El hombre se hizo siempre
de todo material:
de villas señoriales
o barrio margina.
Toda época fue pieza
de un rompecabezas
para subir la cuesta del gran reino animal,
con una mano negra
y otra blanca mortal.
Mortales ingredientes
armaron al Mayor:
luz de terratenientes
y de Revolución:
destreza de la esgrima,
sucesos como un preso,
Amalia abandonada
por la bala,
la vergüenza, el amor;
o un fusilamiento,
un viejo cuento
modelaron su adiós.
Va cabalgando
El Mayor con su herida,
y mientras más mortal el tajo,
es más de vida.
Va cabalgando
sobre una palma escrita,
y a la distancia de cien años
resucita.
Trota sobre la espuma,
seguido por un mar
de negros en machete
y sin encadenar.
Ordena a su corneta
el toque de a degüello,
y a un siglo de distancia
entona nuestra canción
y con recia garganta
canta,
espanta
lejos la maldición.
Va cabalgando
El Mayor con su herida,
y mientras más mortal el tajo,
es más de vida.
Va cabalgando
sobre una palma escrita,
y a la distancia de cien años
resucita.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com(A la memoria del Mayor General
Ignacio Agramonte y Loynaz,
en el centenario de su caída en
combate en la sabana de Jimaguayú,
el 12 de mayo de 1873.