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No me queda ni tiempo
ni dinero, ni huevos, ni sentido del humor.
Me paso el día en casa fumado
y repitiendo los chistes de la televisión.
Mi madre se bebe lo que gano traficando.
Mi padre era flautista en la puerta del Simago.
Así que con tan pingüe genética herencia
no creo ni en hadas ni en quinielas y más desde que
el Corte Inglés
legalizó la marihuana
por una compra superior a doce gramos
de regalo un poster del Che Guevara.
¿Ahora sobre qué
van a cantar las bandas?
Yo por mi parte he terminado
hasta el culo de los Doors,
la Velvet y Malasaña
y canto un estribillo que dice así:
Muy a mi pesar alguien se me adelantó
y asesinó al último nuevo cantautor.
Muy a mi pesar no he sido yo
y esto no es un grupo de flamenco pop.
Se funde toda bola de nieve en el pasado
me negaré tres veces en menos que canta un gallo.
Amanece sólo la promesa de que acabará un nuevo día
y dios en la comisaría.