Vista previa
Ya caen las lágrimas, resbalando encima del papel, un adiós, y un 'te quiero', demasiado tarde para detener, maldito virus acabas con el amor, que siempre entregué, recuerda mi sonrisa, le escribió en el último respirar. Él hablará, caminará, por los mismos sitios que ellos paseaban. Se duchará en soledad, sus lágrimas perdidas entre el agua. Perdona por lo malo, creía que a mí no me iba a tocar, y su compañero triste le pide a Dios, que detenga el tiempo por favor. Pero nadie aprieta el stop. Dios ha ido a jugar a golf. Como cinta de video su vida gira y gira hasta el final. Recuerda, recuerda. Luego sus venas cortadas emergerán, sueño prefiero mañana no despertar.