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Me alzo y salto,
entre tus dedos sabré caer,
ojalá que sea cierto que odio tus dedos.
Me estiro y espero,
que algo enrosque tu espalda en flor,
ojalá que sea cierto que odio tu espalda.
Cuando respiro en tu boca,
penetra tu ojo en mi ojo.
Cuando respiro en tu boca,
me escondes como sangre a la herida.
Me pongo de pie y perdono,
al daño que a mi oído destrozó,
que sea cierto que odio el silencio.
Cuando respiro en tu boca,
penetra tu ojo en mi ojo.
Me precipito hacia el cielo,
cuando respiro en tu boca.
Cuando respiro en tu boca,
de par en par tu flor.
Tensión y caída,
cuando respiro en tu boca.