En la farmacia de guardia, a seis manzanas del cielo. En la farmacia de guardia fue donde ellos murieron.
La noche baña en sudores, sus cuerpos de malhechores. Saben que no son perdedores y ya no esperan honores. Saben que son perdedores, y ya no esperan honores.
Y les siguen, y les siguen. Y les siguen, y les siguen.
El letrero de farmacia se convierte en la llamada,
el cuerpo pide más carga, la noche no sabe nada.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Combinan pipa y navaja, y al dependiente amordazan,
ya tienen lo que querían, suena un disparo y la alarma. La policía que se acerca no está invitada a la fiesta.