El primer vaso de vino te lo tomarás casi sin querer. Tus amigas brindarán por tu nueva libertad,
tú levantarás la copa hacia lo alto y ese, ese será el primer vaso.
Ese será el primer vaso, y quizá acaban tus labios, mujer, en la boca de alguien que no tendrá ni nombre. Y pues, sólo se trató de romper normas, y así notas que el camino está más despejado.
Llorará el vaso de vino, el segundo trago, amargo, tal vez. Lágrimas de cabaret, de mentiras de Gardel. Y querrás cerrar la madrugada cuando hayas
desperdiciado todo ese vino.
Pero no creas que el olvido se va a prostituir por dos malos vinos. Está prohibido a estas alturas vacilar. Sabes bien que no tolero el refranero, tampoco los consejos, por eso escucha este, mi último cantar.
Tantos tipos hay de vino como canciones para llorar, pero sólo hay un modo, mi amigo, de beber vino para olvidar.
Te revelaré el secreto, tú apura tu último sorbo y verás cómo mi sangre está ahí, a punto de consumirse. Porque la estás acabando, saboreando,
porque ya te bebiste el secreto.
Ya gozaste con el vino, por fín descansa el paladar y la conciencia. No espero que me agradezcas la lección.
Ahora falta que yo aprenda a saborear este lujo, esta miseria de andar borracho por Madrid, sin solución.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Tantos tipos hay de vino como canciones para llorar, pero sólo hay un modo, mi amigo, de beber vino para olvidar.