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Letra actual de la canción
Se llamaba Soledad y estaba sola <br />como un puerto maltratado por las olas, <br />coleccionaba mariposas tristes, <br />direcciones de calles que no existen. <br />Pero tuvo el antojo de jugar <br />a hacer conmigo una excepción <br />y, primero, nos fuimos a bailar <br />y, en mitad de un "te quiero" me olvidó. <br />De Esperanza no tenía más que el nombre <br />la que no esperaba nada de los hombres, <br />coleccionaba amores desgraciados, <br />soldaditos de plomo mutilados. <br />Pero quiso una noche comprobar <br />para qué sirve un corazón <br />y prendió un cigarrillo y otro más <br />como toda esperanza se esfumó. <br />Por eso, cuando el tiempo hace resumen <br />y los sueños parecen pesadillas, <br />regresa aquel perfume <br />de fotos amarillas. <br />Y, aunque sé que no era <br />las más guapa del mundo... juro que era <br />más guapa que cualquiera. <br />Se llamaba Inmaculada aquella puta <br />que curaba el sarampión de los reclutas, <br />coleccionaba nubes de verano, <br />velos de tul roídos por gusanos. <br />Pero quiso quererse enamorar <br />como una rubia del montón <br />y que yo la sacara de la <br />"calle de los besos sin amor" <br />Y, mil años después, cuando otros gatos <br />desordenan mis noches de locura, <br />evoco aquellos ratos <br />de torpes calenturas. <br />Y, aunque sé que no era <br />la más guapa del mundo, juro que era <br />más guapa, más guapa que cualquiera. <br /> Flores en su entierro <br />Excepto las de la imaginación <br />había perdido todas las batallas. <br />Un domingo sin fútbol nos contó, <br />vencido, que tiraba la toalla <br />y nadie lo creyó. <br />Pero, esta vez, no iba de farol; <br />al día siguiente se afanó una cuerda <br />y, en lugar de rezar una oración, <br />mandó el mundo a la mierda <br />y de "un palo borracho" se colgó. <br />Debía "luca y media" de alquiler, <br />dejó en herencia un verso de Neruda, <br />un tazón con pestañas de papel <br />flotando en el café <br />y una guitarra tísica y viuda. <br />Lo poco que tenía lo invirtió <br />en un hueso de lujo para el perro <br />y en pagar al contado la mejor <br />corona que encontró... <br />para que hubiera flores en su entierro. <br />Veinte años atrás lo conocí <br />en Londres, conspirando contra Franco. <br />Era el rey del aceite de hashís <br />y le excitaba más robar un banco <br />que el mayo de París. <br />Por Florida lo vi la última vez <br />con su traje anacrónico y marchito; <br />estudiando el menú de un cabaret <br />"-¡Hay comida, mi plato favorito!" <br />gritó para joder. <br />Debía "lica y media" de alquiler, <br />dejó en herencia un verso de Neruda, <br />una lágrima de Lilí Marlen <br />flotando en el café <br />y una guitarra tísica y viuda. <br />Lo poco que tenía lo invirtió <br />en un hueso de lujo para el perro <br />y en pagar al contado la mejor <br />corona que encontró... <br />para que hubiera flores en su entierro. <br />Parece que fue ayer cuando se fué <br />al barrio que hay detrás de las estrellas, <br />la muerte, que es celosa y es mujer, <br />se encaprichó con él <br />y lo llevó a dormir siempre con ella.
Letra nueva de la canción
Se llamaba Soledad y estaba sola <br />como un puerto maltratado por las olas, <br />coleccionaba mariposas tristes, <br />direcciones de calles que no existen. <br />Pero tuvo el antojo de jugar <br />a hacer conmigo una excepción <br />y, primero, nos fuimos a bailar <br />y, en mitad de un "te quiero" me olvidó. <br />De Esperanza no tenía más que el nombre <br />la que no esperaba nada de los hombres, <br />coleccionaba amores desgraciados, <br />soldaditos de plomo mutilados. <br />Pero quiso una noche comprobar <br />para qué sirve un corazón <br />y prendió un cigarrillo y otro más <br />como toda esperanza se esfumó. <br />Por eso, cuando el tiempo hace resumen <br />y los sueños parecen pesadillas, <br />regresa aquel perfume <br />de fotos amarillas. <br />Y, aunque sé que no era <br />las más guapa del mundo... juro que era <br />más guapa que cualquiera. <br />Se llamaba Inmaculada aquella puta <br />que curaba el sarampión de los reclutas, <br />coleccionaba nubes de verano, <br />velos de tul roídos por gusanos. <br />Pero quiso quererse enamorar <br />como una rubia del montón <br />y que yo la sacara de la <br />"calle de los besos sin amor" <br />Y, mil años después, cuando otros gatos <br />desordenan mis noches de locura, <br />evoco aquellos ratos <br />de torpes calenturas. <br />Y, aunque sé que no era <br />la más guapa del mundo, juro que era <br />más guapa, más guapa que cualquiera. <br /> Flores en su entierro <br />Excepto las de la imaginación <br />había perdido todas las batallas. <br />Un domingo sin fútbol nos contó, <br />vencido, que tiraba la toalla <br />y nadie lo creyó. <br />Pero, esta vez, no iba de farol; <br />al día siguiente se afanó una cuerda <br />y, en lugar de rezar una oración, <br />mandó el mundo a la mierda <br />y de "un palo borracho" se colgó. <br />Debía "luca y media" de alquiler, <br />dejó en herencia un verso de Neruda, <br />un tazón con pestañas de papel <br />flotando en el café <br />y una guitarra tísica y viuda. <br />Lo poco que tenía lo invirtió <br />en un hueso de lujo para el perro <br />y en pagar al contado la mejor <br />corona que encontró... <br />para que hubiera flores en su entierro. <br />Veinte años atrás lo conocí <br />en Londres, conspirando contra Franco. <br />Era el rey del aceite de hashís <br />y le excitaba más robar un banco <br />que el mayo de París. <br />Por Florida lo vi la última vez <br />con su traje anacrónico y marchito; <br />estudiando el menú de un cabaret <br />"-¡Hay comida, mi plato favorito!" <br />gritó para joder. <br />Debía "lica y media" de alquiler, <br />dejó en herencia un verso de Neruda, <br />una lágrima de Lilí Marlen <br />flotando en el café <br />y una guitarra tísica y viuda. <br />Lo poco que tenía lo invirtió <br />en un hueso de lujo para el perro <br />y en pagar al contado la mejor <br />corona que encontró... <br />para que hubiera flores en su entierro. <br />Parece que fue ayer cuando se fué <br />al barrio que hay detrás de las estrellas, <br />la muerte, que es celosa y es mujer, <br />se encaprichó con él <br />y lo llevó a dormir siempre con ella.
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