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Frente al precipicio hay un resquicio de razón,
que puede ayudarnos a encontrar la solución.
Pero es inútil, nuestra decisión, si el juego está arreglado
por los dueños del balón, y aquí estoy, contigo, tratando
de aclarar la situación.
Tiempo de encrucijada pide respuestas claras
de una familia rota, de una Nación quebrada.
Sobre la desgracia de una corrupción brutal vive, y aún
resiste, la esperanza nacional. Y ahora nos toca reivindicar
la vida, la memoria y el amor de América, y aquí estoy,
tratando, creyendo que no es tarde para hablar.
Tiempo de encrucijada: lucha o retirada.
O somos familia rota, o somos Nación salvada.