NECEDAD INQUEBRANTABLE
Se humillo para abrazar la santidad de la miseria,
luego quiso conquistar armado de furia y soberbia.
Conoció el manjar del poderoso y el pan del mendigo,
bajo el sol de la esperanza y a la sombra de la histeria.
Acepto el fervor adicto de quienes lo idolatraron,
y a la vez, y en igual medida, empezó a ser odiado.
Se entrego al frenesí de quienes dan forma al vacío,
luego alzo su voz furiosa contra todo lo reglado.
Quiso guiar, quiso sanar,
pero su mano fue torpe y débil.
Quiso juzgar, quiso arrasar,
pero su mente fue gris y estéril.
Tomado de AlbumCancionYLetra.comCasi al ocaso de su peregrinación
se descubrió cercado por su necedad,
aún así le atribuyo a la adversidad
cada fracaso y cada justa privación.
Y naufragando en su altivez y frustración
su muerte anticipo por propia voluntad.