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En la niebla del anochecer
mora el ángel de la confusión.
Oh! Dulce y cruel invierno.
En la triste hora de marchar
tras la tregua que el amor me da
oh! con tus besos. Oh! Oh! Oh!
Vuelve la risa rara,
la risa del dolor,
pesadilla en color
que arruga mi guitarra, mi hermana.
Vuelve el ventilador que me despeina el alma,
y la autopista gris donde se estrecha el fin de semana.
Solo, en la niebla
de la noche, de tus besos.
Vuelta al caos y a la confusión,
no me mientas, que no sé mentir
sin ensayar.
Madrugada: hora de marchar
tras la tregua que el amor me da. Oh! Oh! Oh!
Y estos lejos, en la niebla
de la noche, de tus besos.
La risa del dolor
ríe sola en mi cara,
pesadilla en color
que azuza mi guitarra, mi hermana.
Vuelve el ventilador que me despeina el alma,
y la autopista gris donde se estrecha el fin de semana.