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De pronto tu mundo ya no esta más
solo queda la cornisa
y tu aturdido corazón.
Lo sabes sólo un salto tenes que dar
y no habrá más dolor.
Allá abajo el suelo te está llamando,
pero él no te atrae, es tu curiosidad.
En un segundo de paz, donde tu vida
ves pasar, después, el fin.
Pero... ¿qué hay más allá?
Pero no, jamás ibas a pensar
que la vida otra carta tendría por jugar.
Querés volar, por un instante tener libertad,
tus restos de orgullo te impiden escapar.
¿Qué serán de esas noches,
que parecían una más?
¿Qué serán de esas tardes,
que parecían no importar?
Mirás el cielo por última vez y té acordás
que no estarás para ver... si mañana lloverá.
Borracho de veneno, no querés escapar
si no probaste del buen vino, porque no intentar.
Tal vez no sea tan caro, el precio que debes pagar,
en tu mirada tendrás, el adiós final.