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Cuando derrame el verano toda su miel sobre el río,
cuando el sol rejuvenezca con la risa de los niños,
y el amor juegue sus juegos como el viento entre los pinos,
y el campo encienda sus verdes, y el mar suelte sus navíos,
cuando la última flor del cerezo haya caído,
amiga yo estaré lejos, muy lejos por el camino.
Aunque llores lo que llores sobre este corazón mío,
aunque convierta mis manos en cuna de tus suspiros,
aunque se queden tus ojos, tras de mi huella prendidos,
y yo camine en lo llano como bajando al abismo,
cuando la última flor del cerezo haya caído
amiga yo estaré lejos, muy lejos por el camino.
Sé que te recordaré más allá de lo infinito
nuestro andar bajo la lluvia platicando como niños
o adorando tu pureza, con sueños y cantos míos,
pero por más que callemos, y aunque sintamos lo mismo,
cuando la última flor del cerezo haya caído
amiga yo estaré lejos, muy lejos por el camino