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Preso estoy, ya estoy cumpliendo mi condena
La condena que me da la sociedad
Me acongojo, me avergüenzo y me da pena
Pero tengo que cumplirla en soledad.
Mi guitarra, huerfanita, ya no suena
Y aunque tarde, sé que es una realidad
Que el que juega tan cerquita a la candela
Si no vive con cautela, quemará.
Sólo pido a mis amigos de allá afuera
Que se cuiden del licor y su maldad
Que la única, la última y primera
Para siempre es la palabra libertad.
Preso estoy, ya estoy...
Libertad, libertad.