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Voy a cantar un corrido
que traigo aquí en mi memoria
el corrido de un cuatrero
de Guadalupe la Joya
que mato a cinco rurales
que dios los tenga en la gloria.
A Guadalupe llegaron
unos agentes rurales
en busca de aquel cuatrero
por aquellos sangurriales
orden traían de aprenderlo
por sus negros historiales.
Como no lo conocían
a todos les preguntaban
quien era Gregorio Cuellar
y que caballo montaba
y donde tenia su rancho
y cuantas armas portaba.
Les dice Arnulfo García
componiéndose el sombrero
ese hombre no vive aquí
es del rancho de El Consuelo
vive como un ermitaño
en las faldas de aquel cerro.
Yo les diré que no vayan
es un hombre de peligro
carga su cuarenta y cinco
también un cuerno de chivo
será mejor que desistan
si es que quieren seguir vivos.
Formaron muy bien su plan
le llegaron por sorpresa
pero la fiera escondida
les disparo con certeza
y a toditos los mato
dentro de sus camionetas.
El corrido se acabo
todo ha quedado en olvido
nomás las cruces quedaron
de los rurales caídos
y la fiera sigue suelta
por ahí se oyen los rugidos.