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Señor, quizás ni siquiera debería estar dirigiéndome a ti
Porque si vieras un alma bajo la tierra podrida, seca y abichada
Te darías cuenta que soy yo
Porque pensé que caminaba por el encanto y la alegría
Pensé que el abrazo de aquel amigo era real
Que sus lagrimas al decirme te amo eran ciertas
Pensé que podría haber alguien mejor que tu
Pero tú pasaste tu mano por aquel cuadro
Y me dejaste ver la falsedad de mis caminos
Sentí miedo como nunca antes al ver tanta mentira
Me sentí desfallecer el alma desierta y sin vida
Insensibles fibras de dolor y te apunte con el dedo
y te culpe a ti de mis errores
porque dejaste mi corazón en un rincón solo
como una niña desnuda y con miedo
deja un momento la gloria que callen de una vez los ángeles
que todo el cielo enmudezca y baja un momento
mírame que me queda un último respiro
tócame que ya me atraviesa el frio
huele como mi alma se pudre
y escucha como una ultima lamentación
del fondo del fango te pido auxilió