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Yo era el hombre de hojalata,
Buscando al mago de oz,
Porq no sentía nada,
Y quería un corazón.
Era más inteligente,
Q el espantapájaros,
Era mucho más valiente,
Q mi amigo el gran león.
Pero eso de nada me sirvió,
Aquel día en q ella se marchó.
Y hoy soy un tonto,
El tonto más cobarde,
Por no entregarme,
Por no saber amarle.
Y q ironía,
Su adiós me desbarata,
Después de ser,
El hombre fuerte, de hojalata.
Yo era el hombre de hojalata,
Q anhelaba un corazón,
Sin saber q lo tenía,
Hasta q ella, lo rompió.