Cuentan que fue, que fue una vez
una tierra llamada "de cardo y clavel".
Coronada de laurel de olvido.
Soledades batidas en las ventanas del cráneo
trémulas pesadillas dejaron.
(torsos en el purgatorio de la noche).
Pero fue tan sólo llegar él
con su arpa de arlequín de endulzar vaginas
y algodones en pueblitos de lluvia.
Era un gamberro de mucha fricción
fiel a la gran, a la gran caravana.
Su lema era: "jamás dejar corazón destrozado".
Más la traición del cuchillo llegó
(en la noche siempre va por atrás)
Nada puede el pétalo contra siete espinas.
Y el silencio es el mejor aliado
para un jurado, un jurado ahorcado.
Escrito va en esta pobre prosa humana.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comClaro, fue tan sólo llegar él
para arder en la hogura
los algodones de un pueblito de lluvia.