Vista previa
Estás prisionero en el ojo del huracán.
Mueves tus resortes pero no tienes libertad.
Siempre estás pendiente de que nada le ha de faltar.
Al gran responsable de los males de mi ciudad.
Se que podrás utilizarme, con gran facilidad.
Pero yo no quiero dejarme, tendrás que pelear.
Siempre serás solo un farsante con vuestra sociedad
Tienes un coche tan flamante como tu necedad.
Eres como un perro que obedece sin rechistar.
Vives tan sumiso como el barco a la tempestad.
Has colaborado con las fuerzas del capitán.
Pero ya muy pronto de tu cuerpo prescindirán.
Se que podrás utilizarme, con gran facilidad.
Pero yo no quiero dejarme, tendrás que pelear.
Siempre serás solo un farsante con vuestra sociedad
Tienes un coche tan flamante como tu necedad.
Se que podrás utilizarme, con gran facilidad.
Pero yo no quiero dejarme, tendrás que pelear.
Siempre serás solo un farsante con vuestra sociedad
Tienes un coche tan flamante como tu necedad