que quiera tomar.<br /><br />La Cordobesa<br />C. Tapia<br /><br />Esta es la zamba linda mi vida, <br />Que cantan los cordobeses,<br />Que cuando siente las niñas, mi vida,<br />Siempre la piden dos veces.<br /><br />(Tarareando)<br /><br />China decime así, decime así,<br />Te quiero a ti. (Bis)<br /><br />Preguntale al sacamuelas mi vida,<br />Cuál es el mayor dolor. (Bis)<br />Si al que le sacan la muela mi vida,<br />O al que padece de amor.<br /><br />La criolla<br />A. Le Pera y C. Gardel<br /><br />Vos sos la criolla más hermosa,<br />la que ha dado a las pampas argentinas<br />todo el fuego de su amor.<br />Vos sos la criolla legendaria de un pasado.<br />que ha dejado en nuestras almas<br />un recuerdo alentador,<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />Yo soy un pobre peregrino sin consuelo<br />que contempla marchitada para siempre su ilusión;<br />el que canta eternamente bajo el cielo<br />esperando que le pagues algún día su pasión.<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />Vos sos el alma de la raza<br />que se estampa en las clásicas guitarras<br />y en el dulce pericón;<br />vos sos la criolla más hermosa de la pampa<br />que ha llenado de esperanza<br />mi doliente corazón.<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />Vos sos el alma de esta raza bendecida<br />donde cantan los zorzales<br />y gorjea al ruiseñor;<br />vos sos la dulce serenata adormecida<br />que al son de cien guitarras<br />cantara un buen cantor.<br /><br />Vos sos la luz, el sol,<br />el aire suave, embriagador;<br />vos sos el dulce trino<br />que modula el ruiseñor.<br /><br />La cumparsita (Si supieras)<br />G. Matos Rodríguez, P. Contursi y E. P. Maroni<br /><br />Si supieras<br />que aún dentro de mi alma<br />conservo aquel cariño<br />que tuve para ti...!<br />Quién sabe, si supieras<br />que nunca te he olvidado...!<br />volviendo a tu pasado<br />te acordarás de mí...<br /><br />Los amigos ya no vienen<br />ni siquiera a visitarme;<br />nadie quiere consolarme<br />en mi aflicción;<br />desde el día que te fuiste<br />siento angustias en mi pecho;<br />decí, percanta, qué has hecho<br />de mi pobre corazón!<br /><br />Sin embargo<br />yo siempre te recuerdo<br />con el cariño santo<br />que tuve para ti;<br />y estás dentro de mi alma,<br />pedazo de mi vida,<br />en la ilusión querida<br />que nunca olvidaré.<br /><br />Al cotorro abandonado<br />ya ni el sol de la mañana<br />asoma por la ventana,<br />como cuando estabas vos...<br />y aquel perrito compañero<br />que por tu ausencia no comía<br />al verme solo, el otro día,<br />también me dejó.<br /><br />La cuyanita <br />J. Luque Lobo y J. Maglio (Pacho)<br /><br />Cuyanita de San Juan me haces pensar<br />cuando pasas sin mirar cruel y falaz.<br />No me negues tu querer, linda mujer,<br />Graciosa pebeta de San Juan.<br /><br />No me negues tu querer,<br />no me digas, ay! que no,<br />yo tu Pierrot he de ser<br />y tú serás mi Ninón.<br />Tuyo es mi amor y mi ser,<br />tuyo mi leal corazón.<br /><br />Y tuya siempre ha de ser<br />mi más honda pasión.<br />Ay! Cuyana de San Juan.<br />Decime, Porota, decime que si<br />que yo mucha dicha de amor te daré<br />que nunca tus ojos lloraran por mí<br />Ay! Me basta tu querer,<br />cuyana, de ojazos nimbados de sol<br />de labios tan rojos como un arrebol<br />de dulce sonrisa, de pálida tez.<br /><br />Cuyanita de San Juan.<br />No puedo más con esta loca pasión,<br />que siento acá.<br />No me hagas más llorar,<br />con tal dolor,<br />divina pebeta de San Juan.<br /><br />La cuyanita <br />C. Tapia<br /><br />Yo quisiera quererte,<br />pero tú me has de olvidar.<br />Para eso es mejor no verte;<br />tu presencia has de pagar.<br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />Para eso es mejor no verte;<br />tu presencia has de pagar.<br />La distancia nos separa<br />para un momento llegó<br />no sea que terminara<br />ese tiempo su dolor.<br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />No sea que terminara<br />con el tiempo sin dolor.<br />Y si la suerte quisiera,<br />que te volviese a querer<br />a la suerte le pidiera <br />que te matase mujer.<br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />La, ra, la, la, la, ra, la, la. <br />A la suerte le pidiera <br />que te matase mujer.<br /><br />La divina dama <br />E. Cadícamo y N. Shilkret<br /><br />Oye, divina dama,<br />mi corazón, latir;<br />oye, divina dama,<br />las notas de mi sufrir.<br />En la ventana florida<br />de tu gracia angelical,<br />dejo la rima perdida<br />de mi altivo madrigal;<br />eres tan dulce y tan bella<br />y tan sentimental,<br />que de mis versos<br />robo una estrella<br />y hago tu adorno triunfal.<br /><br />Oye, divina dama,<br />mi corazón latir;<br />oye, divina dama,<br />las notas de mi sufrir.<br />En mi lunario te sueña<br />el sol querido de mi amor,<br />y mi lirismo diseña<br />un paisaje de dolor,<br />y es que al pensar si dejaras<br />de aceptar mi adoración,<br />¡qué triste el mundo<br />sin tu sonrisa!<br />¡No mates mi corazón!<br /><br />La enmascarada<br />F. García Jiménez y P. Bernardo<br /><br />Cuando quise, en la vida,<br />confiado, sólo una vez,<br />la mujer de mis sueños<br />fue traidora después...<br />Aquellas manos tan cálidas<br />ocultaban el puñal<br />que mató, cuando apenas germinó,<br />mi fe sentimental.<br /><br />Hoy he encontrado a la impía<br />en un baile, enmascarada;<br />la delató su mirada<br />y una farsa combiné.<br />Fingí no reconocerla,<br />fui galante y ocurrente,<br />y luego, en palabra ardiente,<br />honda pasión declaré.<br />Al creer conquistada<br />mi amorosa locura,<br />de su triunfo segura<br />su antifaz se sacó.<br />Al mirarle los ojos<br />recordé emocionado<br />la traición del pasado<br />y le dije con rencor...<br /><br />"Para qué me has mostrado<br />tu cara sin antifaz,<br />si de hacerme tu esclavo<br />no es tu cara capaz...<br />En ella, risas o lágrimas,<br />no dicen nunca verdad.<br />Si sabré que tu imagen viva y fiel<br />también es antifaz!..."<br /><br />La entrerriana<br />Gobbi<br /><br />Hermosa entrerriana de los ojos negros<br />y de talle esbelto como la palmera.<br />Son tus labios rojos, cual la flor de ceibo<br />y como azabache es tu cabellera.<br /><br />Tú eres entrerriana la flor perfumada,<br />la dorada imagen de viva expresión.<br />Eres el encanto de la paisanada.<br />Eres de Entre Ríos la veneración.<br />Eres el encanto de la paisanada.<br />Eres de Entre Ríos la veneración.<br /><br />Fuiste tu entrerriana la que libertaste<br />a tu hermosa patria del aquel opresor.<br />Fuiste tú entrerriana la que despojaste,<br />de aquellas cadenas que eran el terror.<br /><br />Por eso el recuerdo de tu valentía<br />vibra en mi vigüela y en mi corazón.<br />Porque tú eres ninfa de la patria mía.<br />Eres sol radiante de su pabellón.<br />Porque tú eres ninfa de la patria mía.<br />Eres sol radiante de su pabellón.<br /><br />Sol resplandeciente del suelo entrerriano,<br />mujer adorada, Estrella del Sur.<br />Criolla que venero con placer ufano,<br />hada que encantaste mi pobre laúd.<br /><br />Por eso te canto, oh, criolla divina,<br />entrerriana hermosa, mujer ideal.<br />Gloria de Entre Ríos, patricia argentina,<br />de las madres criollas más tradicional.<br />Gloria de Entre Ríos, patricia argentina,<br />de las madres criollas más tradicional.<br /><br />La Garçonieère <br />F. Canaro y J. Caruso<br /><br />Vengan todos a oír esta milonga...<br />la milonga de nuestra juventud.<br />Vengan todos muchachos que yo invito, <br />y diviértanse pues, a mi salud.<br />Beban mucho, no importa que se gaste, <br />tengo plata y la quiero derrochar,<br />pues la vida es tan corta y es preciso<br />alegrarla con tango y con champán...<br /><br />¡Que no turbe nuestra fiesta, ni una pena ni un dolor!<br />Y vivamos la alegría, en esta noche de amor,<br />y con las copas bien llenas, acompáñenme a beber,<br />dos cosas hay en la vida: el champán y la mujer.<br /><br />¡Qué me importa si es falsa esta alegría!<br />necesito mi alma emborrachar, <br />y es por eso que amigos, esta noche,<br />una orgía de amor les quiero dar<br /><br />¡Apuremos de un sorbo nuestras vidas,<br />que mañana muy tarde ya será!<br />Pues la vida es tan frágil mis amigos,<br />como es frágil la copa de champán.<br /><br />¡Sigan muchachos la farra, no se cansen de bailar!<br />¡Tomen nomás cuanto quieran, que yo lo voy a pagar!!<br />¡Toda la plata que tengo en milongas gastaré,<br />porque mañana quien sabe, quien sabe lo que seré!!<br /><br />La gayola<br />A. Tagini y R. Tuegols<br /><br />No te asustes ni me huyas,<br />no he venido pa' vengarme;<br />si mañana, justamente,<br />ya me voy pa' no volver...<br />He venido a despedirme<br />y el gustazo quiero darme<br />de mirarte frente a frente<br />y en tus ojos campanearme,<br />silencioso, largamente,<br />como me miraba ayer.<br /><br />He venido pa' que juntos<br />recordemos el pasado<br />como dos buenos amigos<br />que hace rato no se ven,<br />acordarme de aquel tiempo<br />en que yo era un hombre honrado,<br />y el cariño de mi vieja<br />era un poncho que había echado<br />sobre mi alma noble y buena<br />contra el frío del desdén.<br /><br />Una noche, la huesuda<br />me vistió el alma de duelo:<br />a mi buena madrecita<br />la llamó a su lado Dios;<br />y en mis sueños parecía<br />que la pobre, desde el cielo,<br />me decía que eras buena,<br />que confiara siempre en vos.<br /><br />Pero me jugaste sucio<br />y, sediento de venganza,<br />mi cuchillo, en un mal rato<br />lo envainé en un corazón,<br />y más tarde, ya sereno,<br />muerta mi única esperanza,<br />unas lágrimas rebeldes<br />las sequé en un bodegón.<br /><br />Me encerraron muchos años<br />en la sórdida gayola<br />y una tarde me largaron<br />pa' mi bien o pa' mi mal...<br />fui vagando por las calles<br />y rodé como una bola,<br />pa' comer un plato'e sopa<br />¡cuántas veces hice cola!<br />Las auroras me encontraron<br />atorrando en un umbral.<br /><br />Hoy ya no me queda nada,<br />ni un refugio, estoy tan pobre;<br />solamente vine a verte<br />pa' dejarte mi perdón.<br />Te lo juro, estoy contento<br />que la dicha a vos te sobre.<br />Voy al campo a laburarla<br />pa' juntar algunos cobres,<br />pa' que no me falten flores<br />cuando esté dentro' el cajón.<br /><br />La gloria del águila<br />Nieto de Molina y Guillemat<br /><br />El rey del aire, tendió sus alas<br />y fue radiando como el sol que al mundo baña,<br />con la proeza de cuatro hispanos,<br />que son un timbre más de gloria para España.<br /><br />Salió el "Plus Ultra" con raudo vuelo,<br />mirando al cielo rumbo a la ciudad del Plata.<br />El orbe entero se ha estremecido<br />el entusiasmo en todas partes se desata.<br /><br />Desde Palos, el águila vuela<br />y a Colón, con su gran carabela,<br />nos recuerda con tal emoción<br />la hazaña que agita todo el corazón.<br /><br />Franco y Durán, Ruiz de Alda, los geniales,<br />los tres Con rada, son inmortales,<br />los españoles van con razón cantando<br />al ver al galardón de su nación.<br /><br />Y cantarán con todas las naciones<br />entrelazando los corazones,<br />y en tal clamor surge un tango argentino<br />que dice a España, Madre Patria de mi amor.<br /><br />Cruzó Las Palmas y Porto Praia,<br />glorioso llega en Fernando de Noronha,<br />prosigue el vuelo y en Pernambuco<br />ya con su raid al mundo da impresión más honda.<br /><br />En Río de Janeiro, Montevideo<br />suenan campanas pregonando la victoria<br />y en Buenos Aires, la hija querida,<br />al fin se cubren ahí los valientes ya de gloria.<br /><br />Dos países en un noble lazo,<br />con el alma se dan un abrazo.<br />Es la madre que va a visitar los hijos<br />que viven en otro hogar.<br /><br />Franco y Durán, Ruiz de Alda, los geniales,<br />los tres con Rada, son inmortales,<br />los españoles van con razón cantando<br />al ver al galardón de su nación.<br /><br />Y cantarán con todas las naciones<br />entrelazando los corazones,<br />y en tal clamor surge un tango argentino<br />que dice a España, Madre Patria de mi amor.<br /><br />La he visto con otro<br />P. Contursi y A. Scatasso<br /><br />La he visto con otro<br />pasearse del brazo.<br />Mis ojos lloraban<br />de pena y dolor.<br />En cambio en su cara,<br />sus negros ojazos<br />reían contentos<br />de dicha y amor.<br /><br />Recuerdo que en mis brazos<br />llorando me decía,<br />será pa' siempre tuya<br />mi vida y mi pasión.<br />Jugo con mis amores,<br />la ingrata me fingía,<br />dejándome enlutado<br />mi pobre corazón.<br /><br />Hay noches que solo<br />me quedo en el cuarto<br />rogando a la virgen<br />me la haga olvidar,<br />y al verla con otro<br />pasar por mi lado<br />en vez de matarla<br />me pongo a llorar.<br /><br />La hija de la japonesita<br />De La Vega, de Maroni y R. Montés<br /><br />Una geisha del yosiwara<br />sacerdotisa del dios Amor<br />dice a todos que está maldita<br />porque ha nacido de la traición,<br />y aunque príncipe el padre fue,<br />en el fango debe vivir,<br />y la geisha huérfana y triste<br />llora ante Buda, diciendo así:<br /><br />Buda,<br />ya que sufrir me ves...<br />Buda,<br />protégeme, señor...<br />Mira<br />que la pobre musmé<br />nacida en la orfandad<br />se muere de dolor.<br /><br />Y la geisha jamás olvida<br />la historia triste de una pasión<br />que a la madre robó la vida,<br />esclavizada por el amor;<br />y llorando sin fe ni hogar,<br />destrozando su corazón,<br />por doquiera se oye el lamento<br />triste y amargo de su canción:<br /><br />Buda, ya que sufrir me ves...<br />Buda, protégeme, señor...<br />Mira que la pobre musmé<br />nacida en la orfandad<br />se muere de dolor.<br /><br />Todo es calma en el yosiwara<br />donde hizo nido el amor fatal...<br />como sombra cruza la geisha,<br />lleva en la mano fino puñal;<br />su nirvana la hace morir,<br />rasga el vientre sin compasión,<br />y agoniza la princesita<br />rogando a Buda con triste voz:<br /><br />Buda, ya que sufrir me ves...<br />Buda, recíbeme, señor...<br />Mira que la pobre musmé<br />nacida en la orfandad<br />se muere de dolor.<br /><br /><br />ojala les guste, salud. crimella
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