Me deslizaba,
en contra del viento,
en mi testamento Centro San Martín.
una falta que no comprendí.
Acurrucada,
mientras me contaba,
lo eterno dejaba en La Boca y en mí.
Una calle en la que me perdí.
Murmullo de los burbujeantes,
en sus consonantes,
la voz de cristal.
hipnosis que me alcanzará,
peatonales, estrellas de mar.
Yuxtaponía,
mis manos a ella sutil envoltorio,
a recuerdos de ti,
algodones azules tejí.
Me alimentaba,
onírico aroma,
poética prosa para frenesí,
la fragancia en la que me perdí.
Espejos de los espumantes,
jardines de infantes,
abismos reptil.
Sola para obnubilar,
con tus alas turquesa volar.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Del centro tan equidistantes,
sus tercios ojales,
botones tendrán.
Un pétalo me prestará,
terciopelo para acariciar.