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Mientras la luna serena
baña con su luz de plata
como un sollozo de pena
se oye cantar su canción;
la canción dulce y sentida
que todo el barrio escuchaba
cuando el silencio reinaba
en el viejo caserón.
Cuentan que fue la piba de arrabal,
la flor del barrio aquel, que amaba un payador
Sólo para ella cantó el amor
al pie de su ventanal;
pero otro amor por aquella mujer,
nació en el corazón del taura más mentao
que un farol, en duelo criollo vio,
bajo su débil luz, morir los dos.
Por eso gime en las noches
de tan silenciosa calma
esa canción que es el broche
de aquel amor que pasó...
De pena la linda piba
abrió bien anchas sus alas
y con su virtud y sus galas
hasta el cielo se voló.