Con la vista clavada en los cielos
con el alma henchida en el pecho,
iniciemos, camaradas, el vuelo,
levantando el avión hacia el sol.
Sentiremos el espacio infinito
columpiarse lejano y fugaz,
mientras suben las alas de plata
a lo largo de un rayo de luz.
Hermanados al azul y a la brisa,
cruzaremos con las alas abiertas,
sobre selva, montañas y valles
y también sobre rizos de mar.
En las rutas glamorosas de estrellas,
que iniciaron otros hombres del aire,
forjaremos unidas al corazón
¡Las dos alas de ensoñación!
¡La hermandad tricolor de la estrella!
¡La chilena Legión Juvenil
que enarcadas sus alas etéreas,
forjará para Chile el Honor!
Elevemos, camaradas, el vuelo,
sobre un suelo laborioso de paz,
proyectando en la tierra sagrada
¡la silueta de la libertad!
En el aire, sobre el arma, en la tierra
y al tronar del cañón en el mar,
cubriremos a la Patria amagada,
¡Y sabremos por Chile morir!