Ella no lo escuchó,
el reclamaba un poco más.
Ella se reía del amor
y el no reía hace tiempo.
No supo que decir,
todavía no sabe, no sabe que decir.
El miró para atrás
y no encontraba nada en su lugar.
Ella seguía su ritmo,
el se cansó de ser su sombra
hasta que no dio más
Quiso dejarla, dejarla, dejarla volar.
Y le dijo:
No te enojes, pero es así,
cada minuto es una eternidad,
silencios son kilómetros entre los dos.
Y si mañana vuelvo aquí,
ya no me engañes mas, nunca más.
Con humo no tapes
tanto desastre.
Y no volvieron a hablar, nunca más.
Y un día no dio más.
Se le escapaban, se le escapaban los años siguiéndola,
viviendo en el segundo lugar.
Llevó una bomba en su lengua y la espero, buscando algo para estallar.
No te enojes, pero es así,
cada minuto es una eternidad,
silencios son kilómetros entre los dos.
Y si mañana vuelvo aquí,
ya no me engañes mas, nunca más.
Con humo no tapes
tanto desastre.
Y no volvieron.
Y no volvieron a hablar.
Y no volvieron, no volvieron a hablar.