Vista previa
Estoy cansado pero no vencido.
Anesteciado pero no dormido.
Estoy mareado, desalineado,
enamorado del árbol caído.
He madrugado lunes y domingos
desesperado por no ser tu abrigo.
Estoy ahogado en tu saliva,
enamorado del árbol caído.
Cuidaré tu sonrisa y algún día me sonreirás.
Vi la belleza de tus ojos negros
desde temprano cuando ladra el perro.
Fui las mañanas desde la orilla
del otro lado del árbol caído.
Soñaré pasarte a buscar y algún día me atenderás a mi.