Las Cuarenta
(Autor: F. Gorrindo)
(Canta: Ismael Miranda)
Con el pucho de la vida
apretado entre los labios,
la mirada turba y fría,
un poco lento el andar,
dobló la esquina del barrio
turba ya de recuerdos,
como volcando un veneno,
esto se le oyó cantar.
Vieja calle de mi barrio
donde he dado el primer paso,
cuando mas gastado el mazo
en inútil barajar
con una llaga en el pecho,
con mi sueño hecho pedazos,
que se rompió en un abrazo
que me diera la verdad.
-r-
Aprendí todo lo malo,
aprendí todo lo bueno,
se del beso que se compra,
se del beso que se da,
del amigo que es amigo,
siempre y cuando le convenga,
Y se que con mucha plata
uno vale mucho mas.
Yo aprendí que en esta vida
hay que llorar si otros lloran
y si un burla te ríen
uno se debe reír;
no pensar ni equivocado,
para que, si igual se vive...
además, corre este riesgo
de que te bauticen vil.
La vez que quise ser bueno
en la cara se me rieron,
cuando grite una injusticia
la fuerza me hizo callar;
la esperanza fue mi amante,
el desengaño mi amigo...
Cada carta tiene contra
y cada contra se da.
Hoy no creo ni en mi mismo,
todo es truco, todo es falso,
y aquel, el que esta más alto
es igual a los demás...
Por eso no ha de extrañarte
si alguna noche borracho,
me vieras pasar del brazo
con quien no debo pasar.
-r-
Aprendí todo lo malo,
aprendí todo lo bueno,
se del beso que se compra,
se del beso que se da,
del amigo que es amigo,
siempre y cuando le convenga,
Y se que con mucha plata
uno vale mucho mas.
Yo aprendí que en esta vida
hay que llorar si otros lloran
y si un burla te ríen
uno se debe reír;
no pensar ni equivocado,
para que, si igual se vive...
además, corre este riesgo
de que te bauticen vil.