Ella luchó con todas sus fuerzas, pero más luchó aquel cafre, pa' abrirle las piernas. Ella creyó que nada era cierto, que todo era un engaño, que aquello era un infierno.
Y aquel hombre, el diablo, vestío de sufrimiento,
ahi empapao en descaro, cómplice del silencio. La enterraron en vida y en aquel puto antro, y lavó sus heridas en su propio llanto.
Y el informe del forense dice que no hay violación,
que no hay prueba de que aquel hombre le bajara el pantalón. Y el secreto de sumario ya cerró la investigación, porque encontraron pinchazos en el brazo, y el caballo la mató...
Él confesó que lo había echo, y basaba su triste defensa en que estaba muy puesto. Verá señor juez, sí no hubo ensañamiento, la maté en el momento, en que desgarraba su piel con mis dedos, su alma con mi miedo. Si en la misma luna, se oían sus lamentos.
Yo no pude hacer nada, si ella lo iba pidiendo, y si en algo me ayuda, diré que lo siento
Y el informe del forense dice que no hay violación,
que no hay prueba de que aquel hombre le bajara el pantalón. Y el secreto de sumario ya cerró la investigación, porque encontraron pinchazos en el brazo, y el caballo la mató...
Y el caballo la mató, el caballo la mato. Y el caballo la mató, el caballo la mató...