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Letra actual de la canción
¡TIERRA Y LIBERTAD!, El mismo grito, el mismo anhelo. Setenta y cinco años después, otra generación de campesinos mexicanos estremece al mundo con una exigencia tan sencilla pero tan profunda como el origen, principio y fin de la vida. <br /> <br />¡Tierra y libertad! <br /> <br />¿Cuál fue la respuesta? Todos los pseudointelectuales orgánicos, al servicio de los más oscuros intereses del país, se lanzaron furiosos, dándole vueltas a sus textos con el Gobierno, garabateando ridículos perfiles disquesociológicos sobre el movimiento chiapaneco. Textos, que en opinión de muchos, les fueron dictados por sus patrones desde Washington, Wall Street y la Bolsa Mexicana de valores. <br /> <br />Oigamos: <br />"Han de ser extranjeros que buscan dar una imagen de México". <br />"La Iglesia claro, la Teología de la Liberación, enveneno sus corazones". <br />"Las causas son justas, pero no se justifica la lucha armada". <br /> <br />Supongo que debieron esperar otros quinientos años, según este falso criterio. Y por su parte los izquierdistas de derechas mugían: <br /> <br />"Debieron esperar". <br />"No es el momento". <br />"Las condiciones aún no están dadas". <br />"La violencia sólo traerá más violencia". <br /> <br />Voces y voces, algunas sinceras, pero la mayoría oportunistas: <br />"Queremos la paz"... <br /> <br />grandes marchas, grandes mítines... <br /> <br />"queremos la paz"... <br /> <br />Vaya, la primera vez que el pueblo lleva la iniciativa y ya lo quieren mediatizar. <br /> <br />"Queremos la paz", <br /> <br />¿Los partidos políticos quieren la paz?, ¿Los banqueros quieren la paz?, ¿La Bolsa de valores quiere la paz?, ¿El imperialismo y sus transnacionales quiere la paz? <br /> <br />Todos los medios de comunicación, encabezados por Televisa quieren la paz... ¡Pero la paz de los sepulcros! <br /> <br />¿Por qué, me pregunto, no se llevarían a cabo estas campañas cuando el Ejército guerreaba contra el pueblo desarmado? Cuando masacraban en Sintalapa, Bochil y Guolonchán, Riomuerto, Sonoro, Las Guaztecas... amén del genocidio perpetrado a lo largo y ancho del país. <br /> <br />O cuando asesinaron por la espalda a activistas de la estatura moral de Orfa Borges, Tuparo Amaro, Norma Corona o Arturo Albores, para sólo mencionar unos cuantos ejemplos. Crímenes jamás aclarados, por lo demás. <br /> <br />Ahora los hipócritas quieren la paz. Porque con esa paz pueden lucrar y sacar ganancias económicas y políticas. "Y acopian cobijitas y comiditas para los pobres inditos", con un sentimiento de culpa inocultable, y dándose falsos golpes de pecho. <br /> <br />No, señores. Lo que necesita el pueblo de México son armas, ya ellos se encargarán de conseguir lo demás. <br /> <br />Es fácil ir pregonando paz, amor y dignidad <br />sentado cómodamente en un café de la ciudad. <br />Los discursos esos son palabras y nada más, <br />yo conozco camaleones que no se cansan de hablar.
Letra nueva de la canción
¡TIERRA Y LIBERTAD!, El mismo grito, el mismo anhelo. Setenta y cinco años después, otra generación de campesinos mexicanos estremece al mundo con una exigencia tan sencilla pero tan profunda como el origen, principio y fin de la vida. <br /> <br />¡Tierra y libertad! <br /> <br />¿Cuál fue la respuesta? Todos los pseudointelectuales orgánicos, al servicio de los más oscuros intereses del país, se lanzaron furiosos, dándole vueltas a sus textos con el Gobierno, garabateando ridículos perfiles disquesociológicos sobre el movimiento chiapaneco. Textos, que en opinión de muchos, les fueron dictados por sus patrones desde Washington, Wall Street y la Bolsa Mexicana de valores. <br /> <br />Oigamos: <br />"Han de ser extranjeros que buscan dar una imagen de México". <br />"La Iglesia claro, la Teología de la Liberación, enveneno sus corazones". <br />"Las causas son justas, pero no se justifica la lucha armada". <br /> <br />Supongo que debieron esperar otros quinientos años, según este falso criterio. Y por su parte los izquierdistas de derechas mugían: <br /> <br />"Debieron esperar". <br />"No es el momento". <br />"Las condiciones aún no están dadas". <br />"La violencia sólo traerá más violencia". <br /> <br />Voces y voces, algunas sinceras, pero la mayoría oportunistas: <br />"Queremos la paz"... <br /> <br />grandes marchas, grandes mítines... <br /> <br />"queremos la paz"... <br /> <br />Vaya, la primera vez que el pueblo lleva la iniciativa y ya lo quieren mediatizar. <br /> <br />"Queremos la paz", <br /> <br />¿Los partidos políticos quieren la paz?, ¿Los banqueros quieren la paz?, ¿La Bolsa de valores quiere la paz?, ¿El imperialismo y sus transnacionales quiere la paz? <br /> <br />Todos los medios de comunicación, encabezados por Televisa quieren la paz... ¡Pero la paz de los sepulcros! <br /> <br />¿Por qué, me pregunto, no se llevarían a cabo estas campañas cuando el Ejército guerreaba contra el pueblo desarmado? Cuando masacraban en Sintalapa, Bochil y Guolonchán, Riomuerto, Sonoro, Las Guaztecas... amén del genocidio perpetrado a lo largo y ancho del país. <br /> <br />O cuando asesinaron por la espalda a activistas de la estatura moral de Orfa Borges, Tuparo Amaro, Norma Corona o Arturo Albores, para sólo mencionar unos cuantos ejemplos. Crímenes jamás aclarados, por lo demás. <br /> <br />Ahora los hipócritas quieren la paz. Porque con esa paz pueden lucrar y sacar ganancias económicas y políticas. "Y acopian cobijitas y comiditas para los pobres inditos", con un sentimiento de culpa inocultable, y dándose falsos golpes de pecho. <br /> <br />No, señores. Lo que necesita el pueblo de México son armas, ya ellos se encargarán de conseguir lo demás. <br /> <br />Es fácil ir pregonando paz, amor y dignidad <br />sentado cómodamente en un café de la ciudad. <br />Los discursos esos son palabras y nada más, <br />yo conozco camaleones que no se cansan de hablar.
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