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Dieron las tres, poco por hacer, las luces de la ciudad se apagarán y el tiempo sigue sin detenerse.
Otro litro de café mientras las páginas siguen escribiendo lo que antes fue sólo una intención
/ Calles desiertas, nostalgia que brota en cada esquina, cada parada y lejano rincón.
Nunca se acabará este resentimiento mientras los puentes estén tan restringidos
/ Y otra vez la rutina comenzará en donde las mentes se nieguen a actuar como planean.
El temor sigue invadiendo habitaciones donde alguna vez hicieron falta más que fuerzas.
Inalcanzable es saber que dejamos aflorar el dolor entre nuestros sentidos.
Y estarás aquí en busca de nuevas formas de entender el recuerdo vivido de las distancias cercadas por lugares y tiempos.