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El tiempo me enseñó que con los años se aprende menos de lo que se ignora. El tiempo que es un viejo traicionero te enseña cuando ya llegó la hora.
El tiempo me enseñó como se pudo, en la universidad arrabalera. Con la verdad prendida en una esquina igual que un farolito en la vereda.
El tiempo me enseñó que los amigos se cuentan con los dedos de una mano, por eso debe ser que no los cuento, para pensar que tengo mil hermanos.
El tiempo me enseñó que los traidores se sientan en la mesa a tu costado, y el hombre que te da la puñalada comparte el pan con esas mismas manos.
Porque no tengo nada que me sobre, por eso es que yo digo que soy rico. porque prefiero ser un tipo pobre, a ser alguna vez un pobre tipo
El tiempo me enseñó que las banderas son palos con jirones que flamean, y el mapa es un papel que se reparten los reyes mientras los hombres pelean
El tiempo me enseñó que la miseria es culpa de los hombres miserables, que la justicia tarde nunca llega, pero es la pesadilla del culpable.
El tiempo me enseñó que la memoria no es menos poderosa que el olvido, es solo que el poder de la victoria se encarga de olvidar a los vencidos.
El tiempo me enseñó que los valientes escribirán la historia con su sangre, pero la historia escrita de los libros se escribe con la pluma de un cobarde
El tiempo me enseñó que desconfiara de lo que el tiempo mismo me ha enseñado, por eso a veces tengo la esperanza que el tiempo pueda estar equivocado.