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¡Oyeme!
sal de la confusión,
deberías ordenar
tus ideas y esperar.
No te intentes destruir
si te obligan a acertar
cierra tu ventana y piensa:
¡habrá otra oportunidad!
¡La segunda oportunidad!(bis).
Sube a tu tren
que en la próxima estación
te estará esperando aquel
que no es otro si no tú.
Dale al mundo un puntapié
para que gire al reves;
abre tu ventana y mira,
¡hay otra oportunidad!
¡La segunda oportunidad!(bis).