Vista previa
El verano se fue
pero tu llegaste a mi
furioso el viento del norte
ruge yelando todo.
Mas a mi no me importa
teniendote a mi lado,
tu dulce y calido aliento
protege mi reposo.
Aunque el bosque este desnudo
y los pájaros no canten,
aunque el día sea más corto
y los campos estén blancos.
Desde el momento en que te ví
para mi ya es primavera,
mi corazón se ha desbocado
y eres tu la que me altera.
Eres un hada, eres un duende,
eres la diosa de las flores.
Has disipado todas mis brumas,
llenas mi vida de mil colores.