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Dejen que baje la noche y nos derrumbe,
alistando los brazos para el abrazo impacto.
Agarrensé de sus madres como chicos,
un haz en línea recta que atraviesa el pecho.
En el canal equivocado
en el abrigo o en el techo.
En la pantalla de su sombra el mundo cambia.