"En los barrios ricos, en los barrios pobres
no hay las mismas casas, ni los mismo olores
en los barrios bajos, y en los altos barrios
no hay los mismos perros, ni los mismo gatos"
Anoche cuando dormía, me desperté de sopetón,
soñé bendita ilusión,
que Bakunin golpeaba los cristales de mi balcón.
Elijo primero una buena azotea
desde donde vea algún restaurante
de gente con clase a diezmil el cubierto,
y estudio a cubierto sus movimientos
¿quién entra, quién sale? ¿qué gente influyente se gasta en comer esas cantidades?
Me fijo en sus coches, anoto sus placas,
apunto el horario, y me quedo con sus caras
y vuelvo otro día que tenga coartada,
y bien ensallada la retirada en un tiempo record, por mi exsahustivo entrenamiento.
Monto mi rifle de precisión, ajusto la mira,
lo apoyo en mi hombro, cargo la munición
y espero paciente mascando tabaco
a que llegue el tipo al que le ha tocado
la paja más corta, la suerte más tonta
porque le voy a borrar lo que hay de sucio,
lo que hay de falso, en su sonrisa de candidato.
Atento, escucha,
atento, escucha,
que voy a enseñarte que clase de lucha
es lucha de clases.
Blanco humano, blanco perfecto,
disparo a la cabeza del millonario.
Blanco humano, blanco perfecto,
soy el mata-ricos libertario.
Soy un tipo franco, y un buen francotirador
y me encanta hacer blanco en el coco calvo
del clásico cerdo forrado de pasta
y de grasa, que arrastra apellido de alcurnia
y amasa fortuna a la sombra de amigos de siempre,
gente influyente bien situada,
clanes porcinos de toda la vida,
podridos, corruptos
y mafiosos que besan la mano del cura,
sobornan al pasma, trafican con armas
y se hacen la foto con la autoridad
en fiestas de beneficencia
que saneada la mala conciencia.
Y siento el gatillo picando en mi dedo,
lo noto, lo tengo, lo aprieto
y le peto un disparo certero entre ceja y ceja
que borra de golpe, un solo balazo,
lo que hay de sucio, lo que hay falso, en su sonrisa de candidato.
Atento, escucha,
atento, escucha,
que voy a enseñarte que clase de lucha
es mi lucha de clases.
Blanco humano, blanco perfecto,
disparo a la cabeza del millonario.
Blanco humano, blanco perfecto,
soy el mata-ricos libertario.
Anoche cuando dormía, desperté de sopetón,
mascullando puño en alto
"Ni dios, ni amo, ni patrón"