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Con mi poncho y mi guitarra
a rodar tierra salí y llegando a Pocoy Pacha
de nuevo al pago volví.
Pascachao en mis antojos
viejos rumbos tomé al fin maduraba
el quishca loro la algarroba, el piquillín.
Qué contento yo me puse
la repasa al divisar zambullían
los patitos afanosos por pescar.
Una perdiz me silbaba en medio
del jarillal pal lao de adentro una cuña
gritaba en el quebrachal.
Debajo de una sombra¹i toro dulce me puse a cantar
un mate va y otro viene mis dichas a recordar
Mi madre se había esmerado
en cocinar para mí empanadas
y tamales con choclito y con ají.
Qué lindo es ver en el campo
los cabritos retozar el corazón
en el pecho parece sangolotear.