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El sol se esconde,
la noche vuelve a mi piel
Fugaz, sin pasos
te veo desaparecer
Llevas en tus llagas
las heridas que viví,
siembras en tus brasas
un pasado que no pulí.
Misterio a gritos,
laguna más allá del ser
eran tus dichos,
mezcla de amor y de placer.
Lazo de ilusiones
que se fue sin despedir,
flor de maldiciones
y camino sin seguir.
Déjame a tu amparo
como yo te amparé a tí,
libra de pecado mi silencio,
mi mal sentir.
Déjame ser la voz de tu sombra
luz que oscurece el pasado y ayer.
Déjame ser la luz en tu ojos,
los que me vieron crecer.
Déjame ser la voz de tu sombra,
y apaga en mi la ilusión de renacer.
Déjame ser la espada en tu vaina,
para luchar sin volver a perder.
Bailan descalzos,
los hombres van sin entender
Y en el ocaso,
se divide un alma en seis pedazos
que no pude detener...